Abracadabra.



UN CARTEL QUE TE PONE EN GUARDIA


Ficha técnica:


Título original: Abracadabra.
País: España.
Año: 2017.
Duración: 96 minutos.

Dirección: Pablo Berger.
Guión: Pablo Berger.
Dirección de fotografía: Kiko de la Rica.
Música: Pablo Berger  y Alfonso de Villalonga.

Compañías productoras: Arcadia Motion Pictures, Atresmedia, Movistar.


Intérpretes:



Maribel Verdú, 
Antonio de la Torre,
José Mota,
Josep María Pou, 
Quim Gutiérrez
Priscilla Delgado
Saturnino García
Ramón Barea
Javivi
Julián Villagrán
Rocío Calvo
Javier Anton
Janfri Topera
Fabia Castro

Sinopsis:


Carmen (Maribel Verdú) un ama de casa de Carabanchel, descubre un día que su marido, Carlos (Antonio De la Torre) parece estar poseído por un espíritu maligno. Ahí empieza una exhaustiva investigación , entre trrorífica y disparatada, para recuperarlo.


Críticas:



El cine español constituye en sí mismo un género que siempre  goza del aplauso,  especialmente de la crítica, no tanto del público, o, al menos eso parece por la media que se obtiene en Filmaffinity de 207 votos emitidos: 5,6. Las opiniones de los espectadores se ven reflejadas en los titulares de sus escritos: "Dadle una oportunidad, no es lo que aparenta"; "La España que despierta tras la hipnosis"; "La comedia viaja hacia el subconsciente": "Interesante reparto para una 'españolada' diferente"...

Los críticos elevan el listón de sus comentarios e intentan vendernos lo mismo tras parrafadas filosóficas más o menos trabajadas, que para eso estamos en agosto y no hay que estrujarse demasiado el cerebro. Jordi Costa en el subtítulo de su artículo se pone trascendente: "La película de Berger refuerza  la coherencia de una concisa carrera", justo arriba de una fotografía muy, pero que muy elocuente.  Tras citar, como de pasada, el posible plagio que hizo Noel Coward de la obra de Jardiel Poncela 'Un marido de idea y vuelta' (1939) en 'Un espíritu burlón', que llevó al cine David Lean en 1945, unas obras que destilaban energía ectoplásmica, aderezadas con las recurrentes incursiones en lo mágico y lo hipnótico de las comedias de Woody Allen, " Pablo Berger propone en Abracadabra algo que, a primera vista, puede sonar a arbitraria excentricidad, pero que merece reivindicarse como enérgica puesta al día del legado de esa Otra Generación del 27 (la de los “renovadores" los creadores del humor contemporáneo, según Pedro Laín Entralgo, que por haber aceptado el régimen franquista nunca fueron suficiente valorados: Enrique Jardiel Poncela, Tono (Antonio de Lara Gavilán), Miguel Mihura, Edgar Neville y José López Rubio, los 'estetas del Movimiento', según J.F.Yvars; los que hemos nacido en la periferia tenemos un poco más crudo conectar con esta clase de humor ya que tenemos otros referentes culturales) .»que propuso que observación costumbrista y vuelo imaginativo no eran necesariamente dos estrategias reñidas. Abracadabra tiene algo de elegante comedia sobrenatural británica, pero, al mismo tiempo, no sería más castiza si en ella se escuchasen las psicofonías de un millar de toreros muertos." (2)  Por fin se estrena un film para la 'intelligentsia' española, que no sabemos qué nos quiere contar, pero al menos sabemos cómo, con semejante herencia literaria.








Luís Martínez se aaproxima a su compañero de 'El País', también en el subtítulo , ahora bajo la misma fotografía: "Pablo Berger confecciona uno de los más arriesgados y brillantes ejercicios de funambulismo cinematográfico que ha visto el cine español reciente." Tras establecer cierta relación con Woody Allen (por lo de la magia y el hipnotismo) nos informa de que Pablo Berger camina como un funanbulista entre diversos géneros y crea un espacio indefinido donde todo es posible y donde "se las arregla para construir una de las propuestas de más alto riesgo que ha visto el cine español reciente. Provocadora y siempre consciente del extraño no-lugar que pisa, Abracadabra se despliega ante los ojos del espectador en tantos niveles de consciencia como profunda es la hipnosis. Si se quiere puede ser leída como farsa alucinada de un tiempo vulgar y profundamente machista. Eso o como la tragedia hacia al abismo de una sociedad en trance (la nuestra) incapaz de entender su responsabilidad, su culpa. Eso, o dos pasos más allá, como una lectura introspectiva de la capacidad del cine, de la narración, para recrear universos paralelos libres del proceloso y hasta doliente trámite de la consciencia, de la realidad. Y así." Termina su artículo de la manera más enigmática: " Tres veces intentó un primerizo Freud curar con hipnosis y no hubo manera. La señora Fanny Moser se quedó con sus fobias intactas, Mathilde Schleicher acabó internada en un psiquiátrico y Pauline Silberstein, más radical, se dejó caer desde la azotea de su casa. Lo que demuestra que jugar con según qué cosas puede ser hasta peligroso. Abracadabra, de Pablo Berger, es básicamente eso: un magistral ejercicio de cine de alto riesgo, una sesión de hipnosis sobre quizá el absurdo de ser quienes creemos ser. (2)

Quim Casas no está dispuesto a convertirse en el bardo de Berger a cualquier precio y con los pies en el suelo concluye afirmando que el vasco repite "los ambientes de extracción humilde y la estética deliberadamente hortera, pero aquí con una ración de fenómenos paranormales de los que surge la trama principal del filme: en una sesión de hipnosis, el personaje encarnado por Antonio de la Torre queda atrapado en una realidad que no es la suya, poseído por el espíritu de un asesino / Hay momentos algo ridículos, como los que atañen al vidente y al representante de la inmobiliaria, que parecen desgajados de la trama central. Por el contrario, el aspecto más costumbrista que Berger domina bien, con la complicidad de una excelente Maribel Verdú, llevan el filme a un territorio más reconocible y mejor explorado. (3)

Irene Crespo concluye su artículo para 'Cinemanía', revista del diario 'El País', afirmando que: "Hay que ser muy atrevido para acercarse a la España machista, a la España de los maridos maltratadores, desde el humor a ratos y salir triunfante. Y mucho tiene que ver la verdad de sus personajes: la quijotesca ama de casa que pregunta, por fin, qué ha hecho para merecer esto y busca una vida mejor gracias a ese lacayo hipnotista. Dicen que, para ser hipnotizado, hay que creer. Si el cine es una suerte de hipnosis, Berger es el perfecto hipnotizador y su tercera película no quiere cínicos, sino creyentes en la magia, en el espectáculo y en dejarse llevar en el viaje hasta caer encantado incluso con Los pajaritos." (4)


(1)  Costumbrismo y más allá. diario 'El País', 4 de agosto de 2017.
(2) 'Abracadabra': magistral ejercicio de hipnotismo.Diario 'El Mundo',  3 de agosto de 2017.
(3) "Abracadabra"; Costumbrimo paranormal. Diario 'El Periódico', 3 de agosto de 2017.
(4) 'Abracadabra'. Cinemanía, 6 de julio de 2017.





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