Anticristo. Lars Von Trier.

Imagen propiedad de Juanma Pastor, Tanja Fushberger y Rosa Labrandero

Lars Von Trier ha realizado un film muy cuestionado, más por la forma que por el fondo, Anticristo, dividida en capítulos precedidos por un rótulo que anuncia su contenido (emulando a Godard). Una mujer intelectual, que escribe un libro sobre la caza de brujas en la Edad Media, sufre un profundo trauma cuando muere su hijo mientras hace el amor con el marido. Él decide cuidarla, puesto que es psicólogo, y cree que alcanzará la curación, venciendo a sus miedos, en el bosque, en el que anteriormente se había refugiado con su hijo, para escribir y estudiar con tranquilidad, en una cabaña que llama Edén. Pero, en contra de lo esperado por el hombre, al instalarse en el bosque, amenazante y torturador ( no como el de Bergman, sino emotivo como el de Tarkovski al que dedica la película), el caos se desata, los animales hablan y aparecen autodestruyéndose o pariendo; la mujer decide vengarse del hombre que la manipula y se desata la tragedia.

El hombre la mata, pero sucumbe ante multitud de mujeres que aparecen en el bosque. Julio Rodriguez afirma que " es una cinta que no se puede recomendar indiscriminadamente porque está hecha desde el sufrimiento y la incomodidad; "Anticristo" es concebida como la terapia de Lars Von Trier para salir de su propia depresión" Dedica el filme a algunos de mis directores favoritos, como Ingmar Bergman , Fellini o Andrei Tarkowsky. Pero, a diferencia de los anteriores, si busca distanciarse de sus orígenes, de Dogma 95, su resultado es retorcido, pretencioso e hiperestético.