Umberto Eco. In memoriam.

Ha muerto un sabio, dice la prensa, un profesor de la Universidad de Bolonia. Y es verdad, y sus alumnos llevan  rosas blancas en su honor;  ha escritos dos novelas que se han convertido en betsellers, pero yo siempre lo recordaré porque me abrió los ojos y me hizo ver que entre los apocalípticos y los integrados siempre existe una espacio para la reflexión serena, para la comprensión de la historia y del momento que nos ha tocado vivir. El tiempo de la permanencia de un hombre en la tierra es finito y a él le ha llegado su hora, como nos tocará a los demás, pero mientras quede un poco de lucidez en nuestro cerebro no dejaremos de estarle agradecidos porque nos hizo entender que el avance de la ciencia y de la tecnología es siempre favorable al hombre si no se sirve de ellos con fines espurios.

IN MEMORIAM