Tormentageddon. Nyck Lyon.




LO QUE ESTÁ EN NUESTRO PODER HACER, TAMBIEN PODEMOS NO HACERLO

(cita deAristóteles realizada por el androide como conclusión)


Ficha técnica:


Título original: Stormageddon.
País: Estados Unidos.
Año: 2015.
Duración: 82 minutos.

Dirección: Nyck Lyon.
Guión: Neil Elman.
Dirección de Fotografía:
Música: Chris Ridenhour,
Edición: Jason Goldberg.
Departamento artístico: Anthony Cafaro.
Decorador del set: Taylor Jean.

Diseño de Vestuario: Anninka Velle.
Maquillaje: Michelle Sfarzo.

Productores: Neil Elman, Anthony Fankauser.
Productores ejecutivos: Lisa M.Hansen, Paul Hertzberg.
Compañías productoras: CineTelFilms, 


Intérpretes:


Johnn Hennigan: Adam/Kelso,
Eva Mauro: Molly,
Joseph Gatt: Caín,/Abel,
Robert Blanche: Agente Gates,
Ricco Ros: Agente Travers.
David Shatraw:  Charles Weeding.




Sinopsis:


Un complejo y muy potente programa informático llamado Echelon ha sido  diseñado para poder predecir el comportamiento humano. Echelon consigue, además, manipular la meteorología, provocar terremotos y causar la destrucción del planeta.

Comentario:


Curiosamente este film que no sirve ni para entretener, se ofrece durante unas pocas horas de forma gratuita en el videoclub de ONO como si fuera una reliquia. De nuevo nos surge la duda acerca de quienes destruyen con sus escritos proyectos entre los que se encuentran películas de ciencia-ficción del creador del mito de los replicantes en Blade Rane, o del extraterrestre por excelencia, Alien. Si aprueban con un 5 casi raspado la última entrega de Ridley Scott, ¿qué nota orientativa le pondrán a un  film como éste? Rotten Tomatoes no se ocupa de ella, y Filmaffinity  le otorga 2,4, una media generosa obtenida de 124 votos. 

 La acción se sitúa en principio en Yuma, Arizona, en unos terrenos de pruebas militares. Una historia sin sentido, con especialistas mediocres, efectos especiales alucinantes y un subtexto vacuo,  Para mayor abundamiento ni puede ingresar en el grupo de películas cutres de culto, porque carece de gracia, inteligencia y sentido del ridículo. Los androides cubiertos de un envoltorio biológico que les da apariencia de humano y que ante las agresiones dejan entrever el mecanismo que hay debajo, resaltado con lucecitas, imitando de mala manera al Terminator de Cameron, nos hace valorar en lo que vale el trabajo de los expertos en nuevas tecnologías que se encargan de realizar los efectos especiales; en este film apocalíptico individualizados con nombres bíblicos: Adán, Caín y Abel. Tormentageddon no solo es sobresaliente por la mala calidad de estos efectos, sino por su chapucera puesta en escena.




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