El soldadito. Jean-Luc Godard. Ficha técnica




SE ACABÓ PARA MI EL PERIODO DE LA REFLEXIÓN; COMIENZA EL DE  LA ACCIÓN



Ficha técnica:


Título original: Le petit soldat
País: Francia
Año: 1963
Duración: 88 minutos

Dirección: Jean-Luc Godard
Guión: Jean-Luc Godard, basado en la novela de Lionel White
Dirección de Fotografía: Raoul Coutard
Música: Maurice Le Roux
Edición: Agnes Guillemont, Lila Herman, Nadine Trintignant
Departamento de Arte: Clement Hurel


Productor George De Beauregard
Compañías productoras: StucioCanal, Société Nouvelle de Cinématographie; distribución: Universal Pictures


Intérpretes:


Michel Subor: Bruno Forestier,
Anna Karina: Veronica Dreyer
Henri-Jacques Huet: Jacques
Leslo Szabo: Laszlo
Paul Beauvais: Paul


Sinopsis:



1958. Durante la Guerra de Independencia de Argelia, en Ginebra está teniendo lugar una bulliciosa actividad de espionaje. Tanto el bando a favor de la independencia como aquellos que quieren que siga siendo una colonia francesa, se reunen en la ciudad. Dentro de este marco tiene lugar la historia de amor entre Verónica Dreyer y Bruno Forestier, siendo cada uno miembro de un bando diferente. Como consecuencia, la vida de ambos está puesta en entredicho por aquellos que regentan las organizaciones.

Crítica:


Jean-Luc Godard, de origen judío, y descendiente de una familia de banqueros, conocía muy bien el ambiente malsano y oscuro en que se cocían todo tipo de intermediarios, financieros, vendedores, paracaidistas e hijos de papá que se implicaban en una guerra secreta cada vez más sangrienta, en la que se enfrentaban y convivían mediante una red de dobles agentes, revolucionarios del FLN argelino y la extrema derecha francesa que practicaba la guerra sucia a través de la OAS (Organisation  de l'Armée Secrète). Estos criminales preparaban sus asesinatos leyendo o recitando de memoria a poetas como Cocteau o escritoras como Madame de Staël, filósofa y tertuliana también de origen ginebrino, o presionando a jóvenes de veintipocos años para que ejecutaran a sus objetivos. Godard, realizador vanguardista, colaborador de Cahiers du Cinema, se codeaba en aquellos momentos con la plana mayor de la Nouvelle Vague, -, Rhomer, Truffaut, Chabrol y Rivette -, y decidió llevar a la gran pantalla esta atmósfera  de guerra que se respiraba un tanto desplazada del lugar donde se estaba llevando a cabo la Batalla de Argel, en su segundo largometraje, (el primero fue À bout de souffle' /Al final de la escapada, 1960)

Si bien el film se realizó en 1960, no se estrenó hasta 1963, pasando por delante otros producidos y ejecutados con posterioridad por el autor, como 'Una mujer es una mujer' (1961), 'Los siete pecados capitales' (1962) y 'Vivir su vida' (1962). Este retraso en su presentación en sociedad de 'Le petit soldat' se debe a razones políticas, ya que hasta 1962 no finalizó  la Guerra de Liberación de Argelia, y no había producciones cinematográficas sobre el tema; hasta 1966 no se estrenó 'La Batalla de Argel', dirigida por el italiano Gillo Pontecorvo, que todavía levantó ampollas. Godard no sólo hacía gala de representar la verdad, sino de hacerlo 24 veces por segundo; en el desarrollo del film muestra simpatía por los republicanos españoles y la resistencia al avance del ejército de Franco, la última guerra romántica que se libró en el mundo, de acuerdo con el criterio de filósofos, escritores y otros intelectuales que participaron en ella y por la ciudad condal, a la que cita el protagonista, Bruno Forestier, en un largo monólogo en el que se declara europeísta  y va señalando la causa por la que ama a cada país de los que conforman Europa. Al llegar a España deja este comentario: "No me gusta Barcelona por culpa de España, pero me gusta España porque existe Barcelona."

Uno de los mayores atractivos del film es el protagonismo de Ana Karina, a la que Bruno dedica un discurso muy sexista: "Las mujeres no deberían pasar de los 25; los hombres, al envejecer,se vuelven cada vez más guapos. Las mujeres no. Es injusto. Las mujeres cuando se suicidan se tiran debajo de un tren o tirándose por una ventana . Tienen tanto miedo a no atreverse, que se tiran hacia adelante.. La vida da la razón a las mujeres, la muerte a los hombres. Van Gogh decía: "Algún día cogeremos la muerte para ir a otra estrella". Godard es el predecesor de tantos otros que, como Linklater convierten sus películas en un 'cotorreo constante', (dicho con todo el cariño),  no exento de ternura e ingenuidad (recordemos 'Le Chinoise');  en 'El soldadito' el joven espía termina su alegato con una frase lapidaria que atribuye a Lenin: "La ética es la estética del futuro,  una realidad que conciliará a la izquierda y la derecha". Da la impresión de que, en su evolución, la Historia va a acabar dándole la razón.

Un film interesante, porque marca como pocos una época en la que los jóvenes franceses se pusieron al frente de una revolución en la que su mayor arma era la palabra. "El Mayo Francés  creó una nueva forma de comunicación mediante la conversión de las paredes parisinas en una pizarra en la que los jóvenes escribían sus slogans, un puñado de frases e imágenes, que fueron el embrión de un nuevo sistema de comunicación política que creció en todo el mundo,  que competía con la información filtrada y controlada por el Estado‭. ‬En Godard estaba ya el embrión de esta forma de plantar cara al establishment, que toma forma en el largo monólogo de Bruno que precede al giro final. El film, pues, constituye una buena crónica de su época, en la que el cineasta más admirado por sus compañeros de profesión de cualquier latitud del mundo no duda en mirar de forma crítica, incluso a la mujer de la que se había enamorado, precisamente cuando la seleccionó para protagonizar este film.



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