Moonrise Kingdon. Crítica
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Ficha técnica, sinopsis, críticas, comentario, carteles y trailer (Pinchad aquí)
Tratamiento formal:
Anderson nos subyuga con un film chocante, impactante,con sabor a tebeo, recortable, casa de muñecas y juegos de construcción de la década de los sesenta; comienza con la deconstrucción de una pieza musical clásica de Purcell, haciéndonos escuchar el sonido de cada uno de los instrumentos, y acaba realizando el mismo ejercicio con la música de Alexandre Desplat, el compositor del score musical del film, audiciones contempladas como un placer poco habitual para unos niños: los hijos de los Bishop .Mientras un hombrecillo con abrigo rojo y gorro de nomo verde funciona como un narrador objetivo que va ubicando al espectador en los distintos escenarios en los que se va a realizar la acción : la Isla de Nex Pensance de 25 Km. de longitud, poblada por pinos y viejos arces, surcada por riachuelos creados por la marea, territorio de la tribu Chickchaw, sin carreteras asfaltas, pero sí con muchos caminos, un hidroavión que transporta el correo y el ferri que visita la isla dos veces al día desde Stone Cove. Estilo naif que recuerda la pintura del tubista Leger y el 'boterismo' , de Fernando Botero, que atrae por igual a niños y adultos por sus vivos colores. Un liberal es un rojo con formación universitaria, dice un inversor inmobiliario en los Diarios del Ron de Bruce Robinson, descripción aplicable a la familia Bishop; incluso la joven Suzy Bishop , (Kara Hayward), cuando huye de casa se lleva un tocadiscos portátil y un disco de Francoise Hardy, (nada de Jacques Brel o Edith Piaf; demasiado vulgares).
En la isla, el campamento Ivanhoe, es una célula social en la que conviven niños de diferente extracción social y sensibilidad, alguno imaginativo y rebelde, como Sam (Jared Gilman), que sabe montar una tienda elevada del suelo. Enternecedora imagen del tendedero con la ropita puesta a secar de los pre-adolescentes. Juanto a ellos monitores imaginativos, como el personificado por Edward Norton, y otros más viejos y cascarrabias como el que interpreta Harvey Keitel; Bill Murray, muy moderado y casi un padre responsable, Mr. Bishop, y Bruce Willis, el Capitán Sharp, policía amante de Frances MacDorman, Sra. Bishop, complementan el reparto bizarro de esta curiosa puesta en escena, que ha entusiasmado a muchos y ha dejado indiferentes a otros como a Carlos Boyero, al que le parece sosa y fatigosa.
Magnífica obra acerca de la inadaptación de unos jóvenes al mundo de los adultos y la búsqueda de su 'isla ideal',donde poder vivir fuera de la vigilancia de los adultos, que conlleva una crítica amable a la burguesía ilustrada y a sus sistemas de educación en el hogar y fuera de él. Padres intelectuales que tienen una hija que se maquilla como una hortera, lleva tacones al campo y al huir de casa sólo se preocupa de la comida del gato; Sam, un niño sin padres biológicos, residente en un piso de acogida, no tiene ningún apego a un techo que no es un hogar y unas personas que no son sus padres, y ve la huida como una liberación. El amor de Suzy será lo más importante de su vida. Ha ocurrido lo de siempre: Wes Anderson nos ha ganado y nos hace más fieles a su obra.
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