La hora del terror: no lo pienses. Alex Zamm





Ficha técnica:


Título original: The Hauting Hour:  don't think about it.
País: Estados Unidos.
Año: 2007.
Duración: 85 minutos.

Director: Alex Zamm.
Guión: Billy Brown, Dan Angel-
Casting: Canice Kennedy y Shana Landsburg, c.s.a., Teri Fiddleman.
Director de Fotografía: Jacques Haitkin
Música: Chris Hajian.
Editores: Todd Ramsay, John Gilbert, a.c.e.

Maquillaje de efectos especiales: Gregory Nicoteo y Howard Berger.


Productor: Bill Siegler.
Productores ejecutivos: Dan Angel, Silly Brown. Margaret Loesch, Bruce Stein
Co-productor : George engel.
Diseño de producción: Rando Schmook.
Universal Studios Family Productions , The Hatchery, , LLC, en asociación con Steeltown Entertainment Project y Creata Entertainment.


Intérpretes:

Alex Winzenread: Max Keller,
Michelle Duffy: Ellen Keller,
Emily Osment: Cassie Keller,
John Hawkinson: Jack keller,
Cody Linley: Sean,
Britanny Elizabeth Curran: Priscilla Wright,
Tobin Bell: el extraño,
Collenen Dangel: Tanya,
Katelyn Pippy: Erin,
...

Sinopsis:


Cassie es una adolescente que se ha trasladado con su familia a una nueva ciudad. Allí compra un misterioso libro que no debe leer en voz alta, ya que tendría fatífdicas consecuencias.


Comentario:


De nuevo la protagonista es una familia que desea mejorar su estatus y se desplaza a un suburbio  a las afueras de la ciudad, en el que las casas, con frecuencia clónicas, están rodeadas de jardines, una prolongación maliciosa de la vegetación que rodea las urbanizaciones, que enriquece la imaginación poderosa de niños y adolescentes y favorece la contaminación de sus sueños con terribles pesadillas que alteran su realidad hasta tal punto que  llegan a confundirla con las pesadillas y los temores innatos de quien lo está descubriendo todo. Este es el contexto en que los maestros del slasher ubicaron sus historias con mucha más genialidad, y en las que los instrumentos de filo cortante (cuchillos de cocina, armas como navajas y otras más grandes, o las garras afiladas de Freddy Krueger) se convirtieron en el pasado en elementos imprescindibles de todas las historias. Las imágenes retorcidas de las ramas penetran en las habitaciones y se proyectan a modo de sombras chinas tras los cortinajes, con precedentes tan importantes como Poltergeist  (film que Tobe Hopper realizó en 1982 y que ha tenido secuelas),y constituyen la puerta de entrada de todos los monstruos que están preparados, suspendidos en las tradiciones orales y literarias, esperando cualquier resquicio para invadir las mentes más inmaduras. En este sentido el film no aporta nada nuevo en la presentación de los personajes y su ubicación en un contexto determinado, con una excepción interesante: la hija adolescente del joven matrimonio es una chica 'siniestra', que disfruta con los relatos de terror, asiste a convenciones sobre el tema-,y vive la etapa más rebelde de su vida; su look y su actitud poco femenina que la invita a acercarse a los chicos más que a las compañeras de su propio sexo la convierte en víctima propiciatoria del lado más oscuro de los jóvenes, el que los arrastra a hacer sufrir a uno de los suyos, mediante la práctica cruel del bullying, una auténtica pesadilla que con frecuencia acaba de forma trágica. El talante y el carácter de Cassie la convertirán en heroína y no en victima de cualquier complot.




Un film de 'terror' para adolescentes, en el que la 'rebeldía' se contempla como un valor propio de esa edad, con la confianza aburguesada de que, superados los años de la irascibilidad generalizada contra todo y contra todos, especialmente contra los padres, empeñados en poner normas y educar a sus hijos, todo tornará a la 'normalidad', todos serán felices y comerán perdices. Nadie saldrá dañado, ni siquiera el repartidor de pizzas. Y así es (y que nadie piense que es de otra manera). Mientras desfilan los créditos finales, en la parte izquierda de la pantalla vemos a la joven protagonista, ayer rebelde sin causa, arisca y poco agradable, contemplada como la heroína de los chicos,  contra la que nada pueden las niñatas de la clase, ahora peinada y vestida como una auténtica pija, convertida en una cantante indie, abandonadas las rastas  multicolores, y con la apariencia que corresponde a los de su clase. Podría concluir con el clásico letrero de otros tiempos: "Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia." ¿Quien no ha oido alguna vez como un padre presumía ante sus hijos y amigos adolescentes de aquellos tiempos en los que tiraba piedras a los policías, una época en la que todavía no era dueño del proceder civilizado que lo ha llevado al lugar que ocupa en la actualidad? Antes estaba abajo, ahora arriba, como ocurrirá con sus retoños si  siguen sus consejos. Un film amarillo y nada inocente. Como todos, pero éste en su vertiente 'carca'.

La parte técnica es bastante cutre y los efectos de maquillaje y creación de realidades alternativas carentes de imaginación, lo que nos obliga a reflexionar cada vez que tengamos la tentación de despacharnos a buenos profesionales con ciertas etiquetas de sobra conocidas por los amantes del cine. Como ocurre con todas las manifestaciones del hombre, cuando expresa  sus sentimientos y su visión de la realidad no se pueden calificar por los recursos que utilizan, sino por cómo los utilizan. Alex Zamm y su equipo han construido una mala película, que estos días se exhibe en el canal de terror BUZZ.





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