Resacón en las Vegas. Todd Phillips.





Ficha técnica:

Título original: The Hangover.
País: Estados Unidos.
Año: 2009.
Duración: 100 minutos.

Dirección: Todd Phillips.
Guión: Jon Lucas y  Scott Moore.
Caqsting: Juel Bestrop y Seth Yanklewitz.
Dirección de Fotografía : Lawrence Sehr.
Música: Christophe Beck.Supervisión: George Drakoulias y Randall Poster.
Edición: Debra Neil-Fisher, A.C.E.

Diseño de Vestuario: Louise Mingenbach.

Productores: Todd Phillips y  Dan Goldberg.
Co-Productores: David A. Siegel y Jeffrey Wetzel.
Productores ejecutivos: Chris Bender, J.C.Spink, Thomas Tull, Jon Jashni, William Fay, Scott Budnick.
Diseño de Producción: Bill Brzeski.
Warner Bros Pictures asoiada con Legendary Pictures y Green Hat Films

Intérpretes: 


Bradley Cooper: Phil,
Ed Helms: Stu,
Zach Galifianakis: Alan,
Justin Bartha: Doug,
Neather Graham: Jade,
Sasha Barrese: Tracy,
Jeffrey Tambor: Sid,
Ken Geong: Mr Chow,
Rachel Harris: Melissa,
Himself: Nike Tyson,
Mike Epps: Black Doug,
Jernard Burks: Leonard,

Premios:


2009: Globo de Oro: Mejor película - Comedia o musical,
2009: Nominada Premios BAFTA: Mejor guión original,
2009: American Film Institute (AFI): Top 10 - Mejores películas del año,
2009: Critics' Choice Awards: Mejor comedia

Sinopsis:


Historia de una desmadrada despedida de soltero en la que el novio y tres amigos se montan una gran juerga en Las Vegas. Como era de esperar, a la mañana siguiente tienen una resaca tan monumental que no pueden recordar nada de lo ocurrido la noche anterior. Lo más extraordinario es que el novio ha desaparecido y en la suite del hotel se encuentran un tigre y un bebé. 

Crítica: 



Todd Phillips muestra de qué son capaces honrados ciudadanos de la clase media, profesores, médicos y otros profresionales, a los que se une el garbanzo negro de una familia acomodada, interpretado por Zach Galifianakis, cuando deciden correrse la madre de todas las juergas en la meca del vicio, 'Las Vegas', una fiesta obligada cada vez que algún miembro de un grupo de amigos decide  abandonar la soltería y entrar en el mundo de los adultos con responsabilidades.

Una gran elipsis marcada por un rápido amanecer sobre una misma panorámica de la ciudad, tomada con una cámara fija,  revela que la noche de la orgía desmadrada ha terminado. La cámara entra en la lujosa habitación y recoge un panorama desolador de destrozos y ruina, a lo que se añade un tigre en el cuarto de baño y un bebé en la cámara principal. A medida que los colegas  se van despejando comienzan a asimilar que han protagonizado un exceso de alcance incalculable y  por añadidura  constatan que hay una ausencia de la mayor importancia: el novio. A partir de este momento se inicia su búsqueda produciéndose los descubrimientos más bizarros, las gamberradas más canallas, algunas de las cuales dan más pena que alegría.

Concluída la escapada felizmente, a pesar de haber violado todas las leyes posibles del estado visitado, queda claro lo que la sociedad conservadora está dispuesta a ofrendar al viaje iniciático  que emprende uno de sus miembros masculinos, desde la irresponsable situación de hijo, sometido a la patria potestad del patriarca de su hogar, hacia la formación de una nueva célula en la que él será el jefe indiscutible. Nadie está dispuesto a combatir este principio; el futuro suegro  de Doug (Justin Bartha) advierte a su futuro yerno de que lo que suceda en  Las Vegas, se queda en Las Vegas; aunque su hija pudiera resultar burlada la sociedad del nuevo hogar está garantizada. Lo único que importa es que llegue a la ceremonia sin retraso, aunque deba vestirse por los caminos y aparezca con la cara quemada o llena de moratones. Lo sucedido durante esos dos días de exceso se reconstruye, haciendo cómplice al espectador, con el testigo que habita en el interior de la máquina de fotografías, que explica las reacciones airadas de tanto damnificado.

Algunos gags son divertidos, otros son tristes y violentos, y da mucho que pensar sobre qué es capaz de hacer un hombre cuando se excede con el alcohol y añade a su consumo el de las drogas. En centros de turismo como Las Vegas se les espera con la porra en la mano y sin demasiadas contemplaciones. Hay que agradecer a Todd Phillips el que, al menos en esta primera entrega, haya evitado al máximo una violencia injustificada y una exhibición escatológica prescindible, así como gags provocativos privados de gracia. Más sonrisas que carcajadas abiertas.





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