Los hombres libres de Jones. Gary Ross.











Ficha técnica:


Título original: Free State of Jones.
País: Estados Unidos.
Año: 2016.
Duración: 139 minutos.

Dirección: Gary Ross.
Guión: Gary Ross.
Dirección de Fotografía: Benôit Delhomme,
Música: Nicholas Britell,
Edición: Pamela Martín, Juliette Welfling
Dirección artística: Andrew Max Cahn, Chris Caine, Dan Webster.
Decorador del set: Larry Dias.

Diseño de Vestuario: Louise Frogley.
Maquillaje: Gloria Belz,
Peluquería: Lawrnell Bell-Rattler.

Productores: John Kilik, Gary Ross, Scott Stuber.
Productores ejecutivos: Oren Aviv, Michael Bassik, Robin Bissell, Lenny Feder, Adam Fogelson, Stuart Ford, Leonard Hartman, T.G.Herrington, Matt Jackson, Russell Levine, Christopher Lytton, Sandino Moya Smith, Bruce J.Nachbar, Donald Tang, Zhongjun  Wang, Zonglei Wang, Lee Jae Woo, Christopher Woodrow.
Productor en línea: David Pomier.
Diseño de producción: Philip Messina.
Compañías.


Intérpretes:


Matthew McConaughey:  Newton Knight,
Keri Russell : Serena Knight,
Gugu Mbatha-Raw : Rachel,
Sean Bridgers : Sumrall,
Jill Jane Clements : Tía Sally,
Mahershala Ali : Moses Washington,
Jacob Lofland : Daniel,
Christopher Berry : Jasper Collin,
Wayne Pére : Coronel Robert Lowry,
Gary Grubbs :  Fiscal,
...

Sinopsis:


Ambientada en la Guerra Civil estadounidense, 'Los hombres libres de Jones' cuenta la historia de un desafiante agricultor sureño, Newt Knight (Matthew McConaughey), lider de un grupo de desertores sureños cansados de luchar por los intereses de los más ricos,y su extraordinaria rebelión armada contra la Confederación, con el apoyo de esclavos locales en el  condado de Jones de Missisippi. Uniéndose con otros pequeños granjeros y con la asistencia de esclavos locales, Knight organizó un levantamiento que llevó al condado de Jones (Missisipi) a separarse de la Confederación, creándose el Estado Libre de Jones. Su matrimonio con una antigua esclava, Rachel (Gugu Mbatha-Raw), y su posterior establecimiento de una comunidad mestiza fue un ejemplo único de la posguerra en el Sur. Knight continuó su lucha durante la Reconstrucción, distinguiéndose como una convincente pero controvertida figura que llevó su desafío más allá de la guerra.


Crítica:


En general bien valorada por la prensa, con algunas excepciones como el posicionamiento de:

Francisco Marinero, que, la verdad, da un argumento poco convincente para rebajar la calificación del film: El argumento es interesante y cargado de incidencias, pero se ve con total escepticismo porque ni hay progresión en la formación del ejército ni se explica su logística y apenas se muestran sus escaramuzas. Más que una evocación del héroe democrático y antiesclavista es una canonización que recuerda, o imagina, todas sus buenas acciones...(1) Sin embargo hay algo que deja entrever, al espectador avisado, el cine norteamericano, y es que no sólo el fin de la guerra y el triunfo de los yanquis no acabó con el esclavismo de facto, y luego fue seguido por el segregacionismo más espantoso. Steve McQueen en '12 años de esclavitud realiza la más severa denuncia, pocas vista en el cine, del poder de los señores feudales sureños, ante el que temían rebelarse los 'progresistas' de la época, ya fueran hacendados como Ford (Benedict Cumberbatch) que temen a sus propios capataces airados, o el carpintero canadiense Bass, un abolicionista interpretado por Brad Pitt, dos testimonios de lo peligroso que podía llegar a ser, en vísperas de la guerra que acabaría con la esclavitud como sistema económico, oponerse a sus máximos representantes; el coproductor Brad Pitt se  reservó para sí un papel breve pero fundamental, porque verbaliza ese temor, a pesar de que está dispuesto a correr el riesgo, no porque sea un placer ayudar a un hombre, sino porque es su deber.

David Ehrlich, que quizás ignora que el cine es una fábrica de ideología y que él mismo adopta una postura, echa de menos el cine bélico y reprocha a Gary Ross la falta de empuje y de gloria, ignorando si el director ha querido hacer una película bélico o dar una lección de historia, cuando es precisamente ese didactismo el mayor valor que encuentra en la película A.O.Scott, el crítico de The New York Times. Y aburrimiento le produce a Peter Travers (Rolling Stone) esta lección de historia, contestado por Richard Roeper quien afirma que el film no es una película histórica, sino un entretenimiento comercial de Hollywood que respeta la historia y que anima a la reflexión  y el debate. Parece que Gary Ross ha descubierto la esencia del cine: informa a la vez que entretiene.





(1) Secesión en la secesión, diario 'El Mundo', 15 de septiembre de 2016.




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