Fort Apache. John Ford
Ficha técnica:
Título original: Fort Apache
País: Estados Unidos:
Año: 1948
Duración: 127 minutos
Dirección:
Guión: Frank S.Nugent, basado en la historia "Massacre" de James Warner Bellah
Dirección de Fotografía: Archie Stout, ASC
Música: Richard Hageman
Edición: Jack Murray
Dirección artística: James Basevi
Efectos especiales: Dake Koehler
Coreografías: Kenny Williams
Vestuario: D.R.O. Hatswell
Vestuario de hombres: Michael Meyers
Maquillaje Emile Lavigne
Productores: John Ford y Merian C. Cooper
Compañías: Argosy Pictures Production; distrución: RKO Pictures, Inc
Intérpretes:
John Wayne: Capitán Kirby York,
Henry Fonda: Teniente Coronel Owen Thursday
Shirley Temple: Philadelphia Thursday,
Pedro Armendariz: Sargento Beaufort,
Ward Bond: Sargento Mayor O'Rourke,
George O'Brien: Capitán Collingwood,
Victor McLagen: Sargento Mulcahi,
Anna Lee: Sra. Collingwood,
Irene Rich: Sra. O''Rourke,
John Agar: Teniente Michael O'Rourke.
Dick Foran
Guy Kibbee
Grant Withers
Jack Pennick
Ray Hyke
Movita
Miguel Inclan
Mary Gordon
Sinopsis:
Terminada la Guerra de Secesión (1861-1865), el general Owen Thursday, tras ser degradado, es enviado a Fort Apache en calidad de coronel para hacerse con el mando. El fuerte, situado en medio del desierto de Arizona, es un puesto militar fronterizo cuyos soldados están curtidos en la lucha contra los apaches mescaleros.
Crítica:
Fort Apache, más allá del deterioro que no ha resuelto del todo la remasterización, es uno de los filmes más masculinistas de Ford, en el que hombres toscos y curtidos en la lucha establecen una diferencia entre las distinguidas esposas e hijas de los oficiales y las mujeres que sirven en el cuartel, si bien son respetuosos con todas. La lucha contra los indígenas no es contemplada como esa mancha que enturbia el alma americana de que nos habla en sus cuadros Hartung, sino como la represión de unos salvajes que perturban la colonización de los pioneros, algo que le ha valido la fama de conservador que muchos atribuyen a uno de los mejores directores del cine universal. Pero la mirada honesta, humana, e incisiva que proyecta sobre todos los personajes que contribuyen a dar forma a sus historias pone a cada uno en su sitio. Ford hace no solo un magnífico retrato psicológico individualizado de los hombres y mujeres que habitan este espacio reducido, sino que muestra las clases sociales que viven dentro de él y las jerarquías por las que se rigen, especialmente cuando se reúnen en el acto social por excelencia, el baile, con una apertura que emula una marcha militar, carente de calidez.
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Ford es un gran artista magnífico, un renovador del cine y un gran storyteller, y en este film convierte el emblemático Cañón del Colorado en el principal protagonista de una historia de desencuentros, enfrentamientos militares, en el que la arbitrariedad del poder está representada por el general degradado a coronel interpretado por Henry Fonda, mientras la acción, la camaradería y el diálogo con los indígenas corre a cargo del personaje que interpreta John Wayne, su subordinado, el capitán Kirby York. Uno y otro representan las ideologías dominantes en Estados Unidos, y la mirada de las cámaras se inclina por el de rango inferior, cuya palabra de honor, dada al jefe apache Cochise, es pisoteada por el Coronel Thursday, para quien un indio no es un hombre, sino un salvaje al que se puede atraer a su terreno con artimañas con el objetivo de aniquilarlo.
La herencia de Ford, un hombre que se negó a declarar contra sus compañeros de profesión durante la caza de brujas impulsada por el Senador Mccarthy, en la que se ensuciaron personajes como Cecil B. De Mille o Elia Kazan, entre otros muchos, fue portentosa, hizo avanzar el joven modo de representación y dejó una huella imperecedera entre sus colegas, que le rindieron homenaje en sus películas. Muy llamativo es el salto de eje de John Landis en el videoclip más famoso de la historia: Thriller de Michael Jackson, un recurso impactante que usa el viejo maestro en este film. Por otra parte, Ford combina a la perfección el cine de encuadre, dotando de significación cada fotograma, y el montaje ideológico, y valiéndose de las más variadas transiciones en los cambios de secuencia y en las brillantes persecuciones protagonizadas por espectaculares cabalgadas de caballos y diligencias.
Pero también denuncia la forma en que hombres como el coronel introdujeron y protegieron a capitalistas sin escrúpulos en las reservas, que convirtieron en un infierno la vida de los indios, en este caso apaches mescaleros, que dejaron los lugares en que se los arrinconó y se enfrentaron al gobierno americano. El espectador irá entendiendo por qué Thursday fue degradado, lo que supone el simple traslado de un inepto de un lugar a otro, llevando la ruina a los suyos y al territorio enemigo. Los apaches, armados con los rifles que les vendían los nuevos capitalistas y atrincherados en el cerro testigo que popularmente denominan 'La Mesa Azul', infringen una terrible derrota a unos soldados dirigidos por un demente, ciego de soberbia y ambición que no está a la altura de las misiones que se le encomiendan y carece de talante negociador.
Historiadores, pintores y otros cronistas deforman la historia y convierten a un déspota inepto en el héroe de los escolares norteamericanos, mientras se lamentan del número de soldados anónimos de los que nadie hablará nunca. Nadie excepto Ford que recuerda que murieron por una paga de 13 dólares al mes (un argumento que usa con frecuencia el cineasta) y un rancho de alubias y cebada. "Cambiarán sus rostros, sus nombres, - dice el Capitán Kirby mientra mira por una ventana en la que se ven reflejados sus compañeros desaparecidos -, pero ellos son el ejército." Viudas y huérfanas afrontan con entereza su destino. Este es John Ford; preguntado Orson Welles sobre sus tres directores preferidos, contestó: "John Ford, John Ford y John Ford".
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