28 semanas después. Juan Carlos Fresnadillo
Ficha técnica:
Título original: 28 Weeks Later
País: Reino Unido
Año: 2007
Duración: 99 minutos
Dirección: Juan Carlos Fresnadillo
Guión: Rowan Joffe, Juan Carlos Fresnadillo, E.L. Lavigne, Jesús Olmo
Casting: Shaheen Baig
Director de fotografía: Enrique Chediak
Música: John Murphy
Editor: Chris Gill
Dirección artística: Denis Schnegg
Diseño de Vestuario: Jane Petrie
Jefe de maquillaje y diseño de peluquería: Konnie Daniel
Productores: Enrique López-Lavigne, Andrew McDonald & Allon Reich
Productores ejecutivos: Danny Boyle y Alex Garland
Diseño de producción: Mark Tildesley
Compañías: Fox Atomic & DNA Films, asociados con UK Film Council, Pigment, Sogecine & Koan Films Production
Intérpretes:
Robert Carlyle: Don,
Catherine McCormack: Alice,
Rose Byrne: Scarlet,
Jeremy Renner: Doyle,
Harold Perrineau: Flynn,
Catherine McCormack
Mackintosh Muggleton: Andy,
Imogen Poots: Tammy,
Idris Elba: Stone.
Sinopsis:
El terror y la devastación desatados en 28 días después se reproduce seis meses después de que el virus haya diezmado Londres en esta secuela de horror total que "supera" a la original. Tras restaurar el orden y ganar la batalla a la infección, el ejército estadounidense entra en Gran Bretaña para colaborar en su reconstrucción. Pero uno de los refugiados, al regresar, lleva con él un secreto que amenaza con reiniciar la mortal explosión de sangre, muerte y caos. Con una dirección magistral y secuencias memorables '28 semanas después' dispara la emoción.
Lo que se dijo:
El film fue bien recibido por la prensa. Jordi Costa (diario 'El País') señala que el proyecto suma a una propuesta conceptual potente, un buen número de estímulos de superficie; A.O. Scott (The New York Times') la tilda de brutal y agotadoramente terrorífica; para Peter Travers (Rolling Stone) no apesta y es pura dinamita para un festival zombie...
Crítica:
Juan Carlos Fresnadillo hace una secuela inteligente del inolvidable film de Danny Boyle (productor ejecutivo de esta película), '28 días después', que unos años antes de la crisis que estalló en septiembre de 2008 ya imagino explosiones de ira en las calles, reprimidas con violencia por la policía y amparadas en la metáfora de un virus inoculado por los científicos en el laboratorio, no se sabe con qué fines, pero si con qué resultados. El cineasta canario se centra en cómo resuelven los ejércitos anglosajones, tanto el norteamericano como el británico, la cuestión del orden público, que ya fue denunciada por Dan O'Bannon en 'El regreso de los muertos vivientes', llegando al exterminio de la población si se considera necesario, hasta el extremo de que muchos mortales se abstienen de pedirles ayuda, considerándolos capaces de usar incluso armas atómicas, contra enfermos de ira cuya única fuerza es el número. Lo que Gavin Hood plantea como un gran dilema en 'Espías en el cielo' sobre qué hacer si en el punto de mira de un cañón se coloca un niño, Juan Carlos Fresnadillo lo resuelve priorizando la vida de los pequeños y colocando a un franco tirador interpretado por Jeremy Renner frente a sus compañeros y desobedeciendo las órdenes que le imponen disparar indiscriminadamente sobre una población que huye, haciendo explícito su código ético: "Tener a un niño en el punto de mira no me parece un buen blanco."
La historia es relativamente sencilla, aunque está narrada con un lenguaje cinematográfico que doce años después de la realización de la película ya no provoca ni escandaliza a nadie, especialmente en un momento en el que prima la expresión descafeinada y lánguida de un indie retro, que copia las formas del pasado pero evita sus grandes melodramas y los temas épicos, centrándose en el individuo y sus preocupaciones cotidianas. Fresnadillo fragmenta, constantemente las imágenes y rompe los espacios, (no solo cuando entran en acción los zombis, seguidos de cerca por cámaras enloquecidas, flotantes, al hombro, steadicams...), sino cuando los protagonistas se encuentran en situaciones en las que no corren riesgo y son tomados en fuertes picados, contrapicados e incluso planos cenitales sin justificación aparente. La tensión se consigue muchas veces, no por la presencia los come-cerebros, sino por las acciones disparatadas de los protagonistas, que hacen todo aquello que el espectador cree que no haría nunca en la misma situación y que dispara su nerviosismo. Un buen ejemplo es la escapada de los hijos de Don (Robert Carlyle) atravesando la ciudad de Londres, abandonada y llena de residuos de todas las clases, para volver a su casa y buscar a una madre que creen muerta, tras tomar una moto abandonada de un repartidor de pizzas y colocarse unos casos innecesarios en un lugar abandonado. Esta acción será la que desate la nueva crisis que se extenderá por toda Europa.
A pesar de lo dicho, el director del '28 semanas después' que debutó en España en 2011 con 'Intacto', un film al que siguió al título que comentamos, producido, como hemos dicho antes por el propio Danny Boyle, parece haber consolidado su carrera en Inglaterra, país en el que ha colaborado en dos series televisivas: Falling Water (2016) y Salvation, 2017. Un cineasta a tener en cuenta.
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