Posesión infernal. Sam Raimi.
Ficha técnica:
Título original: Evil Dead.
País: Estados Unidos.
Año: 1982 ,
Duración: 85 minutos.
Dirección: Sam Raimi.
Guión: San Raimi.
Dirección de Fotografía: Tim Philo.
Música: Joe Loduca.
Montaje: Edna Ruth Paul.
Supervisión edición de sonido: Joe Masefield.
Ayudante de montaje: Joel Coen.
Efectos especiales: Tom Sullivan.
Efectos fotográficos: Bart Pierce.
Maquillaje especial: Tom Sulivan.
Productor: Bernard Dauman, Robert .Tapert.
Productores ejecutivos: Robert Tapert, Bruce Campbell y Sam Raimi.
Renaissance Pictures.Distribución: Mana Films., Anchor Bay Entertainment
Intérpretes:
Bruce Campbell: Ash,
Ellen Sandweiss: Cheryl,
Betsy Baker: Linda,
Hal Delrich: Scott,
Sarah York: Shelly.
Sinopsis:
Cinco chicos van a pasar un fin de semana en una cabaña perdida en un espeso bosque en las montañas de Tennesse. Allí encuentran el 'Libro de los Muertos', encuadernado en piel humana y escrito con sangre. Sus páginas contienen fórmulas y rituales para devolver la vida a una serie de entidades malignas que se hallan en estado letárgico. Poco a poco los chicos irán cayendo bajo el influjo del poder de los demonios, convirtiéndose ellos también en muertos malignos.
Críticas y comentario.
Yago García incide en la influencia de Lovecraft en el trabajo de Sam Raimi, y cuenta en '20 cosas que (probablemente) no sabías de Posesión Infernal' que el primer título barajado por el realizador para su película fue Necronomicón, en honor al siniestro volumen de arcano saber que preside muchas historias del escritor, deseo que no pudo ver cumplido porque Jess Franco había empleado ese nombre para uno de sus filmes. Como consecuencia Sam optó entonces por The Book of the Dead [El libro de los muertos] , pero su mecenas Irving Shapiro le recordó que "los adolescentes jamás irán a ver una peli con la palabra 'libro' en el título", argumento que me parece exagerado.
Raimi optó finalmente por The Evil Dead [Los muertos malvados], título que se transformó en Posesión infernal al ser traducido al castellano, con cierto rendimiento entre el público. En 2013 se estrenó un remake a cargo de Fede Álvarez.
La trilogía de Raimi, (Posesión Infernal, Terrorificamente muertos y El ejército de las tinieblas), se inspira en la tradición del género slasher, inaugurado por John Carpenter en Halloween (1978) y Sean S.Cunningham en la franquicia de Viernes 13 (primera entrega, 1980); siguió con Wes Craven en Scream (1996) o Rob Zombie y Halloween II (2007), entre otras muchas películas en las que un grupo de adolescentes se reunían, fuera de la mirada inquisidora de los adultos y mantenían relaciones sexuales precoces.
Cuando estos jóvenes se hacen mayores y ya disponen de coche y han accedido a la Universidad, se desplazan a cabañas apartadas, no sólo de sus padres, sino del resto de la civilización. Entonces el Slasher va evolucionando hacia el gore o splater, sangriento, escatológico, con toneladas de mermelada y fluidos de colores que sugieren sangre, grasas y otros componentes líquidos que contiene el saco de belleza aparente del cuerpo humano, en cantidades tan abundantes que sólo alcanzan verosimilitud cuando el público tiene ganas de revolcarse en estas viscosidades repugnantes.
Y es que de eso se trata, de provocar asco, miedo, risa nerviosa y si se puede terror.
Sam Reimi provoca todos esos sentimientos y consigue con frecuencia que apartes la cara y desvíes la mirada de la pantalla, y lo hace con muy pocos recursos, mucha imaginación y mucha crema de maíz, leche y colorantes. Si en la primera generación el terror lo ocasionaban sociópatas traumatizados en la infancia, o familiares que habían perdido a sus hijos por culpa de unos cuidadores entretenidos en el desahogo de sus pasiones juveniles, los de ahora son víctimas de los zombies que dejaron los anteriores y que están dotados de poderes sobrenaturales, se llamen Freddie, Jason o de cualquier otra forma. Esto es lo que les sucede a los protagonistas de 'La cabaña en el bosque' (2011) de Drew Goddard, un número impar de chicos y chicas, como en el relato de Posesión Infernal, una nueva versión en la que las vírgenes tienen mayor esperanza de vida, un tópico del género, en un planteamiento adaptado a los nuevos tiempos de reality show.
No ha dejado de sorprenderme la información que nos proporciona Yago García de que el film de Raimi tuvo problemas con los movimientos feministas por la violación de Cheryl por los árboles del bosque. Es cierto que es una rayada que no se explica bien, excepto que nos ubiquemos en el contexto de unos jóvenes realizando un filme gore e imaginando todas las posibles maneras de provocar al público. Pero no estaban haciendo nada nuevo, sino aplicando uno de los lugares comunes de este tipo de películas, en las que la violencia se asocia al sexo; quien se aparta de la colectividad con fines inconfesables, debe ser castigado; lo curioso es que la primera en caer es la que aparentemente no tiene pareja, y lo que no se explica bien es por qué es agredida por la vegetación, que ya no vuelve a actuar.
El film es de 1982 y tan solo dos año antes Grease (Randal Kleiser, 1978), había conmovido al mundo con una historia mucho más inocente, con unos alumnos de Instituto un tanto creciditos, entre los que la listilla del grupo Rizzo, encarnada por Stockard Channing, acaba embarazada, lo que se vivía como una tragedia. La revolución hippie del amor, coincidente con el Mayo Francés de 1968, apenas tenía algo más que una década y la inercia social es generalmente grande.
De forma consciente o inconsciente el joven realizador quería o provocar a los de su generación con una violación en primer plano de una joven, a la que las lianas separan primero las piernas, y una rama se introduce en su sexo a continuación, o estaba aplicando un tópico elaborado de forma más consciente por sus predecesores, que denunciaban el castigo que la sociedad patriarcal reservaba a quien se aparta de sus reglas , algo que se hace explícito en las sagas de Viernes 13 y Scream. La prohibición de la censura inglesa, ejercida por el Lord Chamberlain, que declaró la película 'vídeo nasty', se debió asentar en amenazas más sólidas a sus conservadores principios, que la provocación de un joven realizador norteamericano.
La misoginia no parece el argumento más probable. La versión íntegra de la película no pudieron verla los británicos hasta el lanzamiento del DVD en 2001.
Uno de los elementos más notables es el peso de la amistad, que establece lazos muy sólidos cuando se es joven. Todos saben cómo acabar con los zombies: descuartizándolos; a pesar de ello entierran a sus compañeros muertos y no se atreven a cortarles los miembros. Una de las imágenes de mayor impacto es la de la mano seccionada de Cheryl, empuñando un cuchillo, usada como arma contra ella misma. Puede más el respeto y la amistad al amigo muerto, el escrúpulo, que el objetivo racional de preservar la propia vida. En la segunda entrega Ash cogerá definitivamente la sierra mecánica, que le ha hecho tan famoso, y que tuvo su réplica en [•REC]³ . Génesis, de Paco Plaza.
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