Mimosas. Oliver Laxe.





Ficha técnica:


Título original: Mimosas.
País: España.
Año: 2016.Duración: 95 minutos.

Dirección: Oliver Laxe.
Guión: Oliver Laxe, Santiago Fillol.
Casting:
Dirección de Fotografía: Mauro Herce.
Edición: Cristóbal Fernández..
Sonido. Dirección: Amanda Villavieja;  Emilio García.

Diseño de Vestuario: Nadia Acimi.

Co-Productores:  Lamia Schraibi, Michel Merkt, Nadia Turincev, Julie Gayet.
Productor ejecutivo: Felipe Lage Coro.
Compañías productoras: Zeitun Films, Rouge International.


Intérpretes: 


Ahmed Hammoud : Ben,
Shakib Ben Omar : Shakib,
Said Aagli : Saïd,
Ikram Anzouli : Ikram Ahmed,
El Othemani Ahmed : Mohammed,
Hamid Fardjad : Sheikh,
Margarita Albores : Noor,
Abdelatif Hwidar : Le guide,
Ilham Oujri : Meriam,
Resto de elenco y roles en Imdb.




Sinopsis:




Una caravana transporta a un anciano y moribundo Sheikh a Sijilmasa. Su última voluntad es ser enterrado junto a los suyos, pero muere mientras suben las escarpadas cumbres del Atlas marroquí. Los viajeros, temerosos de la montaña, se niegan a seguir transportando el cadáver. Ahmed y Said, dos buscavidas que viajan con la caravana, dicen conocer el camino a Sijilmasa y se ofrecen a llevar su cuerpo hasta allí. La esposa del Sheikh duda de ellos. En un mundo paralelo y remoto, a Shakib lo eligen para viajar a las montañas con la misión de ayudar a los improvisados caravaneros a llegar a su destino. A Shakib también le asaltan las dudas; se trata de su primera misión. (Filmaffinity) 


Premios 



2016: Festival de Cannes: Premio Semana de la Crítica 
2016: Festival de Sevilla: Premio Especial del Jurado y mejor sonido


Lo que se dice:


Las críticas han sido muy favorables a este tipo de cine que se define a sí mismo como cine de los márgenes, aunque, dada la imposibilidad de mantenerse fieles a su doctrina, los cineastas que militan en esta modalidad que viene asociada a la escasez de recursos (Javier Rebollo, Oliver Laxe, o el historiador de cine Luís Parés), comienzan a hablar de cine 'Caballo de Troya', que se sitúa en el centro, por donde circulan todos, pero retorciendo los géneros para, de alguna manera desacreditarlos. Son muchos los que adoptan posiciones rebeldes desde otros terrenos, como el cine-basura o provocador que se acaba convirtiendo en cine de culto, y que patrocinan compañías como La Troma, o el cine exploitiation en el que se mezclan el sexo, el gore y la violencia. Como todos quieren estar en el centro y la tecnología está al alcance de muchos (no de todos), que pueden disponer de una cámara muy cara, ya que se suelen alquilar, un hecho del que nos pone al corriente James Franco en 'The Disaster Artist', están surgiendo serias dudas entre los partidarios de esta forma de hacer. La tecnología evoluciona con mucha rapidez y sólo los grandes estudios pueden estar al día y adquirir en propiedad las nuevas tecnologías, aunque ni siquiera la compañías hacen esto, sino que prefieren acudir a empresas que alquilan todo tipo de cámaras y accesorios; esto lo cuenta Wim Wenders en 'Alicia y las ciudades' al recordar con tristeza que quería filmar en 35 mm., y como no había máquinas disponibles tuvo que hacerlo en 16 mm. Así pues, lo que en verdad encarece las realizaciones es el poder contar con los mejores especialistas en cada una de las funciones que intervienen en la construcción de un film, ya sea la música, el sonido, la fotografía, la edición, ya que los grandes autores que se citan no despreciaron las tecnologías que tenían a  mano, ni Méliès, ni Renoir, ni ningún otro, sino que disfrutaron y disfrutan con cada nuevo descubrimiento.

Por eso no es extraño que los críticos se sumen a estas elites, que acaban comprendiendo que si quieren influir en su mundo, deberán abandonar su aislamiento. Manuel Yáñez, (Fotogramas),  se refiere al film que dirige Oliver Laxe como deslumbrante e indomable; cine mestizo, una mezcla de western clásico y vanguardia iluminada para Luís Martínez (diario 'El Mundo'); un cine con una poética universal según Jordi Costa (diario 'El País);  un drama majestuosamente fotografiado, dice Leslie Felperín, (The Hollywood Reporter), pero cansino para quien no es amante de las tomas largas. Aunque también hay quien le da caña. Lo de la escasez de recursos puede ser un valor en sí mismo, o una imposición de las circunstancias. Hay directores, como Roberto Rodriguez, que conmovió al mundo con una película excepcional,  'El Mariachi', pero fracasó cuando, avalado por Quentin Tarantino, le financiaron 'Abierto hasta el amanecer' (1995) o 'Desperado' (1995), entre otras películas de gran presupuesto. No obstante lo barato no deja de ser caro; todos nacemos desnudos, sin nada,y si nadie nos arropara moriríamos. Quien consigue llamar la atención con los manidos 'escasos recursos' ha recibido el apoyo más grande que cualquiera es capaz de imaginar, el de aquellos que lo rodean y creen en él una cuestión que constituye el fondo de  'Un invierno en la playa' de Josh Boone  (2012). Si sumamos esta pequeña oportunidad a un gran talento, pueden producirse fenómenos como el que protagonizó George Lucas, un joven de Modesto, hijo de un vendedor de muebles de oficina, que le financió tres años de su vida para perseguir y alcanzar sus sueños. Muchos llegan antes a un 'blockbuster', que sí existe, lo que no es aceptable es extender la etiqueta a cualquier producto, con independencia de su calidad, o enaltecer todo lo que se hace en los márgenes, algunas veces carente de interés. (algunas veces, he dicho).

El mito roussoniano del buen salvaje sigue dominando el imaginario, en cierta medida naïf, de algunos sectores de la intelligentsia europea que se sienten en deuda con pueblos que se han incorporado recientemente a la modernidad  y que siguen siendo víctimas de las relaciones entre pueblos civilizados y primitivos, esconde el sentimiento de culpa que les empuja a cierto escapismo que denuncia Noël Simsolo, cuando habla de la ceguera de los jueces. Y digo ésto porque muchos de los que se manifiestan en este sentido escriben desde páginas de periódicos muy poderosos que intentan (y consiguen) torcer el pensamiento de la colectividad, amilanando precisamente a los más débiles, que no pueden ni acceder a ellos para darles a conocer su trabajo. Sin juzgar el cine de Oliver Laxe, quien dejó su oficio un buen tiempo para dedicarse a cultivar castañas, tras ganar el premio de la Semana Crítica de Cannes de 2016 (1), un Festival a cuya llamada no acuden aquellos a los que se alude en el cine de los márgenes, si cuestionamos actitudes románticas de vuelta a un primitivismo que ya practicaron pintores como Gauguin, para luego volver al lugar donde se seguía progresando en el arte de representación de la realidad. El público, cuando acude a la proyección de una de sus películas,  sabe ya que va a ver. 


(1)Oliver Laxe gana la Semana de la Crítica con 'Mimosas', diario 'El País', 20 de  mayo de 2016.



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