Idol. Hany Abu-Assad





Ficha técnica:


Título original: Ya Tair El Tayer.
País: Palestina.
Año: 2015.
Duración: 98 minutos.
Género: Dram Histórico.

Dirección: Hany Abu-Assad, (Paradis Now).
Guión: Hany Abu-Assad.
Casting:
Dirección de Fotografía:  Ehab Assal.
Música: Hani Asfari,
Edición: Eyas Salman.
Dirección artística: Nael Kanj, Rabia Salifita.

Productor: Sassan Ahsani, Amira Diab, Ali Jaafar.
Productores ejecutivos: Sassan Ashsani, Ahna Alirsi-Evans, Khalil Amiouni, Badr Jafar, Bashar Masri, Hamed Mokhtar, Tiziana Sousou, Harold Van Lier.
Diseño de producción: Nael Kanj.
Compañías: Cactus World Films, Fortress Film Clinic, Full Moon Productions, Key Film ...; distribuidora eOne Films


Intérpretes:


Tawfeek Barhom :  Mohammed,
Nadine Labaki :
Eyad Hourani : Ali,
Ahmed Al Rokh,
Hiba Attalah,
Kais Attalah,
Abdel Kareem Barakeh


Sinopsis:



Hany Abu-Assad nos da una nueva imagen de Gaza, totalmente distinta al ambiente de destrucción y conflicto a la que estamos acostumbrados. La película gira en torno de Mohammed Assaf, un hombre que tiene su hogar es este conflictivo lugar. Junto con sus amigos Ahmad y Omar, Mohammed soñará con poder triunfar en el mundo de la música. Por el camino experimentará la tragedia y la pérdida, donde solamente su voz conseguirá que arroje un poco de esperanza en su realidad. Como si de un sueño se tratase, llegará a Arab Idol donde podrá mostrar sus dotes musicales y triunfar en uno de los programas de televisión más populares en el mundo árabe. Mohammed tendrá la oportunidad de su vida y hará todo lo posible para mostrar su mensaje: amor, esperanza y sobre todo, libertad. Basada en la historia real de Mohammed Assaf y la repercusión internacional que tuvo.


Críticas

Mejor valorada en Estados Unidos que en España, donde tiene mayor aceptación entre la prensa que entre el público. En su tomatometer la proporción es del 77% de aprobación entre la prensa del ramo, frente a un 53% del público. En España Javier Ocaña pone algún reparo, basado en el principio de que la forma es el discurso, que se puede entender, pero también nos podemos equivocar al aplicarlo a un film concreto: "(...) conforme avanza la trama que al final conforma todo el mensaje, la posibilidad de unión de un pueblo, el árabe, a través de algo aparentemente banal pero ilusionante y aglutinador de voluntades (la música y el programa de televisión Arab Idol), el director se va contagiando un tanto de la forma de su recipiente, en lugar del valor de su contenido. Hay demasiado programa en pantalla y poca reflexión; una pizca de superficialidad en la imagen (esas tomas con steady rodeando al protagonista) y una cierta falta de profundidad. Puede que fuera el momento de practicar la fuerza de la elipsis y la potencia de la imagen como síntesis, pero Abu-Assad prefiere el envoltorio del lujo televisivo. Emocionante y algo vacuo." (1) Puede que sea un discurso eficaz para una comunidad de panzas llenas, pero no sé hasta qué punto es válido en cualquier lugar en el que no se persiga la felicidad hasta que no se consigan los objetivos por muy loables que sean, dejando a niños y jóvenes sólos ante la desgracia y la muerte, cuando no tienen todavía cuentas que saldar con la sociedad; un poco más tarde ya será demasiado tarde.



Esta claro que en España ha molestado el hecho de que los jóvenes palestinos participen en shows como los que inundan nuestras pantallas, examinando el fenómeno desde la idiosincrasia de un pueblo en paz como el nuestro, y no de lugares en los que niños se mueven en un paisaje cotidiano en el que reinan las mutilaciones y las muertes. Antonio Wainrichter muestra este sentimiento desde el propio título: "«Idol» empieza siendo la historia de un grupo de niños que sueñan con triunfar en el mundo de la música, como tantos otros; el hecho de que vivan en la franja de Gaza, que no es Liverpool precisamente, es donde la cosa se separa de los musicales de Mickey Rooney y Judy Garland, ya me entienden. Abu-Assad no juega con cartas marcadas: el primero y mejor de los tramos de su historia se centra en ese minúsculo grupito de niños que no parecen ver las ruinas entre las que andan, ni los impedimentos que deben superar (...) un concurso de triunfitos, lo que sirve para galvanizar a una comunidad maltratada y para silenciar cualquier comentario nuestro sobre este tipo de eventos. Pero esta parte no sólo está peor contada sino que va siendo devorada por los materiales documentales que el cineasta intercala y que acaban demostrando tener mucha más fuerza dramática." (2)





"The Idol "es una película que hace sentirse bien al público norteamericano, cuyo país se ha implicado en las contiendas de oriente medio, ya que ofrece la posibilidad de que un niño palestino acceda al estrellato del pop. Esta sensación es especialmente buena si la situamos en Gaza, un lugar de triste recuerdo para la humanidad, y es de agradecer que de los escombros de la guerra surja un buen film " (3), a cuyo frente se sitúa el autor de 'Paradise Now' y 'Omar'.



(1) El triunfo palestino, diario 'El País', 2 de junio de 2016.
(2) Crítica de "Idol": Otra Operación Triunfo. Diario 'ABC', 2, junio de 2016.
(3) David Lewis. 'El ídolo': un seductor irresistible. San Francisco Chronicle,  26 de mayo de 2016.

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