Brooklyn. John Crowley. Notas de producción.






BROOKLYN cuenta la historia tremendamente emotiva de Eilis Lacey (Saoirse Ronan), una joven inmigrante irlandesa que intenta abrirse paso por el Brooklyn de los años cincuenta. Atraída por el sueño americano, Eilis cambia Irlanda y el confort del hogar materno por la costa de la ciudad de Nueva York. Su nostalgia y ataduras iniciales disminuyen rápidamente cuando un nuevo romance la sume en el embriagador hechizo del amor. Sin embargo, el renovado vitalismo de Eilis pronto se verá perturbado por su pasado, teniendo que elegir entre dos países y las personas que los habitan.

Argumento:

Eso le hacía sentirse extraña, como si fuera dos personas a la vez: una que se había enfrentado a dos fríos inviernos y muchos días difíciles en Brooklyn, lugar donde se había enamorado; y otra que era la hija de su madre, la Eilis que todo el mundo conocía, o creía conocer”. Colm Tóibín, Brooklyn.

Una inmigrante de origen irlandés tiene que decidirse entre dos hombres, dos países y dos destinos en una historia que habla del éxodo, de la lenta gestación de un anhelado romance, y que indaga en la imprevisible aventura de una joven que se convierte en mujer en América. A través de la contemporánea mirada que nos brinda la película, la historia proporciona una visión retrospectiva de la delicada transformación de Estados Unidos durante los años cincuenta, cuando, tras la II Guerra Mundial, una ola de inmigrantes llegaba a sus costas en busca de prosperidad.

La novela que Colm Tóibín publicó en 2009, Brooklyn, una de las novelas más aclamadas de la última década, ha sido adaptada por el guionista Nick Hornby ( Alma salvaje, An Education ) y el director John Crowley ( Boy A). La fuerza y eje central del libro era una típica historia de inmigración, pero narrada por una voz que muy pocas veces se ha escuchado. Mientras que ha habido numerosas historias sobre hombres jóvenes, ambiciosos o desesperados, que se ven empujados a buscar fortuna en América, la novela cuenta una historia diferente, una que trata sobre una callada y modesta pero muy luminosa joven llamada Eilis. Esta joven ha vivido toda su vida en la diminuta localidad de Enniscorthy, Irlanda, –donde todo el mundo sabe lo que les pasa a los demás y hasta más cosas–, cuando se ve impelida a viajar a América, debido a su hermana, que quiere que Eilis madure. Eilis llega ya al tumultuoso y heterogéneo Brooklyn llena de añoranza, sintiéndose una exiliada. Sin embargo, cuando Eilis consigue adaptarse hábilmente a la vida neoyorkina, encuentra a un divertido, dulce y carismático pretendiente decidido a ganar su corazón. Justo cuando parece estar a punto de iniciar una nueva vida, una tragedia familiar la lleva de regreso a Irlanda, retrocediendo a la vida que dejó atrás…, y a una decisión que podría afectar a su futuro para siempre.

Atrapada entre dos diferentes apelaciones a su corazón, Eilis se enfrenta a uno de los dilemas más formidables y difíciles de nuestro fluido mundo moderno: descubrir cómo combinar el lugar de dónde procedes con el lugar al que sueñas ir.En cuanto a la trascendental decisión que debe tomar Eilis, Hornby observa: “Yo creo que Eilis se puede imaginar teniendo una vida en América y teniendo una vida en Irlanda, pero no puede mantener ambas percepciones al mismo tiempo. Sabe que es imposible armonizar esas dos vidas. De manera que creo que por ese motivo consigue amar, momentáneamente, a dos personas a la vez, porque se hallan en dos mundos distintos. Sin embargo, finalmente, Eilis tiene que vivir solamente en uno”.Tóibín afirma: “Ésta es la desconocida historia de dos países; de mi país, Irlanda, donde durante los últimos 150 años todas las familias han perdido a uno o dos de sus miembros, gente que se ha marchado y nunca ha regresado. Pero también es la historia oculta de Estados Unidos. Estas personas son los abuelos y bisabuelos de los americanos actuales. Así es cómo ellos llegaron aquí. Y esa historia no se ha contado muy a menudo”.Adaptando Brooklyn.

Localización:

Colm Tóibín, el aclamado escritor irlandés (The Blackwater Light Ship, The Master) que, al igual que la heroína de Brooklyn, nació en Enniscorthy, Irlanda, pero posteriormente se trasladó a Nueva York, ha sentido durante mucho tiempo gran fascinación por las lealtades y divisiones familiares, la búsqueda del hogar y la identidad, y el modo en que hombres y mujeres desean y preparan el terreno para el amor. La novela parecía fusionar todos estos temas en una historia sobre el poder transformador de la experiencia migratoria. Aunque la acción se desarrolla en la década de los cincuenta y dentro de la unida comunidad irlandesa en Brooklyn, también parecía hablar de la eterna necesidad de dar respuesta a dos de las cuestiones más sencillas, aunque también más angustiosas, de la vida: ¿a qué lugar, y a quién, pertenecemos realmente?

En su revisión del libro, la novelista Pam Houston lo describió como “una clásica historia de transición a la madurez, pura, nada sensacionalista, discretamente profunda…; sólo está el eco de una joven mujer que lenta y deliberadamente va adentrándose en sí misma, aprendiendo a tomar y a defender sus decisiones…”El libro proporcionaba una insólita visión de la experiencia de una inmigrante, de una joven desvalida que no sólo aprende a abrirse camino en su nuevo país sino a través de su complicado corazón, así como a sobrevivir y no dejarse pisotear. La singularidad de esa perspectiva, casi omitida en la actualidad, fue lo que inicialmente llevó a las productoras nominadas al Oscar Finola Dwyer y Amanda Posey ( An Education), de la compañía establecida en Londres Wildgaze Pictures, a concebir la traslación de la novela a la gran pantalla. Se sintieron inspirados por la idea de contar una historia aparentemente familiar desde un ángulo nunca antes visto.

Brooklyn"  no sólo es la historia del viaje que emprende una inmigrante desde Irlanda a América, es también el viaje que Eilis realiza al convertirse en la mujer que quiere ser”, dice Posey. “Es una historia sobre una mujer que encuentra su verdadera voz y descubre su capacidad de elegir, especialmente durante una época de la historia en la que muchas elecciones estaban restringidas”.Dwyer añade: “También es una historia muy universal, sobre la idéntica atracción que ejercen tu hogar natal y cualquier sitio en el que acabes haciendo tu vida adulta. No tienes que estar a miles de kilómetros de tu hogar para sentirte identificado con ese sentimiento. Todos hemos dejado atrás a lugares y personas”.

Guión.

Las productoras estaban entusiasmadas con llevar adelante el proyecto, pero Dwyer y Posey sabían que desde el principio tenían ante sí un importante obstáculo: encontrar a un guionista capaz de convertir por primera vez una obra de Tóibín en una película. ¿Habría alguien que pudiera capturar el drama de la historia manteniendo al mismo tiempo intacto el sutil lirismo que ha hecho a Tóibín tan apreciado como escritor? Nick Hornby, que había colaborado en la oscarizada película An Education, la historia de una estudiante inglesa en la década de los sesenta, destinada a estudiar en Oxford pero tentada por un tipo de vida completamente diferente. Hornby, popular novelista y muy alabado por la crítica por méritos propios (High Fidelity, About A Boy, Juliet Naked, Funny Girl), había adaptado recientemente las memorias de Cheryl Strayed para el filme Alma Salvaje.

Para Hornby, la trascendencia de Brooklyn radica en la habilidad que tiene Tóibín para captar el espíritu humano cuando se divide entre distintos compromisos, ya sean con el país, con la familia o con un amor. “El modo en que Colm describe el dolor de querer estar en dos sitios a la vez, es un hermoso ejercicio de malabarismo; y parece prestarse particularmente bien al formato cinematográfico”, señala Hornby. “Yo creo que si uno se identifica con los personajes de Orgullo y prejuicio también se sentirá identificado con Brooklyn, porque, en el fondo, se halla esa misma y atemporal elección de una mujer entre dos clases diferentes de hombres”.Aunque, naturalmente, Homby no ha experimentado la vida de un inmigrante de mediados del siglo pasado, Hornby se identificó personalmente con la curiosidad que siente Eilis en torno a la vida que podía tener alejándose de los confines de su pequeño pueblo irlandés. “Como alguien que ha crecido en los suburbios y que contaba los días para irme de allí, era capaz de identificarme con la esencia de su viaje”, señala.

De hecho, Hornby dice que la adaptación surgió de una manera bastante orgánica, a pesar del pensamiento de muchos de que convertir en diálogo cinematográfico la prosa profundamente emocional de Tóibín sería una labor abrumadora. “Dado que la forma de escribir de Colm es muy precisa y que hay datos que descarta u omite, puede pensarse que es un libro muy emocional, pero a mí no me lo parecía tanto”, explica el guionista. “Los hechos que le suceden a Eilis parecían verdaderamente listos para su dramatización. A mí me interesaba capturar esa deliciosa mezcla de tonos: el cómico, el romántico y el trágico. Y sobre todo quería que el público las pasara canutas con Eilis, llegara a amarla a ella y a la gente que la rodea, y se sintiera realmente afectado por su viaje”.Tóibín se sintió especialmente complacido con la adaptación de Hornby. Dice de su propia reacción: “Me quedé muy sorprendido de la claridad de su adaptación. Nick verdaderamente entendió que la emoción central del libro es el amor, que trata sobre alguien que se encuentra dividido entre distintas posibilidades; y que si, simplemente, sigues esa idea hasta el final, como efectivamente él hizo, es posible lograr algo extraordinariamente puro”.

El director: John Crowley.

Disponiendo ya de una novela y de un guión con tantos matices, el siguiente reto era conciliar el material con un director que pudiera llegar a él aportando una visión muy personal. John Crowley, más conocido por el drama BOY A y ganador del premio BAFTA, pareció tener una inmediata comprensión del material; ya que es, asimismo, un irlandés que vive fuera de Irlanda, en su caso, habiendo sustituido su hogar natal por Inglaterra. Crowley cree también que la razón de sustituir un mundo por otro es tan relevante ahora como lo era en los años cincuenta. “Ésta es una historia sobre el exilio”, afirma Crowley. “Cuando dejas un país y decides vivir en otro sitio, ya no eres de tu lugar de procedencia, pero tampoco lo eres en absoluto del país que has elegido para vivir. De manera que te conviertes en miembro de una especie de tercer país, un país de exiliados. En el mundo actual, un amplio número de personas no vive en su país natal. La historia de BROOKLYN, tal y como Colm la escribió y como luego Nick desarrolló y adaptó cinematográficamente en su guión, es completamente fidedigna con esa experiencia”.

Para Crowley, Brooklyn muestra también una moderna concepción del amor. “Es una historia que dice que el amor es complicado”, reflexiona, “y que el corazón no tiene por qué ser necesariamente fiel a una sola persona; quizás, a diferencia de la cabeza, puede concebir el hecho de amar a dos personas a la vez. La elección de Eilis entre dos hombres es también una elección por el tipo de vida que quiere tener. No obstante, tiene dificultades para comprender el hecho de que, para hacer eso, hay una parte de sí misma que, al menos, debe cauterizar. Todo ello le supone un elevado coste a nivel emocional y, sin embargo, la única manera que tiene de vivir su vida es seguir adelante. El amor en esta historia es una fuerza muy auténtica que potencialmente puede ser destructiva o liberadora, dependiendo del camino que se tome”. 

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