Martha Marcy May Marlene. Sean Durkin








¿Estaba equivocado Ortega y Gasset cuando dijo: "Yo soy yo y mi circunstancia y si no la salvo a ella no me salvo yo?



Ficha técnica:


Título original: Martha Marcy May Marlene
País: Estados Unidos
Año: 2011
Duración: 102 minutos

Dirección: Sean Durkin
Guión: Sean Durkin
Casting:Susan Shopmaker, CSA, Randi Glass
Dirección de Fotografía: Jody Lee Lipes
Música: Saunder Jurriaans & Danny Bensy
Supervisor musical, edición de sonido y grabación: Coll Anderson, M.P.S.E.
Edición:Zac Stuart- Pontier
Dirección artística: Jonathan Guggenheim

Diseño de vestuario: David Tabbert
Responsable de maquillaje:Jessica Kelleher


Productor: Josh Mond, Antonio Campos, Chris Maybach, Patrick Cunningham
Productores ejecutivos: Ted Hope, Matt Palmieri, Saerom Kim, Saemi Kim, Alexander Schepsman
Diseño de producción: Chad Keith
Apoyo de  Sundance Institute


Intérpretes:


Elizabeth Olsen: Marta,
Christopher Abbott: Max,
Brady Corbet: Watts,
Hugh Dancy: Ted,
Maria Dizzia: Katie,
Julia Garner: Sarah,
John Hawkes: Patrick
Louisa Krause: Zoe,
Sarah Paulson: Lucy


Sinopsis:


En su espectacular debut cinematográfico, Elizabeth Olsen, protagoniza el papel de Martha,  una chica que escapa de una peligrosa secta y de su dominante y carismático líder (John Hawkes), intenta recuperar su vida normal juno a su familia, pero acosada por constantes pesadillas sobre su pasado, la paranoia resquebraja su existencia y ningún lugar le parece seguro, mientras la frágil línea entre la realidad  y sus delirios comienza a desdibujarse.


Premios (en Filmaffinity)

2011: Festival de Sundance: Mejor director
2011: Festival de Cannes: Sección oficial a concurso (sección "Un certain regard")
2011: Círculo de Críticos de Nueva York: Nominada a Mejor ópera prima
2011: Premios Independent Spirit: 4 nominaciones, incluyendo Mejor ópera prima
2011: Premios Gotham: Nominada a Mejor reparto, Director y Actriz (Elizabeth Olsen)
2011: Asociación de Críticos de Los Angeles: Premio Nueva generación
2011: Critics Choice Awards: Nominada a Mejor actriz (Elizabeth Olsen)
2011: Asociación de Críticos de Chicago: Mejor Intérprete Revelación y Director Nove



Crítica:


Se habla mucho de la subjetividad de Haneke  y su influencia en el universo paralelo en el que navega Martha, pero dicho así parece no explicar nada. Nada es la palabra que mejor define un relato que se nuclea en torno a individuos adanistas, sin contexto familiar ni social, que explique sus convicciones, sus ideales y su comportamiento más o menos rupturista, mientras a los personajes del austriaco los define el grupo, la identidad colectiva, tanto en 'La cinta blanca' como en 'Caché'. Aquí es el espectador el que deduce la clase social por detalles secundarios, de quien cultiva la ilusión de formar junto con unos cuantos una comunidad primitiva ideal, liderada por un fanático con derecho de pernada, en la que prima la división convencional del trabajo, según la cual los hombres se dedican a producir y las mujeres al cuidado de esta gran familia. Un grupo que de tanto en tanto realiza razzias, no precisamente pacíficas, en las casas aisladas que los circunda.

No hay antecedentes, no sabemos cómo y quienes eran los padres ni de Martha (hay quien ha querido comparar este film con Winther's Bone, dirigido en 2010 por Debra Granik  e interpretado por Jennifer López, que representa el papel de la hija mayor de una familia de la white trash americana, de una gran dureza, y en la que la cineasta norteamericana pone desde el primer momento las cartas sobre la mesa). Martha, Marcia May Marlene cree que nadie ha sufrido a causa de su desaparición, que nadie la ha echado de menos, porque ella no ha sentido nada por lo que dejaba detrás, fuera lo que fuera, y lo manifiesta explícitamente. No ocurre lo mismo con su hermana, criada en la misma familia, burguesa o no, (no hay información), que ha generado un gran sentimiento de culpa por no haber conseguido que Martha estudiara, fuera a la Universidad yse forjara un porvenir, y que abre las puertas de su casa, la que comparte con su marido, a una chica de la que ignora cuál ha sido su modo de vida en los años en que ha estado desaparecida.

El aspecto de la joven es bueno, sus costumbres extrañas: se baña desnuda en lugares concurridos por familias, se empeña en que cocinen las mujeres, y le molesta que lo haga Max, y en compartir su cama con su hermana mientras hace el amor con su marido. El espectador, que conoce desde las primeras líneas de escritura cinematográfica, que ha vivido en una especie de comuna que tiene poco de hippy, excepto en la práctica de la promiscuidad sexual, un ideal del que se aprovecha especialmente el líder, solo frente a una cámara objetiva, va profundizando en el conocimiento de las prácticas, -nada de las creencias e ideales - del grupo y va percatándose de que Lucy (Sarah Pulson) ha abierto la puerta a algo más que a su hermana, y esa sensación malsana es la que nos aproxima a los relatos descarnados de Haneke. Paulatinamente el que mira va tomando conciencia de que los objetivos de los y las integrantes de la comuna se alejan de los ideales de los primitivos comuneros y se acercan más a sectas como la de Manson. Sean Durkin no quiere regalarnos una explicación y deja abierta la historia a múltiples interpretaciones que derivan en las críticas más variadas, en las que algunos apenas coinciden en señalar a Hitchcock y Haneke como los referentes del joven director canadiense, que logró el apoyo del Instituto de Sundance., Festival en el que ganó el premio al Mejor Director Dramático por este film.

Se  dice que el realizador se enfrenta a aquello que más le asusta, y es que, a pesar de que se habla de lo ordinario y de lo extraordinario, todos conocemos personas como las que él representa, que describe con precisión Clint Eastwood: "Hay dos tipos de personas, las que miran y las que cavan". Martha y Lucy son hijas de los mismos padres, que en un momento determinado de su vida eligen diferentes caminos: una no piensa en lo que deja atrás, esta es su condición para ser libre; la otra queda traumatizada, pensando que por su culpa la hermana pequeña no ha realizado ni los estudios que le permiten acceder a la Universidad. Cuando Martha reaparece en su vida no es para ponérselo fácil, y consciente de la influencia que ejerce sobre Lucy, embarazada, la sentencia: "No serás una buena madre". ¿Qué es lo ordinario y qué lo extraordinario? Patrick (John Hawkes) le dice a sus chicas: el momento más feliz de la vida es la muerte; el que muere no desaparece, está en otra dimensión. Unos y otros representan las dos caras de la misma moneda, condenados a vivir juntos y a convertir este mundo en algo un poco menos feliz. Unos pendientes de deudas, hipotecas y restricciones a su libertad, otros dejando jirones de su humanidad desde el mismo momento de la captación de adeptas.Un corto de pocos minutos, una vez finalizada la película y como material extra, nos revela el procedimiento.

Ritmo lento pero intenso, planos generales largos y constantes flashbacks que la propia Martha no sabe explicar si responden a sueños o a alucinaciones y que van desdibujando lo real de lo imaginado y alienando al individuo, es la forma elegida por Durkin para narrar una historia, no por frecuente, muy oscura, especialmente en una etapa de la vida en la que a todos nos ha dominado la soberbia, el deseo de no ser como los demás, de mejorar las expectativas y romper con el pasado, sus convenciones y  los lazos familiares que sentimos como opresores. Durkin, buen representante del cine indie,  ha aislado a los individuos  de su medio y nos ha mostrado su subjetividad, lo que a cada uno de ellos le mueve y le preocupa, olvidando aquello de que el hombre es él y sus circunstancias, sin aproximarse a las condiciones económicas, políticas o sociales que puedan haber condicionado su forma de actuar, aunque no son difíciles de deducir. Un título interesante, que algunos saludaron como el mejor estreno del año en que se produjo, el 2011.

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