Cielo sobre Berlín. Wim Wenders.






Ficha técnica:


Título original: Wings of desire.
País: República Federal Alemana.
Año: 1987.
Duración: 128 minutos

Dirección: Wim Wenders.
Asistente director: Claire Denis.
Guión: Wim Wenders y Peter Handke,
Dirección de Fotografía: Henri Alekan.
Música: Jürgen Knieper.
Editor: Peter Przygodda.
Dirección artística: Heidi Lüdi SFK

Productor ejecutivo: Ingrid Windisch.
Compañías productoras: Sherlock Films. Janus Films, Road Movies Berlin & Argos Films París.



Intérpretes:


Bruno Ganz: Damiel,
Solveig Dommartin: Marion,
Otto Sander: Cassiel,
Curt Bois: Homer,
Peter Falk : Peter Falk,
...

Premios:


Mejor Director del Festival de Cannes

Sinopsis:


Dos ángeles vagan por el Berlín de la posguerra. Aunque invisibles para los seres humanos dan su ayuda y comodidad a todas las almas solitarias y de`rimidas que conocen. Después de muchos siglos, uno de ellos, infeliz con su inmortalidad, desea convertirse en humano. Su fascinación por una joven trapecista con dudas y temores le hace anhelar una vida donde pueda sentir la felicidad y el amor.


Comentario:


El film comienza con el plano de unas manos escribiendo en un papel un texto que todavía no tiene sentido para el espectador:"Cuando el niño era niño, caminaba balanceando los brazos. Quería que el riachuelo fuera un río, el río un torrente y este charco, el mar. Cuando el niño era niño, no sabía que era un niño. Todo le parecía lleno de vida y todas las almas, una sola.. Cuando el niño era niño, no tenía opiniones sobre nada, no tenía costumbres. Se sentaba en el suelo con las piernas cruzadas, echaba a correr, tenía un remolino en el pelo y no quedaba mal en las fotos."

El relato se sitúa en un tiempo en el que se podía fumar en los aviones. Cine vanguardista con frecuentes planos-secuencia  que van de lo general a lo particular o al revés, travellings que se alejan del punto de fuga, de su objetivo o se acercan a él, entran y salen de los hogares por las ventanas y planean sobre la ciudad y en cada lugar un personaje que va construyendo un discurso tan fragmentado como la imagen, adelantándose en el tiempo al film de Jean-Luc Godard 'Adios al lenguaje'. Todo importa, todo tiene relevancia, abrir un paraguas, mirar un escaparate, lanzar algo contra la pared..., gestos que realizan los hombres sin percatarse y que van formando el mosaico de la humanidad, que se revela en sus sus sensaciones, sus emociones que derivan en sus sentimientos, algo que los ángeles desean sentir, y para ello necesitan experimentar la corporeidad, sentir su peso y la gravedad, y no permanecer permanentemente como espíritus cuya misión es observar y proteger a quienes están más deprimidos y no la de ser protagonistas,

Del mismo modo que las pequeñas acciones que realizamos se fragmentan y se reúnen sin sentido lógico, las reflexiones de los hombres de carácter cotidiano, (escribir libros, consultarlos, tener dinero para ir al médico, salvarse  y disfrutar de ka vida eterna, competir con las jovencitas, encontrar el sentido de la vida, imposibilidad de hacer frente a los gastos con escuálidas pensiones...), derivan en sentimientos encontrados, decepciones, desengaños, que en algunos casos desembocar en el suicidio, que estos ángeles intentan evitar, (magnífica secuencia del metro). Poco a poco, y a través de esta especie de monólogo interno, que conforma la poética del film, a cargo de los  ángeles va penetrando en las consecuencias de la Guerra Mundial, en un Berlín  en ruinas, y el discurso va adquiriendo un cariz claramente antibelicista que señala a un hombre que en esencia es más oscuro de lo que los pequeños gestos cotidianos y sus debilidades revelan.

Un film interesante que nos muestra a un Wim Wenders sensible y dolido, que irá evolucionando hacia un cine menos grave, hasta acabar incorporándose a la tecnología digital en 'Llamando a las puertas del cielo' (2005), e incorporando tecnologías de vanguardia más agresivas, como el 3D, en su documental 'Pina',un homenaje a la coreógrafa, bailarina y directora alemana pionera en la danza contemporánea. Unas incursiones en el mundo del mainstream que no todo el mundo le ha perdonado. Para discriminar el punto de vista, la mirada de los ángeles inmortales, de la de los simples mortales se sirvió de las posibilidades que ofrece la semantización del color de la fotografía (blanco y negro para situar al espectador en la dirección de la mirada de los ángeles y en color para la de los hombres), un recurso que ya se había utilizado con el mismo significado en 1946 por Powell & Pressburgger en A Matter of Life and Death,

Quizás resulte conveniente, en medio de la representación de las bajas pasiones de los hombres, la magia del cine fantástico, la ilusión de la ciencia-ficción o el brillo de los musicales, detenernos un momento y, en plena fiesta del consumo, dedicar unos instantes a reflexionar, como hace Wenders, que ese milagro que  supone vivir cada día es mucho más frágil de lo que parece, una deriva en la que ni estos seres sobrenaturales pueden evitar. Solo están capacitados para consolar a los hombres y acompañarlos en su dolor.

En el film, Wim Wenders hace un cálido homenaje a Philipe Marlowe, el detective privado ficticio, creado por Raymond Chandler, del que hablan ilusionados los dos ángeles para los que representa el típico observador pesimista de una sociedad corrupta, que mantiene cierto optimismo desilusionado. Y un cameo destacado al teniente Columbo, y  al actor que lo representa, Peter Falk, el famoso detective de la policía de homicidios de Los Ángeles, que viste una vieja gabardina, fuma puros malolientes y conduce un coche destartalado, pero tiene una gran agudeza e intuición para resolver los casos que se le plantean; va generalmente acompañado de su chucho, al que llama simplemente 'Perro'. Protagoniza historias en las que el espectador conoce desde el principio quién es el asesino, (historia de detectives o howcatchem), y es precisamente su humanidad la que atrae a los dos ángeles que lo contemplan y a los que solo pueden ver los niños.

Se han realizado bellísimos homenajes, como el de Joseph Roth, 'El cielo sobre Berlín', que podéis encontrar, desde mayo de 2016 en librerías. (Libros del Zorro Rojo).


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