Nicky, la aprendiz de bruja.Crítica

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LA EDAD DE LA INDEPENDENCIA

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CRÍTICA:

Nicky, la aprendiz de bruja, la quinta película de Hayao Miyazaki, es un relato encantador que toma como protagonista a una jovencísima bruja de 13 años, una niña precoz capaz de independizarse de sus padres, enamorarse, montar su propio negocio y actuar como una madre con su fiel gato  Jiji . Un film sobre el ingreso en la edad adulta y la pérdida de la inocencia que debilitará su magia y la capacidad de comunicarse con su compañero hasta ese momento, el gato negro que identifica a las brujas. Miyazaki no olvida un bonito homenaje a las mujeres mayores, despreciadas por sus nietas pijas que piensan que la vejez es una enfermedad.

La posibilidad de volar se erige en la protagonista de la película, ya sea apoyándose en elementos centenarios, como las escobas de las brujas, dirigibles o bicicletas voladoras, como la que se fabrica Tombo. En su viaje, esta niña con una formación superior a las chicas de su edad, hace autostop con una amiga mayor que ella, viaja sola a casas en medio del bosque y se desplaza con su escoba a lugares lejanos para realizar transportes pagados, todo un modelo de comportamiento social muy diferente al de Occidente...

Un colorido brillante y luminoso, atractivos paisajes, música agradable y personajes melifluos, hacen reconocible al autor que hay detrás de esta agradable historia sobre una niña que inicia el vuelo hacia su independencia a una edad demasiado temprana para occidente.