Rodin. Ficha técnica
Ficha técnica:
Título original: Rodin
País: Francia
Año: 2017
Duración: 119 minutos
Dirección: Jacques Doillon
Guión: Jacques Doillon
Casting: Coralie Amedeo
Dirección de Fotografía: Christophe Beaucarne
Música: Philippe Sarde
Edición: Frédéric Fichefet
Diseño de Vestuario: Pascaline Chavanne
Responsable de Maquillaje: Nathalie Tabareau
Peluquería: Milou Sanner
Productores: Christia Larsen
Productor asociado: Philippe Logie
Diseño de producción: Katia Wiszkop
Compañías productoras: Les Filmes du Lendemain, Artémis Productions, France 3 Cinéma
Intérpretes:
Vincent Lindon : Auguste Rodin,
Izïa Higelin : Camille Claudel,
Séverine Caneele : Rose Beuret,
Bernard Verley : Victor Hugo,
Anders Danielsen Lie : Rainer Maria Rilke,
Arthur Nauzyciel : Paul Cézanne,
Laurent Poitrenaux : Octave Mirbeau,
Olivier Cadiot : Claude Monet
Sinopsis:
Auguste Rodin (1840-1917), a sus 42 años, conoce a Camille Claudel, una mujer joven desesperada por convertirse en su ayudante. Él rápidamente se da cuenta de su potencial y la trata como una igual en términos creativos. Después de más de una década de trabajo y de relación apasionada, Camille se separa de él, una separación de la que nunca se recuperará y de la que Rodin saldrá profundamente herido. La película también muestra algunos de sus romances con asistentes y modelos así como su larga relación con Rose Beuret.
Lo que se dice:
El film fue estrenado en Francia el año pasado, por lo que ya se puede tener una opinión formada del criterio de la crítica a un lado y otro del Atlántico, y, aunque el cartel intenta una aproximación al hombre que fue Auguste Rodin, el veredicto de la prensa de una película sobre un ilustre francés realizada por un cineasta francés, un realizador con una larga trayectoria, no ha sido demasiado positivo si lo comparamos con otros proyectos como la multipremiada 'La pasión de Camille Claudel', dirigida por Bruno Nuyten en 1988. De nuevo volvemos al romance de Rodin y Claudel, de la que se ha llegado a decir que es la autora de algunas obras que se atribuyen al escultor, e inspiradora de ciertas técnicas que lo caracterizan.
En España, Carlos Boyero haciendo gala de su carácter provocón, roza los límites de lo políticamente correcto al llamar 'vacaburra' a la mujer del escultor, dejándose guiar más por sus sensaciones que por su trabajo de crítico, algo que él mismo hace patente: "Me cuentan que un periódico francés ha definido Rodin como una película que te resulta tan pesada como si te cayera encima una escultura de Rodin. Y me río mucho. Eso se llama ingenio y lucidez, el resto es crítica de cine. El reputado director Jacques Doillon vuelve a revisar la vida y obra de aquel señor genial que te provoca tantos sentimientos impagables cuando ves esculturas como El beso o Los burgueses de Calais. Pero no aporta nada que merezca la pena. Sí una sensación plomiza, un relato lineal y estático retratando el método de trabajo del uranio, sus relaciones con Cezanne y Monet, su pasión amatoria no solo hacia su colaboradora y amante Camille Claudel sino también su infatigable dedicación sexual a modelos y sirvientas, su miedo a la ruptura definitiva con la vacaburra de su esposa, el proceso de creación inspirándose en Dante para sus esculturas de La puerta del infierno, su fijación con el rostro y el cuerpo de Balzac. Todo esto, que podría estar descrito de forma apasionante ateniéndose a la personalidad proteica de Rodin, se reduce a una sucesión monótona de escenas que huelen a teatro malo." * La referencia es larga para que se pueda entender un discurso un tanto disperso.
En su crónica de Cannes, Luís Martínez ** en un apartado que denomina 'Las piedras pesan', sostiene, con una apreciación muy parecida a la de Boyero, que la película de Doillon "sencillamente se cae encima. Es imposible resistirse a la metáfora de una escultura mal cimentada que directamente aplasta al espectador. Quiere el director ayudado por el siempre visceral y demasiado humano Vincent Lindon acercarse a la intimidad sucia de un artista inabarcable. Para ello, dispone la cámara en posición de acoso. Toda la película transcurre en el gesto crispado a veces, arrebatado a ratos e intenso siempre del protagonista.
Philip Engel la califica de clásico biopic wikipédico (no sé qué es eso) , y, apoyándose en la actriz que representa a Camille Claudel, concluye que “toda nuestra vida está aquí”, refiriéndose a las estatuas en el estudio de Rodin, donde la chica, en un principio, es aprendiz. Pero tomar prestadas las formas del artista retratado es sólo una variante en las estrictas normas del género, que aquí, pese a una cierta elegancia y la difusa voluntad de escarbar en busca de algo más profundo" no logra pasar de una visión superficial. ***
En Estados Unidos la percepción es muy parecida: Jay Weissberg (Variety) duda de si, incluso los amantes de la cultura, tendrán sus sentidos atolondrados con esta pesada lección didáctica de dos horas sobre la vida y los amores de Rodin; Jordan Mintzer (The Hollywwod Reporter) la califica de rígida y sin vida, como un bloque de marfil; para Barbara Sharres (rogerebert.com) es bonita de ver, aunque carece de la pasión que intenta representar.
* Crónica del Festival de Cannes. Diario 'El País, 24 de mayo de 2017.
** Crónica de Cannes. Diario 'El Mundo', 24 de mayo de 2017.
*** Vincent Lidon, un 'Rodin' de lo más intenso. Fotogramas, 24 de mayo de 2017.
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