Glass . M.Night Shyamalan. Crítica



VIVIR DE ACUERDO CON NUESTROS PRINCIPIOS TIENE EFECTOS CONTAGIOSOS



Ficha técnica, Sinopsis (Pinchad aquí)


Lo que se dice:


Glass se integra en uno de los potentes estrenos que se están produciendo con la entrada del nuevo año, respecto a los cuales las páginas dedicadas a ofrecer datos numéricos reflejan medias muy elevadas. La española Filmaffinity  le otorga una nota media de 6,8, basada en 905 votos; Imdb sube un poco esta nota, 7,2, al ampliar la muestra, una encuesta en la que han participado 12,547 usuarios. El Tomatometer de la página Rotten Tomatoes da un vuelco a estas cifras y suspende claramete el film con un  índice de un 35% de aceptación de la prensa, consultadas  243 reseñas, una cifra que entra en claro conflicto con la posición del público que la aprueba con un 78%, de un total de 3,504 valoraciones. Algo no ha funcionado como se pudiera esperar, a pesar de que con los estrenos de la semana el público parece haber vuelto al cine.

Los argumentos que dan los críticos , muestran una extrema polarización entre ellos. Los más favorables son, en este caso, los de habla hispana que  destacan una brillante y firme puesta en escena (Jordi Costa, diario 'El País', con quien coincidimos plenamente en esta ocasión); película inteligente, pausada, derivativa, consciente de sí misma...(Luís Martínez, diario 'El Mundo'); la evidencia de la buena forma de M.Night Shyamalan (Quim Casas, diario 'El Periódico); una culminación a la altura de la trilogía (Janire Zurbano, Cinemanía); la más arriesgada y pesimista vuelta de tuerca al cómic de superhéroes y la más amarga reflexión del director sobre su propia obra (Fausto Fernández, Fotogramas); el Shyamalan que experimenta y se toma libertades a la hora de contar su historia (Sergio López Aguirre, Diario Premiere, México).

Frente a estos, los críticos norteamericanos han sido, en lineas generales bastante más duros: el  film nunca emplea la oscuridad para que busquemos desesperadamente la luz (David Ehrlich, Indiewire); decepción descorazonadora y monumental fracaso artístico  de uno de los directores favoritos de Scott Mendelson (Forbes); no está a la altura de la sofisticación visual e intelectual de las películas de superhéroes (Matt Singer, Screen Crush); dsdibujada e inconexa (Sam Adams, Slate)...



Crítica del blog:


Si bien el film de Shyamalan ha dispuesto de un presupuesto muy modesto, -20 millones de dólares -, si lo comparamos con las grandes producciones del género que están lanzando DC Comics y Marvel, no se puede negar que el cineasta haya manejado sus recursos con elegancia, soltura, solidez y una elevada dosis de comicidad, una empresa en la que han colaborado sus tres actores fetiches, Bruce Willis, Samuel L. Jackson y James McAvoy, cuya asociación con los personajes que han protagonizado su trilogía, 'Unbreakable', 'Mr. Glass' y 'Split', ha entrado definitivamente en el imaginario colectivo, produciendo un efecto llamada en el público importante. McAvoy logra momentos de una locura sumamente divertida,  un trabajo que nadie hubiera imaginado que fuera capaz de hacer el circunspecto Charles Xavier de los X-Men.

Poco a poco veremos que, en torno a la expansión de estos personajes que se originan en la novela gráfica y que se dividen en superhérores y supervillanos, se va generando un sentimiento de animadversión de sectores sociales que intentan implantar su sentido  del equilibrio y que, como auténticos guardianes entre el centeno, capitaneados por una 'psiquiatra' del Allenton State Hospital de Pensylvania, inician su particular guerra sucia que intenta liquidar a unos seres que se revolvieron contra una sociedad que los había machacado cuando todavía eran unos niños, determinando de manera cruel el surgimiento de unos monstruos entre aquellos que habían sufrido.

Shyamalan apuesta claramente por los villanos (los malos son más atractivos que los buenos, piensan muchos), más brillantes en su desarrollo que el superhéroe que encarna Bruce Willis y que, como todo el mundo sabe pierde su fuerza cuando entra en contacto con el agua, que funciona como su criptonita particular, desvelando en esta entrega las causas de su poder y dejando las puertas abiertas a la prolongación de la saga. Yo me lo he pasado muy bien, y he disfrutado con Bruce Willis, de nuevo fuera del ghetto de hombres mayores, cuando es un actor que todavía puede dar mucho de sí como individuo. Mientras las fuerzas lo acompañen.



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