Paterson. Jim Jarmusch. Comentario.










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¿Conoce a Emily Dickinson ? Una niña-poeta, asombrada, hace esta pregunta a Paterson, un joven conductor de autobuses, una apelación inquisitorial que contiene en sí misma el subtexto del film, que, a su vez, enlaza con el alegato final del crítico de la película de animación realizada por Brad Bird en 2007 , Ratatouille : "...: no todo el mundo puede convertirse en un gran artista, pero un gran artista puede provenir de cualquier lugar. Es difícil imaginar orígenes más humildes". En 2009 Mona Achache volvió sobre el tema en 'El erizo', una adaptación de 'La elegancia del erizo' de Muriel Barbery.

Tranquila, sólo eran palabras escritas en un papel, le dice Paterson a su mujer, cuando el perro descuartiza su libreta secreta, en la que encierra bajo llave sus poemas. Esa pérdida le produce una angustia similar a la que parodia Juan Perro en su canción 'El papelito' (He perdido un papelito/Que tenia yo apuntao/ Ahora mismo no sé donde/ Lo he dejado//¿Dónde está mi papelito? /¿Se lo habrá llevado el viento?/   Hace un rato me sentía / Tan contento...) Como consecuencia,y a raíz de este acontecimiento Jarmush realiza un elogio al papel en blanco, emulando a Mallarmé, muy bien traído en su relato. Un guante que recoge un deslumbrante Adam Driver, 'en estado de gracia', dirían algunos que realiza en 'Paterson' el papel de su vida.

El cineasta independiente, realizador de Coffee and Cigarettes (2003), aborda el proceso creativo con un discurso indie y muy naïf, en la forma y en el fondo (sus protagonistas se resisten a entrar en la era tecnológica; Paterson renuncia al móvil, el dueño del bar al que acude cada noche a la TV, y a Laura, interpretada por Golshifteh Farahani, le gusta el cine antiguo de Abbott y Costello). Todo un constructo que evoca el estilo de  Zach Braff en  'Algo en común' (2004) en la que el estado de ánimo de los protagonistas invade hasta la decoración de las paredes, y la cotidianidad se revela en el amanecer de cada nuevo día que nos muestra al hombre, que tiene el mismo nombre que la ciudad en la que ha nacido, abrazado a su mujer en la cama. Un conductor de autobuses poeta es la pareja perfecta de un ama de casa creativa, que pinta las paredes, se hace la ropa o decora las galletas con dibujos geométricos realizados en blanco y negro.

Un film que, a diferencia de otros muchos compañeros indies, se ve con agrado, de forma placentera y acerca al espectador al modo de ver la vida de un poeta, un clima al que coadyuva la música de SQÜRL, que crea una atmósfera trascendente que recuerda las películas de Terrence Malik. Una de las mejores películas del género que se pueden ver.


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