El regalo. Comentario.








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Crítica:


El film comienza con una deconstrucción de los elementos del género, una forma habitual de construir un thriller de terror, estructurado en tres actos reparadores, según terminología de Daniel Tubaut: el planteamiento, la confrontación con el tema que se plantea y la resolución del conflicto. Una cámara subjetiva, observa como una intrusa, desde el interior de una casa a sus nuevos inquilinos. Una construcción de estilo moderno años 50, con un diseño de planta abierta, en las que una parte importante de los muros ha sido sustituida por cristaleras, preparada para recibir a unos habitantes desprevenidos que esperan disfrutar de su nuevo hogar, se convertirá pronto en un infierno; fuera del hogar de Simon y Robby continúa el presentimiento de que la película se va a encaminar por los derroteros propios de un film plagado de imágenes truculentas; la inminente amenaza se presiente gracias a la colocación de una barrera de objetos frágiles, de cristal, entre aquellos que se encuentran en aparente peligro y el que pone en riesgo sus vidas . Poco a poco se va generando un clima  de tensión, hasta que a mitad del metraje se produce un giro que cambia radicalmente su significado y la película comienza a derivar hacia una historia de venganza, un reajuste de cuentas por agravios de otros tiempos, que en definitiva es una severa crítica de la sociedad patriarcal, en la que los individuos se dividen en empoderados o abusones, como los llama Robby y débiles desempoderados, según haya hecho mella en ellos la intransigencia y austeridad de los patriarcas; sólo hay ganadores y perdedores en esta sociedad blanca norteamericana. Un film que refuerza las tesis de From sobre la importancia de la infancia en el desarrollo de los hombres.

El giro final, apoya un texto de la Biblia que advierte acerca del peligro de  propagar falsedades, ya que quien lo hace  está cavando un profundo foso en el que él mismo caerá. La crítica ha sido unánime en el reconocimiento del trabajo de Joel Edgerton, el joven actor australiano, al otro lado de la cámara, que ha participado en películas como Kinky Boots, en la que interpretó a Charlie Price, al joven Owen Lars en la saga de Star Wars Episode II: Attack of the Clones y en Star Wars: Episode III - Revenge of the Sith, a Brendan Conlon en la película Warrior, a Tom Buchanan en el El gran Gatsby, a Rhamses II en la película Exodus: Gods and Kings o John Connolly en Black Mass. En esta película que él mismo dirige, su primer largometraje como director, tras los cortos The List (2008) y Monkeys (2011). Cuando se pone detrás de las cámaras hace un film de bajo presupuesto y alto interés.


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