La memoria del agua. Matias Bize.




CINE PARA SUFRIR.


Ficha técnica:


Título original: Lamemoria del agua.
País: Chile,
Año: 2015
Duración.88 minutos.

Dirección: Matias Bize.
Gioón: Julio Rojas. Mayías Bize.
Dirección de Fotografía: Arnaldo Rodríguez.
Diección de Arte: Sebastián Oliveri.
Música_ Diego Fortecilla.
Montaje: Valeria Hernández.
Dirección de Arte: Sebastián Olivari.
Diseño de sonido: Martín Grignaschi.

Diseño de Vestuario:

Productor: Adrián Solar.
Productor ejecutivo: Diego Valenzuela.
Compañías.Productoras: Ceneca Produccionses (Chile) en co-producci´´on con Potenza Ptoducciones (España), Sdestada Cine (España), Niko Film (Alemania), con la participación de TVE, ZDZ Arte; distribuidora: Syldavia Cinema.


Intérpretes:


Elena Anaya :Amanda,
Benjamín Vicuña:  Javier,
Néstor Cantillana : Marcos,
Sergio Hernández : Pedro,
Silvia Marty :Mónica,
Alba Flores ;Carmen,
Antonia Zegers : Pamela


Sinopsis:



Tras el fallecimiento de su hijo, una pareja de jóvenes lucha para que su relación no se destruya. A pesar de que se quieren mucho, el dolor de la pérdida provoca que comiencen a distanciarse hasta que la ruptura se vuelve definitiva. En esta situación, cada uno de ellos busca construir una nueva vida lejos del otro y olvidar todo aquello que compartían. Pero un día se reencuentran y entienden que cualquier decisión es capaz de cambiar el transcurso de su historia para siempre. La actriz española Elena Anaya ('Todos están muertos') y el chileno Benjamín Vicuña ('Fuera de carta') dan vida a este matrimonio que tras sufrir un enorme batacazo deberá luchar para que su relación no se hunda de forma definitiva.

Críticas:


Aunque cualquier  película realizada en la lengua española, a un lado y otro del Atlántico, tiene recorrido la mitad del camino para una buena valoración, se introduce algún matiz.

Bize ha firmado una película sobria y nada exhibicionista, en la que, no obstante, acaba molestando lo suyo una banda sonora que parece obsesionada en fijar la tristeza en cada nota de piano, como quien clava mariposas en su gabinete entomológico. Vicuña y Anaya acaban sosteniendo la película: él, afinando su capacidad comunicativa en el ensimismamiento; ella, tocando el cielo de la conmoción con la fractura interior. En el desenlace, Anaya logra sobreponerse a un texto demasiado enfático en un pulso personal que certifica (1)

Alejandro Lingenti le da más duro: "Si la película no desarrolla una línea argumental más rica es porque Bize se concentra obsesivamente en la angustia de sus dos protagonistas: la cámara los sigue de cerca, acompaña su inestabilidad, registra cada gesto, remarca hasta el hartazgo lo que queda claro muy pronto e insiste en el punto. Entonces debe resolver a las apuradas el desenlace: una simple nevada sirve como disparador de un improbable reencuentro, que no durará mucho y quedará entrampado en un registro cercano a la melosa publicidad de una prepaga. Bize no evita los lugares comunes y termina, así, exponiendo a los protagonistas, que ponen el cuerpo para enfrentar una dura batalla contra los estereotipos, pero no salen del todo indemnes." (2)

Estamosrodanto le da un aprobado holgado basado en que: Para Bizé el reto en este rodaje ha sido contar una historia "tan dura" de una manera "luminosa" y conseguir que emocione y conmueva siendo "sutil y elegante". Así, ha expresado que, para él, lo interesante era que el espectador se llevara algo de la película y que cada uno completara la historia. Durante la película, el hijo de ambos, Pedro, no aparece físicamente a lo largo de las escenas, con ello, el director ha pretendido que cada persona ponga cara al personaje y lo complete. "Vemos a Pedro pero no le vemos, cada uno tiene su propio Pedro", ha explicado. (3)



(1) Tras la pérdida. Diario 'El País', 5de agosto de 2016.
(2) Peligrosa obsesión por los detalles, Diario 'La Nación', Argentina,  3 de noviembre de 2015.
(3) 'La memoria del agua', una película 'para reflexionar' y dejar semilla en el espectador. estamosrodando, 19 de julio de 2016.



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