El poder de la sangre de Dracula. Peter Sasdy




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Ficha técnica:

Título original: Taste the Blod of Dracula
Pa-is: Estados Unidos.
Año :1969
Duración: 95 minutos.

Dirección: Peter Sasdy.
Guión: John Elder., basado en un personaje creado por Bram Stocker.
Dirección de Fotografía: Arthur Grant, BSC
Música: James Bernard; supervisor: Philip Martell.
Director artístico: Scott McGregor
Editor : Chris Barnes

Supervisor maquillaje: Gerry Fletcher.
Supervisor peluquería: Mary Bredin.

Productor: Hida Young.
Productor manager: Christopher Sutton.
Compañías. Productoras: Warner Bros. presenta a Haammer Film Production.
Estudios: Elstree Studios of Associated Productions Ltd.

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Intérpretes:

Chritopher Lee: Drácula,
Linda Hayden: Alice Hargood,
Anthony Corlan: Paul Paxton
Geoffrey Keen: William Hargoog,
John Carson: Jonathan Secker,
Ralph Bates: Lord Courtley,
Peter Sallis: Samuel Paxton,
Isla Blair: Lucy Paxton,
Gwen Watford: Martha Hargood,
Roy Kinnear: Weller,
Martin Jarvis: Jeremy Secker,
Michael Ripper: Cobb,
Russell Hunter: Felix.


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Sinopsis:


Es la noche de los chicos, el momento para una diversiónlujuriosa. Pero esta juerga no es suficiente para satisfacer las expectativas de estos líderes de la comunidad. Aún queda una aventura a la que pueden ser arrastrados con engaños para participar, una que transformará  a cierto Conde, del polvo a un ser de carne y hueso sediento de sangre,

El poder de la sangre de Drácula, la cuarta película del ciclo de terror y hemoglobina en la era Victoriana de los Estudios Hammer, es una exhibición de por qué Hammer llegó a ser el estudio del terror gótico". El sólido reparto y el formidable diseño de producción ponen la piel de gallina en la vida real y despiertan los terrores del otro mundo. Christopher les vuelve a llevar su capa roja para convertirse en la reencarnación del diablo. Es el Conde Drácula, un ser no vivo pero tampoco muerto...pero sus películas tienen más vida que nunca.


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Comentario:


El poder de la sangre de Drácula/Taste the Blod of Dracula. Este delicioso film gótico está dirigido por un cineasta nacido en Budapest en 1935 y nacionalizado británico que ha realizado trabajos para televisión, entre los que destaca un guión de Nigel Kneale, The Stone Tape (1972), y ha dirigido varias películas de terror para la Hammer, entre ellas la que comentamos: Taste the Blood of Dracula, (1969), o Countess Dracula (19771). Pero también tuvo serios tropiezos, como The Lonely Dadyde (1983) por el que obtuvo el Premio Razzie al peor Director. Hoy 'El poder de la sangre' subsiste como una curiosidad cinéfila y un film de culto para aficionados a los no muertos de talante, formas y títulos aristocráticos, cuyos restos descansan en suntuosas criptas góticas, rodeadas de sepulcros de hombres célebres, que nada tienen que ver con los vulgares zombies de torpes movimientos, a los que se liquida destrozándoles la cabeza, que da la apariencia de no alojar ni el más pequeño cerebro.

Un film diferente, dirigido por Peter Sasdy en 1969 y protagonizado por Christopher Lee. El cineasta se permite algunas licencias que apartan a la película de la ortodoxia, ya que, aunque aparezcan los mordiscos en el cuello, las cruces y las estacas, estos elementos que forman parte del ritual vampírico tradicional, se usan de forma algo diferente: Drácula renace de la misma forma inusual con la que desaparece, conservando, eso sí, la corte femenina que lo sustenta y de la que se nutre. Con una bella fotografía a cargo de Arthur Grant en la que el color rojo brillante de los frascos de sangre, de la procedente de sus agresiones y la del reverso de su capa, Peter Sasdy aprovecha esta historia de muertos vivientes para denunciar la hipocresía de la sociedad patriarcal burguesa del siglo XIX que sometían a un control férreo a las mujeres de su familia, pero en las salidas libertinas acerca de las que las esposas no tenían nada que objetar, excepto someterse a la voluntad del marido, sus excesos en los lupanares, a pesar de no tener límite, no les resulta suficientemente placenteros y buscan emociones más fuertes, una actitud que traerá la desgracia a las familias que pretendían proteger. Una enérgica denuncia de la doble moral de la clase dominante desde la Revolución Francesa.


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