Ararat. Atom Egoyan. Crítica.
LO QUE MÁS DUELE NO ES LA GENTE QUE PERDIMOS EN LA TIERRA, SINO SABER QUE NOS ODIABAN TANTO.
Ficha técnica, sinopsis, lo que se dice (Pinchad aquí)
Crítica.
Atom Egoyan sorprende por la forma que adopta su mirada sobre la deportación y el genocidio del pueblo armenio a manos del gobierno de los Jóvenes Turcos del imperio otomano en 1815, a principios del siglo XX, en la que el cineasta opta por el metadiscurso, el análisis de las posibilidades del cine para dar una visión de un conflicto propia, al margen del periodismo y la historia, desde el propio cine, un análisis en el que no solo el cineasta es armenio, sino uno de sus protagonistas, Charles Aznavour, que interpreta el papel del director de una película que narra, desde diferentes puntos de vista este crimen contra la humanidad, el director Edward Saroyan. La masacre, de la que todos los personajes implicados hablan, se produce en su mayor parte fuera de campo, con la excepción de algunas imágenes muy efectivas del asesinato de hombres, viejos y mujeres, tras ser violada delante de sus hijos, testigos de la humillación de sus hijos, también asesinados . Nodebemos olvidar que 'Ararat' no es un ficción de una mente calenturienta, sino la narración ajustada a la realidad de un hecho histórico.
El relato sumará varias miradas: la de Arshile Gorky, un pintor que, emigrado a Estados Unidos, inventó una relación de familia con el célebre escritor ruso Maximo Gorky; Ani, interpretada por Arsinée Khanjian, profesora de Universidad y autora de estudios sobre la matanza de su pueblo, su hijo Raffi (David Alpay), cuyo marido y padre, respectivamente, murió al intentar acabar con la vida de un diplomático; la joven hermanastra de Raffi, encarnada por María José Croze; el director Edward Saroyan que busca el apoyo de Ani, o Ali (Elías Koteas), un actor dispuesto a echar tierra sobre el asunto e iniciar una nueva andadura, olvidando la historia para poder seguir adelante, despreciando él mismo el consejo del filósofo español Ruíz de Santayana que advierte que quien ignora su historia está condenado a repetirla. Raffi recuerda a Ali la pregunta que Hitler hizo a los suyos : "¿Quién recuerda el exterminio de los armenios? El dictador ignoraba que, si bien muchos desconocen este genocidio, quizás no olviden nunca el que llevaron a cabo los nazis.
El núcleo del discurso gira en torno a una fotografía y un cuadro que pintó Gorky en el que aparecía el pintor junto con su madre, a la que 'salvó del olvido, arrancándola de una pira de cadáveres, para situarla en un pedestal de vida', un personaje al que implica el director desde su infancia, creando una figura ficticia que fue testigo de la muerte de niños de su edad; Saroyan se permite una licencia poética para situar fuera de contexto el Monte Ararat, por el valor simbólico que tiene para los armenios, que lo han convertido en símbolo nacional, y practicantes de religiones que reconocen el Antiguo Testamento (judaísmo, cristianismo e islam) y sitúan este volcán inactivo como el lugar donde descansa el arca de Noé. También colabora, desde una perspectiva diferente Celia, la hermanastra-novia de Raffi, que acusa a su madre de haber asesinado a su amante, que es precisamente su progenitor.
Un film revelador de los sufrimientos del pueblo de Atom Agoyan, un cineasta de origen armenio, afincado en Canadá, que revela las razones por las que muchos hombres y mujeres dejan atrás la tierra que los vio nacer. Film imprescindible para recuperar la memoria histórica de los pueblos, que han olvidado de qué son capaces algunos hombres que dejan imágenes imborrables que el realizador dosifica a lo largo de su película.
Trailer en Youtube.
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