El verano de sus vidas. Rob Reiner.










Ficha técnica:


Título original: The Magic of Belle Isle.
País: USA.
Año: 2012.
Duración: 105 minutos.

Dirección: Rob Reiner.
Guión: Rob Reyner, Guy Thomas, Andrew Scheinman.
Casting: Susan Shopmaker.
Dirección de Fotografía: Reed Morano.
Música: Marc Shaiman.
Editor: Dorian Harris, a.e.c.
Coordinador de especialistas: Manny Siverio.
Director artístico: Kevin Bird.
Decorador del set: Sara Parks.

Diseño de Vestuario:Shawn-Holly Cookson.
Jefe de departamento de maquillaje: Deena Adair.
Estilista de peluquería: M.Alsondo.

Productores: Salli Newman, David Valdes. Rob Reiner, p.g.a., Alan Greisman, p.g.a. y Lori McCreary, p.g.a.
Productores ejecutivos: Martin Shafer, Liz Glotzer, Jared Ian Goldman.
Diseño de producción: Tom Lisowski.
Compañías: Castle Rock Entertainment,  Revelations Entertainment para  Firebrand/Summer Magic Production, Voltage Pictures. Distribución: De APlaneta.


Intérpretes:


Morgan Freeman: Monte Wildhorn,
Kenan Thompson: Henry,
Virginia Madsen: Charlotte O'Neil,
Emma Fuhrmann: Finnegan O'Neil,
Madeleine Carroll: Willow O'Neill,
Debargo Sanyal: Mahmoud,
Fred Willard: Al Kaiser,
Jessica Hecht: Karen Loop,
Christopher McCann: editor Owner,
Lucas Rooney: Clown,
Nicolette Pierini: Flora O'Neill,
C.J.Wilson: Capitán de bomberos,
Ash Christian: Carl Loop,
Kevin Pollack: Joe Viola,
Boyd Holbrook: Luke Ford.

Sinopsis:


El escritor Monte Wildhorn, tras la muerte de su esposa, ha perdido la fe en el mundo, se ha convertido en un misántropo y se ha entregado al abuso del alcohol. Su sobrino, preocupado por él le busca un lugar para pasasiquiera  las vacaciones: la casa de veraneo de un músico, amigo suyo, que le pone sólo una condición, que cuide de su perro..Allí conoce a Charlotte O'Neill, una atractiva divorciada que intenta empezar una nueva vida, y a sus tres hijas, Flora de 6 años, Finnegan de 10 y Willow de 15, que le ayudarán en su intento de abandonar el alcohol y en su vuelta a la escritura.

Críticas:


La única crítica que recoge Filmaffinity, una página especializada en esta materia, no es precisamente muy complaciente con la película de Rob Reiner, que ni siquiera  Wikipedia incorpora en su filmografía: 'The Magic of Belle Isle' asfixia las dos mejores interpretaciones del año -por Morgan Freeman y Virginia Madsen - en suficiente dulzura familiar como para inducir a un shock diabético." (Lou Lumenik. New York Post).

La página Rotten Tomatoes refleja una seria discrepancia entre la crítica y sus lectores; el tomatometer da un índice de aceptación del 30 % de la prensa especializada, consultadas 33 reseñas, y del 62 % (una nota muy aceptable) del público, pulsada la opinión de 3.789 usuarios. Una diferencia que sólo se puede explicar si partimos del hecho de que muchos creadores de opinión sólo acuden a los pases de prensa, pierden el contacto con los espectadores y se alejan cada vez más de la realidad que los circunda.

Rob Reiner es un actor y director que se acerca a los 70 años y últimamente hace películas dirigidas a uno de los sectores más importantes, los  jubilados y pensionistas que acuden cada día a las salas comerciales, que desean que cada verano sea 'el verano de su vida', (por si acaso el que viven es el último), y demandan lo que se ha dado en llamar feel good movies, un género de películas que buscan ante todo que el público lo pase bien con un film placentero, con música melódica y agradable, lo más alejada posible de las grandes superproducciones que inundan los géneros de acción, fantasía o terror, sin olvidar la ciencia-ficción, que se nutren de las últimas tecnologías, cuyo resultado no soportan. Morgan Freeman, un escritor en una silla de ruedas, reconoce abiertamente que un simple teléfono móvil exige un esfuerzo intelectual que no está dispuesto a realizar.

Tanto 'El verano de sus vidas'/'The Magic of Belle Isle' como su última realización, 'Así no va'/'And So It Goes' (2014) nos muestran a unos personajes que están dejando atrás su época de actividad profesional y se dirigen hacia un merecido jubileo. Una mujer, más joven o igual que ellos, hará renacer la esperanza de iniciar la tercera etapa de sus vidas con nuevas ilusiones. El problema no reside tanto en lo más o menos dulzona que sea la película, diciendo a la par que tanto Morgan Freeman  como Virginia Madsen realizan las dos mejores interpretaciones del año, como sentencia el crítico, sino en el auto-engaño a que se somete el subtexto y hacia el que se intenta inducir al público. El protagonista está pasando por un mal trance, como la mayor parte de los vecinos que lo rodean en el paradisíaco lugar de vacaciones que ha elegido el sobrino de un escritor hemipléjico , (uno muere de infarto por realizar ejercicios físicos extremos, las mujeres están en proceso de divorcio, el único joven que se hace visible está discapacitado), sin embargo la cercanía del hombre a una familia constituida por un bella mujer y sus encantadoras hijas obrará el milagro.

No sólo Rob Reiner opta por el amor romántico en lugar del cariño maduro propio de la edad de los protagonistas, creándose situaciones que en algunos momentos rozan el ridículo y no porque no seamos capaces de entender que un hombre o una mujer maduros, dotados de una inteligencia inusual no puedan enamorar a otros u otras más  jóvenes, e incluso perder el oremus , es decir, el juicio o la cordura en sus romances,  algo que todos hemos podido comprobar más de una vez, sino porque ciertas expresiones, sea cual sea la edad del que las emite, resultan ridículas. Podemos comprobar que cada cineasta célebre ha envejecido de una forma diferente acorde con su trayectoria: Clint Eastwood desafiando al destino y haciendo un cine propio de los realizadores más jóvenes, sin hacer ascos a las nuevas tecnología que influyen en su relato audiovisual; Woody Allen abandonando las pantallas y realizando productos cada vez más decadentes y Rob Reiner haciendo películas comerciales, dirigidas ahora a un público  mayoritario: el que tiene su misma edad y acude masivamente al cine.

El verano de sus vidas no es ni la más ñoña ni la más dulzona de las películas que se pueden ver cada día, pero si una de las más demagógicas y engañosas que, alejándose de otras como la saga del Hotel Marigold, pretenden hacernos creer que cualquiera de nosotros, perdidas las fuerzas y sentados en una silla de ruedas puede jugar en igualdad de condiciones con los más fuertes e incluso hacer de canguro de dos niñas y una adolescente. Y lo mejor de todo, cuando sale el sol,  incluso puede vender su primera novela para realizar una adaptación cinematográfica. Listo, atractivo y con dinero puede aspirar a lo que desee, eso sí, abandonando la ciudad y sus miserias y refugiándose en un lugar bucólico, en el campo disfrutando de verdaderos amigos y, a ser posible, amantes. Fastuoso y autocomplaciente.



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