Bande à part. Comentario










Comentario:

Goddard ha sido, es y será una de las figuras del cine que  ha inspirado e inspirara a los mejores realizadores y, hoy en el que muchos thrillers norteamericanos vuelven la vista atrás y buscan inspiración en el realizador de 'Banda aparte.

En este film,  Godard, en ocasiones, roza el absurdo e incluso el esperpento, y en otras nos brinda una mirada amable y delicada a unos jóvenes de la clase trabajadora que luchan por desclasarse, ya sea estudiando inglés o robando al ladrón (quien lo hace tiene cien años de perdón, según el refrán popular), y que ha legado a la posteridad imágenes icónicas y muy repetidas en películas de autores destacados, a un lado y otro del Atlántico, como las del baile Madison, que inspiro a Marco Belocchio en 'Las manos en los bolsillos' (1965) o a Quentin Tarantino en 'Pulp Fiction'; la carrera en el Museo del Louvre, homenajeada por Bertolucci en su película 'The dreamers' (Soñadores, 2003), o por Roger Michelen en 'Le Week-end (2013). 

El propio Godard, que describió su película como el encuentro entre Alicia y Kafka, no olvida a sus compañeros que estaban desarrollando la misma magia en el mismo momento, como Jacques Demy, autor de 'Los paraguas de Cherburgo', estrenada ese mismo año, con Michel Legrand al frente de la parte musical y encargado del score de 'Banda aparte', una de cuyas piezas más conocidas suena en el sótano del local de copas al que desciende Odile para acudir al servicio, mientras arriba quedan sus compañeros Arthur y Franz. Tampoco olvida a los cineastas italianos que abrieron el camino del neorrealismo, como Visconti y su durísimo relato 'La tierra tiembla' (1948), mencionada por la joven. El film de Godard acabó funcionando como un himno de la juventud que estaba dispuesta a cambiar las cosas a cualquier precio. 

Dos jóvenes ladronzuelos, aunque inclinados a la lectura (Arthur coge un libro de casa de la tía de Odile) y Franz para en el camino para comprar otro que había prometido a la chica ), y amantes del cine, acuden a una academia de inglés, en la que entran en contacto con una tonta burguesita, con el objetivo de entrar en su casa y robar a sus propietarios, una tía de la chica y su amante, un delincuente, éste de guante blanco, que almacena dinero sin blanquear en un armario de la casa. Una de las secuencias más bizarras es aquella en la que Franz simula disparar a Arthur, actuando, como Patt Garret, sheriff de Tombstone, en el duelo final con Billy 'The Kid', asesinado por el primero en los aledaños de Fort Summer, el 14 de juliode 1881, emulando un sinfín de películas sobre el tema. 

Arthur acaba retorciéndose un buen rato en el suelo, en una especie de acto premonitorio de su propia muerte. Célebre carrera para mejorar la marca de un americano, muy repetida en otras películas.   Banda aparte/bande à part, es un film oscuro desde los mismos títulos de crédito, , ante los que el espectador debe empezar ya a realizar su propia interpretación; las elipsis intencionadas, los travellings y grandes panorámicas, utilizados para orientar al público y ubicarlo a un lado y otro del Sena, sin que quede demasiado claro qué diferencia existe entre una ribera y la otra del río; la voz en off que desvela los pensamientos de los personajes, impenetrables como autómatas la mayor parte de las veces, y, especialmente en el célebre baile tantas veces repetido, dejan algunas incógnitas en el aire. 

Arthur es el encargado de detectar si Victoria está muerta, pero luego vuelve a la casa para comprobarlo de forma fehaciente; cuando sale de la mansión, y se organiza el tiroteo con sus tíos, que forman, al parecer, una banda aparte, cuya forma de actuar no se entiende, y tras resolverse el conflicto, la mujer que, teóricamente estaba maniatada y muerta, se muestra, de lejos, con un herida en la cabeza, cuidadosamente tratada y con un esparadrapo muy visible en la cabeza, justo en el momento que llega el amante a la casa en su coche. ¿Quien la ha soltado y la ha curado y por qué? ¿Por qué duda Arthur? El amante no puede haberla ayudado...Quizás, como otras tantas cosas, se omiten por irrelevantes. Franz y Odile, pupila de su tía Victoria, nadie sabe por qué, huye con Franz y llegan al mar, el sueño de los cineastas parisinos de la Nouvelle Vague (recordemos el maravilloso travelling de Antoine Doinel, que se escapa del reformatorio en su busca, y no para de correr hasta que llega a la orilla). Una voz en off nos ilustra sobre la sensación que siente quien ha nacido lejos del mar y los sentimientos que le produce : "Tres días después, al abrir los ojos, Odile y Franz descubrieron el mar. Parecía un teatro, cuyo escenario se sitúa en el horizonte; mas allá sólo estaba el cielo. En esa armonía propagada por dulces hondas, vieron que no había límites ni contradicciones..."  
¿ Qué queda del neorrealismo italiano, del que la Nouvelle Vague se proclama heredera, y sus reivindicaciones? Apenas nada, excepto la reflexión que Franz le hace a la chica, y que lo cierto es que queda un poco fuera de lugar : "¿Nunca te has parado a pensar que es extraño que la gente no se una para hacer algo, que vayan por separado? Cada uno por su lado, suspicaces y trágicos, desconfiando unos de otros. Incluso cuando están juntos en las grandes edificios o en las calles..." ¿Qué ha pasado pues? ¿Han logrado liberarse con parte del dinero negro del amante de la tía y mejorar su situación en un país del cono sur de América.? Odile le pregunta a Franz si en el lugar al que van hay fieras, él le contesta que sí, pero el único animal feroz que Godard nos muestra en su última broma es un 'Fox Terrier', - o un perro de la misma familia-, aparentemente inofensivo. Cada cual puede hacer su propia lectura.




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