White Noise 2: La luz. Patrick Lussier





Ficha técnica:


Título original: White noise 2.
País: Cabnadá.
Año: 2007.
Duración: 94 minutos.

Dirección: Patrick Lussier.
Guión: Matt Venne.
Casting: Maureen Webb.
Dirección de Fotografía: Brian Pearson, CSC.
Música: Normand Corbeil; música adicional: Hal Foxton Beckett.
Editores: Tom Elkins, Patrick Lussier.
Coordinadores de especialistas: Scott Ateah, Ryan Ennis.
Director artístico: Catherine Schroer.
Diseñadores del set: David Hadaway y Vicky Peters.
Decorador del set: Shane "Perro" Vieau.

Diseño de Vestuario: Maya Mani.
Responsable de maquillaje: Margaret Yaworsky.
Estilista de peluqueríaKandace Loewe.

Productor: Shawn Williamson.
Productores ejecutivos: Paul Brooks. Scott Nimeyer, Stephen Hegyes.
Productor  en línea: Brad Van Arragan.
Diseño de producción: Andrew Neskoromny.
Compañías Productoras: Brightlight Pictures asociada con Gold Circle Films.

Intérpretes:


Nathan Fillion: Abe Dale,
Katee Sackhoff: Sherry Clarke,
Craig Fairbrass: Henry Caine,
Adrian Holmes: Morty Bloom,
Kendall Cross: Rebecca Dale,
Teryl Rothery: Julio Caine,
William MacDonald: Doctor Karros,
Josh Ballard: Donny Dole,
David  Milchard: Kurt,
Tegan Moss: Liz,
Michael Ryan: hombre sin techo,
...


Sinopsis:


Tras el asesinato de su mujer, Abe Dale intenta suicidarse. Antes de ser reanimado por los médicos, Abe vive una experiencia cercana a la muerte en la que vislumbra una brillante luz blanca. A partir de entonces, un extraño poder lo acompaña. Abe es capaz de percibir una inquietante aura en las personas que están a punto de morir. Al intentar salvarles de su destino, descubre que tendrá que pagar un alto precio por interferir en el orden natural de la vida y la muerte


Comentario:


"En Estados Unidos mueren 10.000 personas cada día. La mayoría de muertes se producen en entornos urbanos. Un habitante de una gran ciudad puede cruzarse cada día con 1,7 personas que habrán fallecido al  final de la jornada." (Instituto Nacional de Estadística-2002)

Con esta leyenda comienza el film canadiense que aborda la cuestión de la que muchos hablan pero pocos han experimentado, como la probabilidad de que cuando alguien está a punto de morir ve una luz blanca al final de un túnel, un fenómeno que ha sido objeto de cientos y cientos de relatos ficticios, literarios y cinematográficos, con mayor o menor fortuna.  White Noise 2 es el mayor ejemplo de que una cosa es predicar y otra dar trigo. Patrick Lussier, que fue el editor de la mayoría de películas de Wes Craven (Scream, Red Eye), y ha realizado películas de escasa relevancia (Dracula 2000, Ángeles y demonios III, entre otros trabajos ), es el mejor testigo de la razón por la que Frank Capra decidió aprender el oficio de montador y de esta manera evitar que cualquier otro introdujera alteraciones o ruidos en su discurso, ya que la posibilidad de cortar y pegar, de seleccionar tomas y ordenarlas de una forma determinada es el verdadero sujeto de la enunciación.

La secuencia que inicia el film es muy fácil de interpretar. Sólo hace falta leer con atención la sinopsis y la causa del asesinato de la familia del protagonista se revela con más claridad que la el aura que acompaña a los que van a dejar pronto esta vida. White Noise 2 es una película que pone en evidencia a quienes asocian el término mainstream con producto hecho a la manera comercial, vulgar, sin gusto, pero con muchos recursos. No son pocos los que, partiendo de orígenes modestos, han acabado realizando obras maestras, financiadas por ellos mismos y las propias compañías productoras que crearon para tal fin que  algunos críticos meten en el paquete, mientras otros, sin talento pero procedentes de familias poderosas han realizado auténticos bodrios desde el comienzo al final de su carrera. No se puede decir que Patrick Lussier careciera de oportunidades de aprender el oficio de director y ponerse al frente de un equipo, pero no ha logrado ser Wes Craven. Si deconstruímos la historia, veremos que no faltan elementos que, bien manejados y ordenados hubieran producido terror; no es el caso, en ocasiones llega hasta el ridículo.

Abe Dale, afectado por lo que un parapsicólogo, que desaparece pronto de su vida, diagnostica como ECM (Experiencia Cercana a la Muerte) se convierte en receptor desintonizado que puede comunicarse con los muertos sin estar conectado, y se dedica a salvar a todas aquellas personas que se cruzan en su camino, ese 1,7 personas con las que nos cruzamos y que fallecerán antes de finalizar la jornada, que se identifican porque lucen una espectacular aura premonitoria. Salvarlas se convierte en una práctica auténtica obsesión, a la que se añade la creencia de que se hace responsable de cada persona que salva. Cuando la religión entra en juego el tema se le desborda, descarrila y pierde todo interés por saber contra qué se va a estrellar. No es ya que los sustos sean previsibles, sino que no son en absoluto eficaces y al público ha dejado de importarle si lo que sufre el protagonista es un trastorno mental o una posesión infernal. Terrible.

Se puede ver esta película en el videoclub de las plataformas que disponen de TIVO.


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