Black Christmas. Bob Clark.








Ficha técnica:


T.itulo original:Black Christmas.
País:  Canadá.
Año: 1974.
Duración: 83 minutos

Dirección: Bob Clarck.
Guión: Roy Moore.
Casting:
Dirección de Fotografía: Reginald H. Morris.
Música: Carl Zittrer.
Edición: Stan Cole.
Director artístico: Karen Bromley.

Diseño de Vestuario: Debi Weldon.
Peluquería: David Beecroft.
Maquillaje: Bill Morgan.

Productores: Bob Clark.
Productor asociado: Richard Schouten.
Co-productores: Gerry Arbeid.
Productor ejecutivo: Findlay Quinn.
Compañías. productoras: Film Funding en asociación con Vision IV presenta, CFDC, Famous Players.

Intérpretes:


Olivia Hussey: Jess,
Keir Dullea: Peter,
Margot Kinder: Barb,
Marian Valdman: Mrs. Mac,
Andrea Martin: Phyl,
James Edmond: Mr. Harrison
Douglas McGrath: Sargento Nash
Art Hindle: Chris,
Lynne Griffin: Clare,
Michael Rapport: Patrick.
John Saxon: Teniente Fuller..


Sinopsis


Durante el descanso de Navidad, las chicas de una fraternidad se preparan para retomar con sus familias, pero antes deciden hacer una fiesta. Durante la misma, los jóvenes reciben llamadas extrañas de un acosador, quien hace sonidos escalofriantes y se oyen diferentes voces, así como frases obscenas. Posteriormente, una de las chicas desaparecen. 


Comentario:


Este film se adelanta cuatro años al nacimiento del shlaser , muy influenciado por el giallo italiano . -Lucio Fulci, Dario Argento, Mario y Lamberto Bava ...-, en Estados Unidos, de la mano de John Carpenter y una  de las películas más emblemáticas del género, Halloween (1978). Pero, aunque tiene coincidencias importantes con el film de Carpenter y las series de Wes Craven y David Cronenberg , que vendrían después, el background es mucho más inocente y naïf que las películas de los verdaderos creadores del terror, hasta que apareció en el horizonte ese tremendo asiático que se llama James Wan y nos hizo saber lo que era divertirse de verdad pasando miedo. El psicópata o asesino ¿en serie? que dice llamarse Billy en sus terribles llamadas telefónicas, no acaba con sus víctimas movido por una moralina puritana que tanto abunda en Estados Unidos; las inquilinas de la casa, ubicada en un campus universitario, regentada por una respetable señora madura, cuyo mayor vicio es beber whisky que guarda en cualquier parte, son buenas chicas,  no hacen orgías en casa y están constantemente tuteladas por esta buena mujer, no siempre en pleno estado de consciencia. Son universitarias, no adolescentes, y, a pesar de que una de ellas está embarazada, no parecen muy obsesionadas con el sexo.

Desde el primer momento. la caracterización de Keir Dullea, un músico de ojos azules fríos que le proporcionan una mirada cortante, la de un joven 'progre'  y resentido porque su novia quiere dejarlo y abortar, acompañado por la mirada  acusadora de una cámara subjetiva, que lo asocia con un ser grosero, su Mr. Hyde que dice guarradas a las chicas  por teléfono, ( censuradas en la España franquista ) lo convierten en el principal sospechoso de los truculentos asesinatos, una conjetura que refrendan ciertos indicios que se recogen en planos de detalle (¿estamos hablando de abortos? algunas imágenes así parecen indicarlo). Pero, descubierta en apariencia toda la trama por la policía y salvada la chica que parece correr más riesgo, se inicia un travelling que recorre el largo pasillo, se detiene ante un cuarto vacío en el que una maleta descansa a los pies de la cama de alguien que está dispuesto a emprender la marcha, enfoca luego una escalera  pegada a la pared que asciende hasta un altillo, se detiene ante una tupida cortina y sigue su recorrido hasta la calle, deconstruyendo todos los elementos de que se ha servido el director para generar inquietud. En la puerta de la casa un policía enciende un cigarro, cuando de pronto...suena el teléfono. ¿Qué ha ocurrido? el director se ha quedado con nosotros y con todos los personajes, nos ha tomado el pelo. Un deus ex machina, que desde lo alto de una grúa enfoca una ventana de la casa, nos indica claramente que esto es así, mientras comienzan a desfilar los créditos finales. Justo de esta forma comienzan películas como Insidious o Informe Warren, Está manera de estructurar su historia y dejar confuso a su público nos ha gustado mucho y eleva la película a la categoría de inolvidable. Clark estaba sentando las bases de un género que, no sólo ha dado dinero a sus impulsores, sino ha hecho felices a millones de adolescentes, jóvenes y no tan jóvenes.

No gozó de un gran presupuesto, -9.000.000 de dólares -, pero como en la actualidad  el director de La Bruja:una leyenda de Nueva Inglaterra, Roger Eggers  (2015) - , ha demostrado que si uno conoce bien su oficio y domina los recursos del nuevo lenguaje audiovisual es capaz de hacer una obra de arte con aquello de lo que dispone. O al menos una película difícil de olvidar.


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