Brooklyn. Comentario.

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Comentario del Blog.

Kyle Smith hace una aseveración respecto a Nick Hornby que atañe al guión de Brooklyn : " es uno de los pocos escritores heterosexuales que ha mostrado un interés real y sostenido por las mujeres,  de lo que da buena prueba en los guiones de "An Education" y "Salvaje" y las novelas "Funny Girl" y "Cómo ser bueno", aunque considera la película anticuada y convencional para  poder disputarle la famosa estatuilla a las películas que han llegado a la recta final con las nominaciones para los premios que concede la Academia de Cine Norteamericana. Saoirse Ronan compite por el Oscar a la Mejor Actriz con Cate Blanchett, por su trabajo en 'Carol', Jennifer Lawrence, por su papel en' Joy', Brie Larson en 'La habitación' o Charlotte Rampling en 45 años, y lo cierto es que lo van a tener difícil los jueces.

Varias de estas películas se han ubicado temporalmente en la década de los 50, un momento histórico en el que occidente, terminada la Segunda Guerra Mundial, comenzaba a respirar, el glamour femenino se extendía y proliferaban las tiendas donde se podían adquirir productos de lujo, como aquella en la que trabaja la joven irlandesa Eilis, interpretada por la encantadora Saoirse Ronan, o en la que trabaja la muchacha de la que se enamora Carol. Esta historia sencilla, conducida por la sonrisa ingenua e inocente de Saoirse, descansa sobre una inmensa tragedia que repercute en las vivencias cotidianas de los individuos que, con su sacrificio forjaron una gran nación: los Estados Unidos de Norteamérica. Esos pobres a los que la parroquia invita a cenar el Día de Acción de Gracias, unos irlandeses que tienen que esforzarse para recordar sus montañas, sus costas y sus playas, esos hombres tranquilos que hicieron las carreteras, los túneles, los trenes y los metros de la nación más prospera del mundo, dejando detrás de sí su patria, su casa y su familia,  quedaron para siempre con el corazón partido.

Estos emigrantes que desembarcaron en Brooklyn,  ocuparon los brownstones, esas casas adosadas de arenisca marrón-rojizo, con sus características escaleras, flanqueadas por  barandillas, unos espacios que compartían con la población negra y otros emigrantes, en especial italianos, a uno de los cuales une su destino Eilis.  En una de estas casas, jóvenes emigrantes como la protagonista, procedentes como muchos americanos de pro de la pobre Irlanda, son tuteladas por una mujer de edad y con la suficiente autoridad y sabiduría para mantener una buena armonía de las chicas en torno a la mesa. El gran mérito de hacernos olvidar el inmenso dolor que reside en el hecho de la emigración, los desplazamientos de hombres y mujeres en busca del sueño de un futuro mejor es de Saoirse, de su capacidad para interpretar a una muchacha bondadosa y sencilla, que deja detrás de sí lo que mas quiere y sufre una gran pérdida, un riesgo que asume al abandonar su país; no  es una historia de superación de 'mil dolores diminutos', de los que habla Luís Martínez, sino de grandes emociones reprimidas que convierten a los que se van en huérfanos y dejan a los que se quedan con sus sentimientos mutilados. Un dolor que parece ser conjurado al llegar al paraiso, simbolizado por el resplando que emite la  luz que penetra e inunda parte de la inmensa sala de la isla de Ellis, cuando la chica abre la puerta por la que se introduce en el nuevo mundo, superados los controles de la policía estadounidense.

Quien  conmovió a los espectadores en 'The Lovely Bones' , un film de Peter Jackson (2009), en el que encarnaba el papel de una niña que fue violada y asesinada por un psicópata y cuenta su historia , una cinta durísima a cuyo título se le ha quitado carga emotiva llamándola 'Desde mi cielo' y no 'Los huesos preciosos',  sigue manteniendo esa pureza en la mirada, esa sonrisa bondadosa y naïf que logra encandilar a los espectadores en una historia que sólo ella logra que no parezca tan terrible la situación que atraviesa. El dilema al que se enfrenta tras la muerte de su hermana no es fácil de resolver para cualquier persona, por muy madura que sea. También colabora a crear ese ambiente fordiano que muestra al irlandés como un hombre tranquilo la bella fotografía de Yves Bélanger, y la edición serena y ponderada que priva de virulencia al relato.