Nightcrawler. Dan Gilroy
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Ficha técnica.
Título original: Nightcrawler.
País: Estados Unidos.
Año: 2014.
Duración: 113 minutos.
Dirección: Dan Gilroy.
Guión: Dan Gilroy.
Casting: Andy Marin, c.s.a.
Director de Fotografía: Robert Elswit, a.s.c.
Música: James Newton Howard.
Edición: John Gilroy, a.s.c. (hermano del director)
Coordinador de especialistas: Mike Smith.
Director artístico: Naam Marshall.
Decorador del set: Meg Everist.
Diseño de Vestuario: Tony Wescott.
Jefe de Departamento de maquillaje: Donald Mowat.
Jefe de Departamento de peluquería: Candace Neal.
Productores: Jake Gyllenhaal, David Lancaster, Litvak, Jennifer Fox, Tony Gilroy.
Productores ejecutivos: Michael Walters, Danbury
Diseño de producción: Kevin Kavabaugh.
Productor asociado: Juliana Guedes,
Compañías. Productoras: Sierra Affinity, Bold Films
Intérpretes:
Jake Gyllenhaal: Louis Bloom,
Michael Papajohn: Guqardia de seguridad,
Ritz Ahmed:
Marco Rodriguez Scrapyard Owner,
Bill Paxton: Joe loder,
James Huang: Marcus Mayhem Video,
Kent Shockner: Kent Schocknek,
Pat Harvey: Pat Harvey,
Sharon Tay: Sharon Tay,
Rick García: Rick García,
Leah Fredkin: gancho femenino,
Bill Seward: Bill Seward,
Rene Russo: Nina Romina,
Sinopsis:
Tras ser testigo de un accidente, Lou Bloom (Jake Gyllenhaal), un apasionado joven que no consigue encontrar trabajo, descubre el mundo del periodismo criminalista en la peligrosa ciudad de Los Ángeles.
Premios:
2014: Premios Oscar: Nominada a Mejor guión original
2014: Globos de Oro: Nominada a Mejor actor principal - Drama (Jake Gyllenhaal)
2014: Premio BAFTA: 4 nominaciones, incluyendo Mejor actor (Jake Gyllenhaal)
2014: American Film Institute (AFI): Top 10 - Mejores películas del año
2014: National Board of Review: Mejores 10 películas del año
2014: Independent Spirit Awards: Mejor ópera prima y guión
2014: Premios Gotham: 2 nominaciones, incluyendo Mejor nuevo director
2014: Satellite Awards: Mejor guión original
2014: Sindicato de Actores (SAG): Nominada a Mejor actor (Jake Gyllenhaal)
2014: Critics Choice Awards: 3 nominaciones, incluyendo Mejor película
2014: Críticos de Chicago: 3 nominaciones, incluyendo Mejor actor (Gyllenhaal)
Nightcrawler (lombriz) es el tipo de película que gusta mucho a periodistas y jurados de certámenes cinematográficos, pero que apenas se mantienen en la cartelera, e incluso no hay que esperar mucho tiempo para adquirirlas a precio de saldo en cualquier establecimiento especializado. Dan Gilroy, guionista, hijo del ganador del Premio Pulitzer Frank D.Gilroy, y hermano de Tony Gilroy (saga de Bourne), debuta con un film perverso, en el que hay algo enfermo, algo patológico en el personaje que interpreta Jake Gillenhaal y que fue reiteradamente premiado con los galardones que otorgan los premios más prestigiosos del cine y que, desde el interior de nuestros hogares nos hace sentir la ciudad y la noche como algo terriblemente diabólico. La imagen que sugiere Luís Martinez es estremecedora ya que nos coloca ante nosotros mismos, ante el espejo al que interpela Travis Blicke (Taxi Driver) diciéndole: "You talking to me?": "Quién mira a quién cuando miramos, por ejemplo, la televisión? Les dejo a solas con la pregunta. Dejen pasar los anuncios y luego, si se ven con fuerzas, contesten. Eso o, mejor, háganlo tras contemplar 'Nightcrawler'. Básicamente, de eso trata la película del debutante y antes guionista Dan Gilroy: del sentido de idea y vuelta de las miradas. La idea no es otra que colocar frente a la mirada supuestamente inocente del espectador un espejo. Pero, y esto es lo que importa, con el canto tan perfectamente afilado que no hay retina que se le resista. Un único corte basta..." (La noche y la sangre. Diario 'El Mundo', 30 de enero de 2015).
Vivimos tiempos cínicos en los que se da valor a lo extremo, lo desagradable, lo que nos acorrala y nos da tanto miedo que acaba limando nuestras defensas como seres humanos. La prensa ha valorado la opera prima de Dan Gilroy, entre ellos el exigente Jordi Costa, que nos hace reflexionar acerca de que clase de vida es la que nos recluye en casa, como un refugio en el que nos defendemos de la muerte que nos acecha en la guerra civil que se libra en la calle: "El señor y la señora América, aquel concepto de Billy Wilder expuesto en la insigne El gran carnaval (1951), con el que se bautizaba a la masa que se alimenta de carroña social a través de los medios de comunicación, han parido un nuevo hijo: un don nadie dispuesto a todo, producto de los tiempos de Internet como curso de formación vital, como mercader de la autoayuda, un reptil de la noche, un trabajador por cuenta propia que se comería a su madre con tal de vender un reportaje de 200 dólares (...) un viaje al fin de la noche comandado por un sociópata del siglo XXI que quizá no sea más que un vendedor de crecepelo del XIX, el hijo bastardo del periodismo ciudadano entendido como curso online de fontanería casera, “un mísero, legañoso, pulgoso, aterido, que ha acabado aquí perseguido por el hambre”, que diría Céline." (El carnaval de las tinieblas. Diario 'El País', 30 de enero de 2015).
Oti Rodriguez Marchante transmite la misma helada conclusión: "Dan Gilroy se lanza como un jaguar del guión a la dirección y debuta con este tenebroso ¿thriller? sobre la voracidad de los noticieros televisivos, que necesitan el color rojo sangre para excitar y lidiar con sus audiencias, y sobre la ambición desaprensiva e inmoral con la que la compra y venta de la noticia ha envuelto el oficio de reportero. El personaje central es magnífico y está brutalmente distorsionado (más allá de la caricatura) para que cumpla su función modélica, o sea como ejemplo de degeneración periodística, hasta el extremo de convertir al Kirk Douglas de ?El gran carnaval? en un tipo con corazón. Jake Gyllenhaal compone con una mezcla diabólica de encanto naif y cálculo grotesco este personaje que se dedica a filmar el suceso...( Crítica de "Nightcrawler": Reportero de noche. Diario ABC, 30 de enero de 2015).
Hay muchas más críticas y todas ellas en el mismo tono, con valoraciones que aportan escasos matices, muchas de las cuales las podéis encontrar en Filmaffinity.
Dan Gilroy, avalado por sus hermanos, John como editor del film y Tony como productor, procede a la deconstrucción de los elementos que van a constituir su película: la visión de la ciudad de Los Angeles, desde el enclave hollywoodiense de Mullholand Dirve, un punto de Sunset Boulevard con las erguidas palmeras que lo caracterizan que ha hecho famoso el cine; desde esta atalaya desciende a la ciudad y nos la muestra desierta, apenas iluminada por los establecimientos que permanecen abiertos; en su paseo por la ciudad nos muestra los autobuses que, acabada su jornada laboral, descansan en las cocheras, los trenes de mercancias que discurren solitarios, y en medio de este páramo urbano un personaje, Louis Bloom, un buscavidas que vive de pequeños robos, que busca una oportunidad de realizar un trabajo decente que se le niega reiteradamente y en su constante deambular nocturno descubre una oportunidad de trabajo freelance: grabar la sangre que riega las calles y vender las imágenes a televisiones que buscan elevar constantemente el tono de los programas que emiten,con el objetivo de ganar audiencia y ganar en competitividad al resto de los medios.
Lo que se dice:
Nightcrawler (lombriz) es el tipo de película que gusta mucho a periodistas y jurados de certámenes cinematográficos, pero que apenas se mantienen en la cartelera, e incluso no hay que esperar mucho tiempo para adquirirlas a precio de saldo en cualquier establecimiento especializado. Dan Gilroy, guionista, hijo del ganador del Premio Pulitzer Frank D.Gilroy, y hermano de Tony Gilroy (saga de Bourne), debuta con un film perverso, en el que hay algo enfermo, algo patológico en el personaje que interpreta Jake Gillenhaal y que fue reiteradamente premiado con los galardones que otorgan los premios más prestigiosos del cine y que, desde el interior de nuestros hogares nos hace sentir la ciudad y la noche como algo terriblemente diabólico. La imagen que sugiere Luís Martinez es estremecedora ya que nos coloca ante nosotros mismos, ante el espejo al que interpela Travis Blicke (Taxi Driver) diciéndole: "You talking to me?": "Quién mira a quién cuando miramos, por ejemplo, la televisión? Les dejo a solas con la pregunta. Dejen pasar los anuncios y luego, si se ven con fuerzas, contesten. Eso o, mejor, háganlo tras contemplar 'Nightcrawler'. Básicamente, de eso trata la película del debutante y antes guionista Dan Gilroy: del sentido de idea y vuelta de las miradas. La idea no es otra que colocar frente a la mirada supuestamente inocente del espectador un espejo. Pero, y esto es lo que importa, con el canto tan perfectamente afilado que no hay retina que se le resista. Un único corte basta..." (La noche y la sangre. Diario 'El Mundo', 30 de enero de 2015).
Vivimos tiempos cínicos en los que se da valor a lo extremo, lo desagradable, lo que nos acorrala y nos da tanto miedo que acaba limando nuestras defensas como seres humanos. La prensa ha valorado la opera prima de Dan Gilroy, entre ellos el exigente Jordi Costa, que nos hace reflexionar acerca de que clase de vida es la que nos recluye en casa, como un refugio en el que nos defendemos de la muerte que nos acecha en la guerra civil que se libra en la calle: "El señor y la señora América, aquel concepto de Billy Wilder expuesto en la insigne El gran carnaval (1951), con el que se bautizaba a la masa que se alimenta de carroña social a través de los medios de comunicación, han parido un nuevo hijo: un don nadie dispuesto a todo, producto de los tiempos de Internet como curso de formación vital, como mercader de la autoayuda, un reptil de la noche, un trabajador por cuenta propia que se comería a su madre con tal de vender un reportaje de 200 dólares (...) un viaje al fin de la noche comandado por un sociópata del siglo XXI que quizá no sea más que un vendedor de crecepelo del XIX, el hijo bastardo del periodismo ciudadano entendido como curso online de fontanería casera, “un mísero, legañoso, pulgoso, aterido, que ha acabado aquí perseguido por el hambre”, que diría Céline." (El carnaval de las tinieblas. Diario 'El País', 30 de enero de 2015).
Oti Rodriguez Marchante transmite la misma helada conclusión: "Dan Gilroy se lanza como un jaguar del guión a la dirección y debuta con este tenebroso ¿thriller? sobre la voracidad de los noticieros televisivos, que necesitan el color rojo sangre para excitar y lidiar con sus audiencias, y sobre la ambición desaprensiva e inmoral con la que la compra y venta de la noticia ha envuelto el oficio de reportero. El personaje central es magnífico y está brutalmente distorsionado (más allá de la caricatura) para que cumpla su función modélica, o sea como ejemplo de degeneración periodística, hasta el extremo de convertir al Kirk Douglas de ?El gran carnaval? en un tipo con corazón. Jake Gyllenhaal compone con una mezcla diabólica de encanto naif y cálculo grotesco este personaje que se dedica a filmar el suceso...( Crítica de "Nightcrawler": Reportero de noche. Diario ABC, 30 de enero de 2015).
Hay muchas más críticas y todas ellas en el mismo tono, con valoraciones que aportan escasos matices, muchas de las cuales las podéis encontrar en Filmaffinity.
Crítica:
Dan Gilroy, avalado por sus hermanos, John como editor del film y Tony como productor, procede a la deconstrucción de los elementos que van a constituir su película: la visión de la ciudad de Los Angeles, desde el enclave hollywoodiense de Mullholand Dirve, un punto de Sunset Boulevard con las erguidas palmeras que lo caracterizan que ha hecho famoso el cine; desde esta atalaya desciende a la ciudad y nos la muestra desierta, apenas iluminada por los establecimientos que permanecen abiertos; en su paseo por la ciudad nos muestra los autobuses que, acabada su jornada laboral, descansan en las cocheras, los trenes de mercancias que discurren solitarios, y en medio de este páramo urbano un personaje, Louis Bloom, un buscavidas que vive de pequeños robos, que busca una oportunidad de realizar un trabajo decente que se le niega reiteradamente y en su constante deambular nocturno descubre una oportunidad de trabajo freelance: grabar la sangre que riega las calles y vender las imágenes a televisiones que buscan elevar constantemente el tono de los programas que emiten,con el objetivo de ganar audiencia y ganar en competitividad al resto de los medios.
Dan Gilroy usa una prosa dura, con aristas, en las que entre el contexto y los personajes coloca el visor de la cámara, que reproduce una imagen mediatizada de la realidad, un encuadre seleccionado por el psicópata, provocando un brusco contraste entre los personajes, tomados en primerísimos primeros planos de un Gyllenhaal malcarado, peor peinado, de tez verdosa producto de filtros que reflejan en su rostro los colores de la noche, los que proceden de los escasos establecimientos nocturnos o los semáforos de las calles y que no tiene el más mínimo prurito moral para sacar provecho de la muerte de un colega. El realizador proporciona carnaza a un público voraz e instisfecho que consume esta porquería sin poner reparos ni objeciones de conciencia.
Delitos urbanos que se desplazan a las zonas rurales, donde se instala la burguesía, llevando a estas zonas, que el hombre busca para su relax y una vida cotidiana de disfrute de la naturaleza, la desazón y el terror. Ahora ya no son los monstruos demasiado ficticios salidos de la imaginación de Wes Craven o John Carpenter, que invaden las pesadillas originadas por pecados colectivos o generadas por la superstición y el subdesarrollo cultural, sino hombres como nosotros, que se desplazan en mono volúmenes caros y que no despiertan las sospechas de los confiados ciudadanos. Unos hechos que acabaran enriqueciendo a lombrices como Louis Bloom, un parásito de una visa deshumanizada.
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