El último gran héroe. John McTiernan.




Ficha técnica:


Título original: Last Action Hero.
País: Estados Unidos
Año: 1993.
Duración:120 minutos.

Dirección: John McTiernan.
Guión: Shane Black y David Arnott, basada en  una historia de Zak Penn y Adam Leff.
Casting: Jane Jenkins, C.S.A. y Janet Hirshenson, C.S.A.
Dirección de fotografía: Dean Semler, A.C.S.
Música: Michael Kamen.
Edición: John Wright, A.C.E.
Directores artísticos:  Marek Dobrowolski, Rick Heinrichs.
Decorador del set: Cindy Carr.
Consultor efectos visuales: Richard Greenberg.
Coordinador de especialistas: Fred M.Waugh, Joel Kramer, Vic Armstrong.

Diseño de Vestuario: Gloria Gresham.
Supervisor maquillaje: Jeff Dawn; maquillaje efectos especiales: Thomas Burman.
Estilista de peluquería: Peter Yothpal.

Productor: Steve Roth/Oak, John McTiernan,
Co-productor Robert E. Relyea, Neal Nordlinger.
Productor ejecutivo: Arnold Schwarzenegger.
Diseño de producción: Eugenio Zanetti.
Compañías. Productoras: Columbia ;Sony Pîctures DVD Center

Intérpretes:


Arnold SwarzeneggerJack Slater,
F. Murray Abraham: John Practice,
Art Carney: Frank,
Charles Dance: Benedict,
Frank McRae: Dekker,
Tom Noonan: Ripper,
Robert Prosky: Nick,
Anthony Quinn:  Vivaldi,
Mercedes Ruehl: Mom,
Austin O'Brien: Danny,
Sir Ian McKellen: La nuerte,
Meredith Caprice
Murray Josephson


Cameos:


Hammer. Little Richard, Robert Patrick. Sharon Stone. Jean-Claude Van Damme, entre otros.


Sinopsis:



EL CINE DE ACCIÇON SE AUTOLEGITIMA



Sinopsis:


La superestrella del cine de acción Arnold Sxhwarzenegger. irrumpe en la  pantalla como un  héroe de cine tridimensional en esta aventura sin fin del aclamado director John McTierman.

Comentario:


John McYiernan comienza con una grave contradicción: una película  protagonizada por un niño no recomendada para menores de 18 años. Jack Slater IV. Sigue con una parodia muy divertida del cine de acción norteamericano, que  a la más mínima ocasión que se presenta, concentra cientos de vehículos policiales con sus luces encendidas, un hecho que convierte en espectáculo cualquier estrategia de las fuerzas del orden, que quedarán pronto ridiculizadas por  la presencia altiva y desafiante del superpolicía, el héroe individual, que pone siempre  por delante la acción, a costa de la reflexión y contempla a los políticos y los diferentes cuerpos al servicio del orden como meros mamarrachos ineficaces.Y eso es lo que busca en el género un público, emblemtizado por Danny, Austin O'Brien, quien, como el protagonista de 'Los cuatrocientos golpes' de François Truffaut, hace pella en la escuela para ir al cine. Cuando lo abandona, expulsado amablemente por el proyectista de la sala, sale a la calle y una voz en off que funciona como transición entre secuencias y que pronto mostrará a su propietaria, la maestra de literatura y cine del chico, habla de William Shakespeare intentando dar carta de legitimidad al género que se representa en la pantalla: "Traición, conspiración, sexo, duelos de espada, locura, fantasmas, y al final todo el mundo muere. El 'Hamlet ' de Shakespeare es muy emocionante  y, aunque pueda parecer incapaz de emprender cualquier acción, él es, de hecho, uno de los primeros superhéroes." A  continuación les pone una versión cinematográfica británica de la obra del gran dramaturgo, interpretada por Lawren Olivier, que provoca las risas de sus alumnos, por lo que su rostro es sustituido en la imaginación del joven  protagonista por el muy cinematogáfico Arnold Sxhwarzeneger, un príncipe danés que dispara armas de fuego a diestro y siniestro. El actor ha iniciado su independencia del personaje, rompiendo la asociación que establece el espectador entre ambos, según Ortega y Gasset en su famosa obra 'El espectador y el lenguaje', Mientras Lawrence Olivier hace reflexionar a Hamlet sobre qué hacer, sobre ser  o no ser, el niño le grita: "No hables, hazlo." El mejor resumen de la aportación de la cultura americana al pensamiento occidental: la improvisación.

Comienza la desacralización del teatro y su sustitución por la nueva representación de historias por un nuevo modo de representación, el cine, en la que los nuevos héroes son ahora los trabajadores de los cines; los cameos a quienes han hecho grande el género y un amago de hipertextualidad que combina, la televisión y su excesiva fragmentación, con la que interactúa el espectador utilizando su mando y cambiando constantemente de canal, o el lenguaje de animación, el metalingüístico, que disocia entre realidad y ficción, obligando al público a una constante disociación entre la película que está visionando 'El último gran héroe' y la que esta contiene: Jack Slater IV,  una cinta de acción palomitera, producido por la Columbia . dirigido por Franco Columbo y protagonizada por Arnold Zchwarzenegger. Una entrada de cine, inmensa, dorada y dotada de poderes funciona como salvoconducto para pasar de la ficción a la realidad, y, a diferencia de 'La rosa púrpura de El Cairo' de Woody Allen, realizada en 1985, en la que un personaje de ficción saltaba de la pantalla a la sala de cine, y elevaba la autoestima de una pobre mujer maltratada, interpretada por Mia Farrow, es el pre-adolescente soñador, enamorado del cine, el que se ve dentro de la peligrosa y frenética historia que protagoniza su actor favorito, un sueño que anida en la mente de tantos niños, capaces de ver cientos de veces la misma película, un tic que durará mientras no hayan perdido la inocencia. El mito de Peter-Pan está minusvalorado en un mundo lleno de cínicos que esparcen la infelicidad; quien sueña poco daño hace a otra persona, que no sea, si acaso, a sí mismo.

Tras este prólogo muy interesante, el cine se enreda en una acción que se prolonga demasiado en el tiempo, en el que el culpable por excelencia, el que proyecta el film en las salas y cambia los royos, se convertirá en la víctima de la historia que se representa en la pantalla, que cuenta con un partner de Slater que en realidad es un intruso, aunque también nn elemento de gran ayuda, porque conoce las estrategias y las intenciones de personajes principales y secundario, el mayor apoyo de que puede disponer el héroe. Persecuciones, disparos a troche y moche arruinan hasta tal punto la buena idea que reducen el interés final del espectador, cuando Slater ha tomado conciencia de que es un ser ficticio y que el actor que lo representa, Arnold Swarzenegger, no sólo carece de iniciativa, sino que es un hombre superficial y antipático, al que domima su mujer. En definitiva un blandito que apenas tiene nada que ver con el personaje de ka saga que protagoniza.

McTiernan, el director de 'La caza del Octubre Rojo'  o 'Depredaror' (1988) , no realiza un film memorable, pero si una película divertida que funciona 26 años después de haber sido realizada, lo que no es despreciable, al tiempo que reflexiona sobre los grandes avances del hombre en su obsesión por crear vida, de hacer realidad el mito de Frankenstein, del que habla Noël Burch en 'El tragaluz del infinito.", que en el caso de Slater morirá cuando baje la taquilla. La película termina con un homenaje de Houdini y del arte que surgio en la etapa contemporánea_ el cine.



 

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