Dollhouse. Kirsten Sheridan.




UN LUJO DE NIÑA PIJA, EN DOBLE DIRECCIÓN: REAL Y FICTICIA



Ficha técnica:


Título original: Dollhouse.
País: Irlanda.
Año: 2012.
Duración: 95 minutos.

Dirección: Kirsten Sheridan.
Guión; Kirsten Sheridan.
Casting: Maureen Hughes, Nick McGinley.
Dirección de fotografía: Colin Downey, Ross McDonnell.
Música: Howie B.
Edición: Kirsten Sheridan.
Departamento artístico: Jim Walsh.

Diseño de Vestuario: Lara Campbell.
Maquillaje: Liz Byrne.

Productor: John Wallace.
Productores ejecutivos: John Carney, Lance Daly, Garrett Kelleher, Macdara Kelleher, Martina Nidland, Jim Sheridan.
Productores asociados:  Laura McNaughton,  Charlie O'Carroll.
Diseño de producción: Emma Lowney.
Compañías productoras: Factory, Irish Film Board, Lightstream Pictures; distribución: Eclipse Pictures.


Intérpretes:



Seána Kerslake : Jeannie,
Johnny Ward : Eanna,
Kate Stanley Brennan : Denise,
Shane Curry :Shane,
Ciaran McCabe : Darren,
Jack Reynor : Robbie,
Deirdre O'Kane : Mamá,
Peter Gowen : Papá,C
Conor Neary : Tim


Sinopsis:

En Dublín, un grupo de jóvenes del Northside irrumpe una noche en una casa de barrio de clase alta de la ciudad. Lo que en principio era un robo, se transforma en una noche loca cuando descubren de quién es la casa. Los excesos y los secretos escondidos harán que esa noche sea...

Crítica:

Dollhouse supone una demostración empírica de que todo lo que circula por 'los márgenes' no siempre reviste una mínima calidad. Kirsten Sheridan, la hija de Jim Sheridan, realiza este film un año antes de que Sofia Coppola abordara en 'The Bing Ring' el tema de la crisis ideológica de los llamados millennials, los nuevos replicantes de Villeneuve, a los que la ciencia ha dado la oportunidad de formarse mejor, física e intelectualmente, pero al mismo tiempo les ha arrebatado la posibilidad de madurar, de tener un horizonte de seguridad material y psíquica, lanzando a los pudientes y a los marginados, por diferentes caminos al mismo lugar, en este caso a casa de una chica que forma parte de un grupo de desarraigados y ha abandonado el hogar, volviendo después a él con estos desfavorecidos de la Fortuna con los que emprende una razzia en su propio hogar y destruir todo a su alrededor. sin dejar de la casa ni los cimientos, mientras graban sus excesos con cámaras digitales.

Mas si Sofia Coppola nos ofrece un retrato del mundo de Los Ángeles, basado en hechos reales, en el que la fama y el glamour son el objetivo principal, en especial para una pandilla de adolescentes que protagonizaron una excitante y sorprendente oleada de crímenes en las colinas de Hollywood, cinco amigos que vigilaban a los famosos a través de internet y entraban a robar en sus casas, la realizadora irlandesa muestra una situación más compleja, en la que se pasa de puntillas por las clases sociales, la religión y la falta de creencias, la anarquía y la destrucción por el simple hecho  de destrozar lo que otros han levantado. La representación de la enajenación buscada por un grupo de tres jóvenes y dos chicas que acaban en la casa de una de ellas, en las que aparece un 'vecino'.




Kirsten Sheridan


En un momento determinado todos fingen haber perdido a su hermano pequeño, lo que unido a otras situaciones absurdas sin aparente significado, como la muerte de una paloma,  van tejiendo una trama sin emoción ni interés, mientras uno de ellos filma. Si el espectador  permanece atentos a la pantalla es únicamente por el interés morboso de ver cómo acaba una noche de excesos en la que concurren dos pijos ricos y cuatro descamisados que se autodefinen por su comportamiento, en un ambiente claustrofóbico dentro de un set del que apenas salen estos personajes, filmados de forma agobiante con fuertes contrapicados que dan lugar a planos aberrantes y primerísimos primeros planos, que consumen gran parte del metraje. Una forma de evitar costes, o al menos de simular esta escasez, con la contextualización de la historia en un momento y un lugar. Si somos pacientes llegaremos a una secuencia final que no decepciona: es francamente, alucinante y bizarra, como pocas veces uno tiene la oportunidad de ver. Lo más sorprendente es que ha sido escrita, dirigida y montada  por la hija de Jim Sheridan ('En el nombre del padre', 1993), con el que hizo el guión de 'En América', un film bastante aceptable.

Se puede 'disfrutar' de 'Dollhouse' en el videoclub de ONO, durante veinte días, que aconsejamos, aunque sólo sea para comprobar como muchas y muchos pierden las oportunidades que la vida les da. Nos negamos a conceder profundidad a las imágenes de un chico al que le falta un diente, siempre pegado a su cámara y, confiamos, que, aunque sólo sea por respeto a la razón por la que el padre y sus dos hijas hicieron el guión de 'En América', no intente emular a la adolescente que ve la vida a través de su Super 8. Ignoramos si la autora da algún significado a su gesto final, pero lo cierto es que nos resulta  indiferente.



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