El ángel exterminador. Blu-ray.







Ficha técnica:


ítulo original: El Ángel Exterminador.
País: México.
Año: 1962.
Duración: 90 minutos.

Dirección: Luís Buñuel.
Guión: del cinedrama de Luís Alcoriza y Luís Buñuel "Los náufragos de la Calle de la Providencia."
Director de Fotografía: Gabriel Figueroa.
Música. Director musical: Raúl Lavista.
Edición: Carlos Savage Jr.
Puesta en escena: Jesús Bracho.
Efectos especiales: Juan Mñoz Ravelo.

Maquillaje: Armando Meyer.
Peinadora: Esperanza Gómez.
Vestuario: Georgette.


Productor: Gustavo Alatriste.
Jefe de producción: Fidel Pizarro.
Compañías: Barcino Films.


Intérpretes:


Silvia Pinal: La Valkiria,
Jacqueline Andere: Alicia del Roc,
José Baviera: Leandro Gómez,
Augusto Benedico: Carlos Conde, doctor,
Antonio Bravo: Sergio Russell,
Claudio Brook: Julio, Mayordomo, Steward,
José Baviera: Leandro Gómez,
César del Campo: Álvaro,
Rosa Elena Durgel: Silvia,
Enrique Rambal_ Edmundo Nobile,
Lucy Gallardo: Lucía de Nobile,
Enrique García Alvarez: Alberto Roc,
Ofelia Guilmain: Juana Ávila,
Nadia Haro Oliva: Ana Maynar,
Tito Junco: Raúl,
Xavier Loya: Francisco Ávila,
Xavier Masse : Eduardo,
Ofelia Montesco
Patricia Moran
Patricia de Morelos
Bertha Moss


Sinopsis: 


Después de una cena en la mansión de los Nóbile, los invitados descubren que, por razones inexplicables, no pueden salir del lugar. Al prolongarse la situación durante varios días, la cortesía en el trato deja paso al más primitivo y brutal instinto de supervivencia. Una parábola sobre la descomposición de una clase social encerrada en sí misma. 



Comentario: 



Cuando causan tanto escándalo en nuestro país estrenos como 'Gold, la gran estafa' de Stephen Gaghan , una película que ha sido desplazada de los cines del centro y hacia horarios poco competitivos, a pesar de que su protagonista es Mathew McConaughey que fue nominado al Oscar al Mejor Actor  Protagonista, o 'La cura del bienestar' de Gore Verbinski. Directores, guionistas y actores célebres a los que no se perdona que utilicen su posición privilegiada en el cine mainstream, el máximo exponente de la cultura de masas, para dar un salto cualitativo y lanzar un mensaje revulsivo a sus fans. Conviene recordar el cine que hacía el gran Luís Buñuel, que se sirvió de todos los posibles usos desplazados de la lengua audiovisual, e incluso la puso al servicio de uno de los movimientos de vanguardia, el surrealismo onírico, con frecuencia en el límite de la conciencia, para denunciar el inmovilismo de las clases dominantes, en nuestra era la burguesía y las jerarquías de la iglesia.

Quien, en su tiempo, fue considerado 'el martillo de la burguesía' nos legó una pieza que ha servido de referente a muchos cineastas que trabajan en la actualidad, entre los que se cuenta el gran Roman Polanski y su extraordinaria película 'Un dios salvaje'. No estaría de más que en momentos de fuerte controversia volviéramos la vista atrás y conocer a quienes sentaron las bases del cine más provocativo. "A veces he lamentado haber rodado en México El ángel exterminador", se lamentaba Buñuel. "Lo imaginaba más bien en París o Londres con actores europeos y un cierto lujo en el vestuario. En México, pese a la belleza de la casa, pese a mis esfuerzos para elegir actores cuyo físico no evocara necesariamente a México, padecí una cierta pobreza en la calidad de las servilletas (...)" Las rebeliones y revoluciones no suelen producirse donde uno espera, y este es otro ejemplo de cómo funciona la Historia.

El guión, totalmente original, como el de Viridiana, mostraba a un grupo de personas que, una noche, al término de una función teatral, va a cenar a casa de una de ellas. después de la cena, pasan al salón y, por una razón inexplicable o un enemigo intangible, no pueden salir de él. En el curso de esta gran cena dada en Nueva York, la dueña de la casa había imaginado realizar ciertos gags para sorprender y divertir a los invitados. Por ejemplo, el camarero que se tiende llevando la bandeja es un verdadero detalle. Resulta que en la película los invitados no lo aprecian. La dueña de la casa ha preparado otro gag con un oso y dos carneros, pero nunca sabremos en qué consiste...lo que no ha impedido a ciertos críticos fanáticos del simbolismo ver en el oso el bolchevismo que acecha a la sociedad capitalista, paralizada por sus contradicciones . "Siempre me he sentido atraído en la vida y en mis películas por las cosas que se repiten. No sé por qué  no trato de explicarlo. En El Ángel Exterminador hay, por lo menos, una docena de repeticiones (...) en dos ocasiones, si bien bajo dos ángulos distintos, se ve a los invitados entrar en el vestíbulo y al dueño de la casa llamar a su mayordomo. Lo que veo en ella es un grupo de personas que no pueden hacer lo que quieren hacer: salir de una habitación. Imposibilidad inexplicable de satisfacer un sencillo deseo."(Luis Buñuel. Mi último suspiro)

Este grupo de burgueses, al quedarse encerrado en la habitación, se van embruteciendo, acumulando residuos, perdiendo los modales y comportándose de la forma más vulgar, llegando si es necesario al asesinato. Todo lo resuelven con el inmovilismo, volviendo a la situación anterior al momento en que produjo el extraño suceso; las mismas posiciones, los mismos diálogos, la misma pieza interpretada en el piano. Los borregos se habían ofrecido voluntariamente al sacrificio, en pro de su amos. La secuencia final muestra una revuelta, disuelta a tiros por la policía, mientras otro grupo de ovejas se dirige a la iglesia, donde se ha realizado un Te Deum de agradecimiento por la feliz resolución del drama; curiosamente se vuelve a repetir el suceso y nadie puede abandonar el templo. Fuera, como hemos dicho, unas gentes luchan, otras pacíficas se dirigen alegremente al matadero. Como el propio Buñuel confiesa se sentía cada vez más atraído por la forma de expresión más irracional que proponía el surrealismo. Tras una conferencia en la Residencia, organizada por la Sociedad de Cursos y Conferencias de la misma, en 1928, el propio Ortega y Gasset le dijo que de ser más joven se hubiera dedicado al cine; en aquel momento Buñuel era uno de los pocos españoles (según él el único) que tenía noción de cine; sus obsesiones eran la religión y el sexo. Poco después hizo su primer film: Un chien andalou.

Teniendo entre nuestros cineastas a Luís Buñuel es tan incomprensible como su película que no dispongamos de los instrumentos adecuados para interpretar el cine que se hace en estos tiempos convulsos, oscuro, siniestro, necesariamente distópico y en el que predomina el uso trasladado del lenguaje. La caída en el precio del blu-ray es una buena oportunidad para adquirir esta obra maestra e iniciarnos en el estudio y comprensión del lenguaje de los nuevos realizadores.




Comentarios

Entradas populares