Razas de la noche. Crítica.






Ficha técnica, sinopsis comentario, fotografías, cartel y trailer (Pinchad aquí)



Crítica:



Clive Barker realiza una auténtica 'flipada', una metáfora bizarra de la división de la sociedad en dos clases, los naturales  y las razas de la noche, que viven en Midian , en los sótanos de un cementerio. Boone/Cabal es el Mesias que los marginados de la noche esperaban pero que les traerá la destrucción;  los naturales tienen ejércitos y policías suficientes, los hijos de la libertad, los amantes del rifle, para combatir a  sus enemigos, ya sean comunistas, monstruos, pirados o mutantes del cromosoma, . Frente a ellos Boone se ha convertido en la imagen del libertador de Midian, porque entró en la cámara de Baphomet , habló con el Bautista y sobrevivió, algo que jamás alguien había logrado; y no es necesario que el público lo entienda, ya que es un film fundamentalmente sensorial que busca el divertimento. Quentin Tarantino compara el tropo que  subyace en este relato con  Like a Virgin de Madonna. Una muestra de la locura que envuelve la historia de un film, fracasado en su salida al mercado por primera vez.




El jefe de este poblado de mutantes está dirigido por uno de estos monstruos de rica y variada iconografía, Lylesburg, interpretado por Doug Bradley, que sobrepasa por su diversidad al imaginario de X-Men. Sin embargo, la segunda película de Clive Barker, basada en una novela corta del propio director, es hoy una película de culto, considerada una de las obras más importantes de la década de los 80 y  los 90 del siglo XX gracias a la riqueza imaginativa y su puesta en escena tan peculiar. David Cronenberg representa el papel del villano, un doctor maligno que se esconde tras sus pacientes para cometer sus crímenes y hacerlos responsables de ellos, un personaje que se inscribe en este universo tan variado y que cumple la misma  función que los demás: divertir al  público y funcionar como hilo conductor de un guión sin pretensiones y desencadenante de la acción que lleva a Boone a Midian. Aunque si nos detenemos un poco podremos comprobar que se inscribe en la línea de doctores malignos (Mabuse, Bergerus, Mengele..., los primeros ficticios y el tercero real), que pretenden limpiar el mundo de familias enteras abrumadas por el peso del pecado, entre las que se encuentra la de Aaron Boone.




Un film divertido, que gira en torno  a 'los otros', los supervivientes de las grandes tribus, mutaciones, fenómenos, restos de razas a las que los naturales han llevado casi a la extinción. Como la pobreza y la exclusión son inmortales, aunque algunos, como Babette, pueden perder la vida si se exponen al sol. Esta niña será objeto de un cameo por parte de Neil Jordan en 'Entrevista con el Vampiro', una pre-adolescente, casi una niña, de la que se enamora Louis de Pointe du Lac, interpretado por Brad Pitt en el film, y que en la novela de Anne Rice recibe el nombre de Babette. Vosotros nos llamáis monstruos, le dice a Lori la mujer que cuida a esta niña, pero cuando os dormís, soñáis con volar y cambiar y vivir para siempre. De la mano de este ser inocente Lori conocerá los excesos del hombre, (La Inquisición, el nazismo...).


 


Diego Guerrero, autor de la introducción al 'El derecho a la pereza' de Paul Lafargue, yerno de Carlos Marx, desvela la riqueza que aporta la diversidad, cuando afirmaba que "le gustaba presumir, con buenas razones, de que por sus venas corría "la sangre de tres razas oprimidas", afirmación que se basaba en que era hijo de francés y criolla nacido en Cuba y en que sus abuelos maternos eran un judío y una india caribe, y su abuela paterna una mulata de origen africano. Por ello, su suegro, Karl Marx, bromeaba con él llamándolo "negro", y hasta el día de hoy se discute en qué medida tiene que ver este origen multirracial y caribeño con el temperamento vital de Lafargue o incluso  de esta singular obra sobre la 'pereza'..." Un libro que demuestra que, aunque las cosas cambien, las modificaciones son lentas, y, a pesar del tiempo transcurrido, semánticamente la diferencia entre 'Razas de noche' y la saga de los X-Men no son tantas, en lo que se refiere a la identificación del 'otro' y la representación de la diferencia, si exceptuamos el cambio del latex por los efectos especiales que permiten las nuevas tecnologías. (1)

(1) El derecho a la pereza. Paul Lafargue. Maia Ediciones. 2013, pág. 5.

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