Vértigo (De entre los muertos). Alfred Hitchcock.
Ficha técnica:
Título original: Vértigo.
País: Estados Unidos.
Año: 1958.
Duración: 120 minutos.
Dirección: Alfred Hitchcock
Guión: Alec Coppel y Samuel Taylor, basado en la novela de Pierre Boileau y Thomas Narcejac, 'De entre los muertos'.
Director de Fotografía: Robert Burks. Color tecnicolor. LLevó a cabo el esquema de colores rojos y verdes de Hitchcock y usó filtros de velo para crear un ambiente onírico.
Efectos especiales: John Fulton. Decorados: Hal Pereira, Henry Bumstead, Sam Comer y Frank McKelvey.
Consejero: Richard Mueller.
Música: Bernard Herrmann.
Sonido: Harold Lewis y Winston Leverett.
Títulos: Saul Bass.
Restauradores del film: Harris y Katz
Vestuario: Edith Head.
Ayudante de dirección: Daniel McCauley.
Productor Manager: 'Doc' Erickson
Productor asociado: Herbert Coleman
Estudios: Paramount. Exteriores: San Francisco. Distribución: Paramount
Intérpretes:
James Stewart: John 'Scottie' Ferguson,
Kim Novak: Madeleine Elster y Judy Barton,
Barbara Gel Beddes: Midges,
Henry Jones: el forense,
Tom Helmore: Gavin Elster,
Raymond Bailey: el doctor,
Ellen Corby, Konstantin Shayne, Lee Patrick.
Sinopsis:
Scottie Fergusson (James Stewart) es un detective de la policía de San Francisco que tuvo que retirarse a causa del vértigo que padece desde que un compañero cayó de una cornisa al vacío, mientras perseguían a un delincuente. Gavin Elster (Tom Helmore), un viejo amigo del colegio, lo contrata para que vigile a su esposa Madeleine (Kim Novak), una bella mujer que se cree la reencarnación de una muerta e intenta suicidarse. Tras salvarle la vida, Scottie ve como ésta, presa también del vértigo, se precipita al vacío desde un campanario. Pero, después de sufrir una depresión, porque se había enamorado de ella, ve por la calle a Judy, una doble de Madeleine, dando comienzo a la verdadera y apasionante intriga.
Comentario.
La película del director británico más aclamada por la crítica apenas cubrió gastos y no levantaba pasiones en Hitchcock, que minusvaloraba el trabajo de la muy carnal, parafraseando a Truffaut, Kim Novak. Noél Simsolo cree que en esta obra A.H.consiguió la ósmosis entre el cine negro y su universo particular, en la que la búsqueda personal y las obsesiones del cineasta están en perfecta armonía con lo que supone esta tendencia: pesadilla,usurpación de identidad, atracción sexual, detective privado, mujer fatal, destino demoledor, desdoblamiento engañoso, dualidad aplastante, deseo de crear un ser de acuerdo con las propias fascinaciones eróticas. La poesía hace surgir fantasmas de la realidad, más allá de la verosimilitud y de la lógica psicológica.
Juan Zavala destaca el carácter morboso y fetichista de Hicthcock y la mejor transposición de estas obsesiones a la pantalla la realiza James Stewart en Vértigo, empeñado en crear, vestir y teñir a la mujer de sus sueños. Esta escoptofilia o voyeurismo masculino se revela en la entrevista que Truffaut hace a Hitchcock. El director ve a Scottie como un hombre que se esfuerza por desnudar a la mujer en lugar de vestirla; cuando entra en la habitación después de teñirse de rubia, él muestra su descontento porque no se ha peinado en forma de moño, lo que interpreta como que está casi desnuda delante de él, pero todavía se niega a quitarse la braguita; cuando ella regresa peinada según el gusto de su oponente masculino, ya está desnuda y dispuesta para amar.
Esta misma emoción demuestra Truffaut, cuando comenta la escena en la que James Stewart, contempla a la mujer que había repescado en el río, desnuda en la cama, a la que él había quitado la ropa y por lo tanto la deducción era sencilla y lógica: ¡la había visto desnuda! Boileau y Narcejac escribieron De entre los muertos para Hitchcock, cuyos derechos adquirió la Paramount. La obra está dividida en dos partes:, la primera llega hasta la muerte de Madeleine y su caída desde lo alto del campanario; la segunda cuando el protagonista encuentra a la muchacha morena, Judy, que se parece a Madeleine porque es ella, pero logra despistarlo. Tras aceptar el engaño la obliga a transformarse en su antigua amante, y cada paso que da en esta dirección, a pesar de ofrecer resistencia, ella sabe que acabará siendo descubierta. El thriller y el sexo se fusionan en un film sexo psicológico, en el que un hombre intenta recrear una imagen sexual imposible: acostarse con una muerta.
El director crea un halo de misterio en torno a la mujer, bien con filtros verdes, o rodando la secuencia de su transformación en la otra, en el Empire Hotel de Post Street,en cuya fachada hay un anuncio de neón verde,que parpadea constantemente, y hace volver a la muchacha de entre los muertos. (Alfred Hitchcock. Barcelona. Cinema Club Collection, 1990, p. 143) Bruno Villien la considera la película más romántica de Hitchcock, quien profundiza hasta el fin en los fantasmas de un hombre enamorado. Scottie transforma a Judy para hacerla igual a la imagen perfecta que lo atormenta, apasionándose por una mujer imaginaria y actuando como Pigmalion cuyo objetivo es realizar una transformación total, física e intelectual. José Luis Guaner destaca la secuencia de amor fu, en la que la revivida Madeleine surge de la niebla para besar al estático protagonista, mientras la habitación desaparece mágicamente y un fantástico, inexplicable movimiento circular, - magnificado con la música de Bernard Herrmann, inspirada en el 'Liebestod' de Tristán e Isolda, otra clave para entender 'Vértigo'- señala la abolición del presente y el triunfo del pasado.
En el corto producido y dirigido por Harrison Engle, en torno a la restauración de la considerada como la 'obra maestra' de Hitchcock, en el que participan miembros del equipo de rodaje y el cineasta Martin Scorsese, éste la define como " una mirada perturbadora a la sociedad, honesta, y de una gran complejidad psicológica, que ha perdurado a través de los años." Hitchcock nos proporciona la última imagen de este corto con un primer plano de su rostro, que muestra un ojo gigantesco, agrandado por una lupa, que evidencia esta mirada perturbadora e inquisitiva, con frecuencia malsana, con la que el hombre demuestra su obsesión por transformar a la mujer y adaptarla a sus fantasías; la mayor obcecación por parte del asesino es modelarla, hacer de ella un ser exquisito que extasíe a su amigo y le haga caer en el engaño , y en la segunda, el hombre enamorado se empecina en recrearla a imagen y semejanza de la mujer muerta, tal y como había sido creada para atraparlo (sic.A.H.).
Al final la sorpresa que confirma la duda, aunque la trama se había revelado a los espectadores al comenzar la segunda parte. La parte sexual y psicológica trata, según el cineasta, de un hombre que crea una imagen sexual con la que no puede acostarse hasta que no la convierta en la persona con quien quería tener sexo, o, metafóricamente, disfrutar de una forma de necrofilia. De eso trata realmente, confiesa Hitchcock a François Truffaut, que disfruta en las escenas en las que James Stewart se comporta como un maníaco, cuando la lleva a comprar ropa y zapatos. Pero su oponente americano va más lejos que él cuando expresa verbalmente su fetichismo que se manifiesta de la forma más apasionada cuando describe el momento e el que se tiñe de nuevo el pelo de color rubio y se convierte en su 'muñequita preferida', a imagen y semejanza de otras de sus protagonistas, que se adaptan al mismo concepto visual. Como hemos dicho arriba, cuando entra en la habitación con el pelo claro, casi albino pero suelto, es, para él, (en la intención de su creador), como si se hubiera desnudado y no se hubiera quitado las bragas. Cuando entra en el baño, él espera que por fin se desnude y se prepare para él; la mujer emerge, tras este intervalo, como una diosa, envuelta por una bruma verde, producida por un velo que incrementa la sensación de misterio e intensifica el deseo a un lado y otro de la pantalla, que se representa con ese beso largo entre los amantes. El film que tenía el nombre inicial de "From among the dead" se había transformado en "Vertigo".
Juan Zavala destaca el carácter morboso y fetichista de Hicthcock y la mejor transposición de estas obsesiones a la pantalla la realiza James Stewart en Vértigo, empeñado en crear, vestir y teñir a la mujer de sus sueños. Esta escoptofilia o voyeurismo masculino se revela en la entrevista que Truffaut hace a Hitchcock. El director ve a Scottie como un hombre que se esfuerza por desnudar a la mujer en lugar de vestirla; cuando entra en la habitación después de teñirse de rubia, él muestra su descontento porque no se ha peinado en forma de moño, lo que interpreta como que está casi desnuda delante de él, pero todavía se niega a quitarse la braguita; cuando ella regresa peinada según el gusto de su oponente masculino, ya está desnuda y dispuesta para amar.
Esta misma emoción demuestra Truffaut, cuando comenta la escena en la que James Stewart, contempla a la mujer que había repescado en el río, desnuda en la cama, a la que él había quitado la ropa y por lo tanto la deducción era sencilla y lógica: ¡la había visto desnuda! Boileau y Narcejac escribieron De entre los muertos para Hitchcock, cuyos derechos adquirió la Paramount. La obra está dividida en dos partes:, la primera llega hasta la muerte de Madeleine y su caída desde lo alto del campanario; la segunda cuando el protagonista encuentra a la muchacha morena, Judy, que se parece a Madeleine porque es ella, pero logra despistarlo. Tras aceptar el engaño la obliga a transformarse en su antigua amante, y cada paso que da en esta dirección, a pesar de ofrecer resistencia, ella sabe que acabará siendo descubierta. El thriller y el sexo se fusionan en un film sexo psicológico, en el que un hombre intenta recrear una imagen sexual imposible: acostarse con una muerta.
El director crea un halo de misterio en torno a la mujer, bien con filtros verdes, o rodando la secuencia de su transformación en la otra, en el Empire Hotel de Post Street,en cuya fachada hay un anuncio de neón verde,que parpadea constantemente, y hace volver a la muchacha de entre los muertos. (Alfred Hitchcock. Barcelona. Cinema Club Collection, 1990, p. 143) Bruno Villien la considera la película más romántica de Hitchcock, quien profundiza hasta el fin en los fantasmas de un hombre enamorado. Scottie transforma a Judy para hacerla igual a la imagen perfecta que lo atormenta, apasionándose por una mujer imaginaria y actuando como Pigmalion cuyo objetivo es realizar una transformación total, física e intelectual. José Luis Guaner destaca la secuencia de amor fu, en la que la revivida Madeleine surge de la niebla para besar al estático protagonista, mientras la habitación desaparece mágicamente y un fantástico, inexplicable movimiento circular, - magnificado con la música de Bernard Herrmann, inspirada en el 'Liebestod' de Tristán e Isolda, otra clave para entender 'Vértigo'- señala la abolición del presente y el triunfo del pasado.
En el corto producido y dirigido por Harrison Engle, en torno a la restauración de la considerada como la 'obra maestra' de Hitchcock, en el que participan miembros del equipo de rodaje y el cineasta Martin Scorsese, éste la define como " una mirada perturbadora a la sociedad, honesta, y de una gran complejidad psicológica, que ha perdurado a través de los años." Hitchcock nos proporciona la última imagen de este corto con un primer plano de su rostro, que muestra un ojo gigantesco, agrandado por una lupa, que evidencia esta mirada perturbadora e inquisitiva, con frecuencia malsana, con la que el hombre demuestra su obsesión por transformar a la mujer y adaptarla a sus fantasías; la mayor obcecación por parte del asesino es modelarla, hacer de ella un ser exquisito que extasíe a su amigo y le haga caer en el engaño , y en la segunda, el hombre enamorado se empecina en recrearla a imagen y semejanza de la mujer muerta, tal y como había sido creada para atraparlo (sic.A.H.).
Al final la sorpresa que confirma la duda, aunque la trama se había revelado a los espectadores al comenzar la segunda parte. La parte sexual y psicológica trata, según el cineasta, de un hombre que crea una imagen sexual con la que no puede acostarse hasta que no la convierta en la persona con quien quería tener sexo, o, metafóricamente, disfrutar de una forma de necrofilia. De eso trata realmente, confiesa Hitchcock a François Truffaut, que disfruta en las escenas en las que James Stewart se comporta como un maníaco, cuando la lleva a comprar ropa y zapatos. Pero su oponente americano va más lejos que él cuando expresa verbalmente su fetichismo que se manifiesta de la forma más apasionada cuando describe el momento e el que se tiñe de nuevo el pelo de color rubio y se convierte en su 'muñequita preferida', a imagen y semejanza de otras de sus protagonistas, que se adaptan al mismo concepto visual. Como hemos dicho arriba, cuando entra en la habitación con el pelo claro, casi albino pero suelto, es, para él, (en la intención de su creador), como si se hubiera desnudado y no se hubiera quitado las bragas. Cuando entra en el baño, él espera que por fin se desnude y se prepare para él; la mujer emerge, tras este intervalo, como una diosa, envuelta por una bruma verde, producida por un velo que incrementa la sensación de misterio e intensifica el deseo a un lado y otro de la pantalla, que se representa con ese beso largo entre los amantes. El film que tenía el nombre inicial de "From among the dead" se había transformado en "Vertigo".
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