Música y lágrimas.Anthony Mann.







Ficha técnica:


Título original:The Glen Miller Story.
País: Estados Unidos.
Año:1953.
Duración: 107 minutos.

Dirección: .Anthony Mann..
Guión:Valentine Davies y Oscar Brodney.
Director de Fotografía:William Daniels, A.S.C. Consultor Technicolor:William Fritzsche.
Adaptación musical:Henry Mancini; director musical: Joseph Gershenson .
Editor:Russell Schoengarth.
Directores  artísticos: Bernard Herzbrun, Alexander Golitzen.
Decorador del set:Russell A.Gausmany Julia Heron.
Sonido: Leslie I.Carey, Joe Lapis.

Vestuario: Jay Morley, Jr.
Estilista de peluquería: Joan St. Oegger.
Maquillaje: Bud Westmore.

Productor: Aaron Rosenberg.
Compañías productoras: Universal Pictures, Umbrella Entertainment.


Intérpretes:


James Stewart: Glenn Miller,
June Allyson: Helen Burger,
Henry Morgan: Chummy,
Charles Drake: Don Haynes,
George Tobias:: Si Schribman,
Barton MacLane: General Arnold,
Sig Ruman:Kranz,
Irving Bacon: Mr. Miller,
James Bell: Mr. Burger,
Kathleen Lockhart: Mrs.Miller,
Katherine Warren: Mrs. Burger,
Frances Langford:
Louis Armstrong
Ben Pollack
Gene Krupa
The Modernaires
The Arcbie Savage Dancers


Sinopsis: 


Glen Miller fue uno de los más famosos músicos de jazz de la "era del swing". En 1925 empezó a tocar el trombón en una pequeña banda de provincias y, después de una gira por pueblos y ciudades, se instaló en Nueva York. Hasta allí llegó su novia para casarse. La boda fue una histórica sesión musical dirigida por el gran Louis Armstrong. A partir de entonces la carrera de Glenn Miller estuvo llena de éxitos.

Premios:


1954: Oscar: Mejor sonido. 3 nominaciones
1954: Premios BAFTA: Nominada a mejor actor extranjero (James Stewart)
1954: Sindicato de Directores (DGA): Nominada a Mejor director
1954: Sindicato de Guionistas (WGA): Nominada a Mejor guión musical
1954: Círculo de críticos de Nueva York: Nominada a Mejor Actriz (June Allyson).

Crítica:



Hace años perdí de vista este film, hoy descatalogado, y hace muy poco tiempo me llevé una tremenda alegría: en una tienda quedaba un ejemplar. Nunca más saldrá de mi casa. Anthony Mann construye la diégesis de  un universo de segundones europeos que habían emigrado a las tierras recientemente descubiertas y habían levantado una nueva civilización, con sus luces y sus sombras; se habían subido los primeros al carro del nuevo modo de representación, el cine, y de los estudios hollywoodienses salían películas como churros, bien narradas, pergeñadas por un pueblo que se sentía orgulloso de actuar, de trabajar, de luchar, y que se diferenciaba de los primogénitos ociosos que habían quedado en el viejo continente y que pronto les fueron a la zaga. El gran error de Donald Trump es que sólo le ha quedado el orgullo, y no llega a entender que lo que movió a hombres como Glenn Miller a cruzar el charco fue luchar por la democracia recién implantada en su moderno estado y luchar contra la tiranía. Y el músico se sacrificó después de luchar por conseguir un estatus y cuando tan solo había disfrutado diez años de una situación acomodada ganada a pulso: por cada disco ganaba tres centavos, pero vendía los discos por cientos de miles. Napster impuso la falsa apariencia de lo gratuito, pero esa es otra historia.

Música y lágrimas  es una biografía la de uno de los músicos blancos, que pasaron buena parte de su vida buscando un sonido nuevo, Glenn Miller, (el otro fue Cole Porter), que influenciados por la música afroamericana que se hacía en su país dejaron una impronta imborrable en la idiosincrasia de los norteamericanos, unas partituras que en muchas ocasiones llegaron a representarlos en el mundo. Un film aconsejable,entrañable, elegante y ligero, interpretado por dos actores tan eficientes y entrañables como James Stewart y June Allison.


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