Hell Fest. Gregory Plotkin. Ficha técnica y crítica
Ficha técnica:
Título original: Hell Fest
País: Estados Unidos
Año: 2018
Duración: 90 minutos
Dirección: Gregory Plotkin
Guión: Seth M.Sherwood, Blair Butler, Stephen Susco, Gary Dauberman, basado en una historia de William Penick, Chris Sey, Gary Dauberman
Casting: Deanna Frigidi, Lisa Mae Fincannon
Dirección de Fotografía: José David Montero
Música: Bear McCreary
Edición: David Egan, Gregory Plotkin
Dirección artística: Mark Dillon
Decoración del set: Nik Morgan
Diseño de Vestuario: Tony Gardner, Eulyn Colette Hufkie
Jefe de Departamento de peluquería: Michelle Diamantide
Jefe de Departamento de maquillaje: Ashley Levy
Productores: Gale Anne Hurd, Tucker Tooley
Productores ejecutivos: Phillip Kobylanski, Greg Renker
Diseño de producción: Michael Perry
Compañías productoras: Valhalla Motion Pictures, Ingenuity Studios, Tucker Tooley Entertainment; distribución: Lionsgate, CBS Films...
Intérpretes:
Cynthea Mercado : Jodi,
Stephen Conroy : el otro,
Amy Forsyth : Natalie,
Bex Taylor-Klaus : Taylor,
Reign Edwards : Brooke,
Christian James : Quinn,
Matt Mercurio: Asher,
Roby Attal : Gavin,
George Howard Adams : Gate Guard,
Courtney Dietz : Britney,
Markus Silbiger : Bored Carny Kid,
...
Sinopsis:
Un asesino en serie enmascarado convierte un parque de atracciones en su patio de recreo aterrorizando a un grupo de amigos. Mientras tanto, un grupo de patrocinadores que está ese día en el parque se divierte pensando que todo forma parte del espectáculo.
Lo que se dice:
La prensa ha marcado distancias con el film que dirige Gregory Plotkin, lo que se refleja en las páginas que ofrecen datos cuantitativos como Filmaffinity que refleja una media de 4,7 puntos, basada en 1089 votos. La página Imdb sube la nota a 5,5, basada en una muestra más amplia: 7.078 votos. El Tomatometer de la página Rotten Tomatoes da índices de aceptación muy bajos: 39% de la prensa, consultadas 56 reseñas, y 41% del público, pulsada la opinión de 684 usuarios.
Los argumentos que se dan son en ocasiones pintorescos.Jordi Costa, (Diario 'El País') afirma que Hell Fest rescata el espíritu de 'La Casa de los Horrores' de Hopper, (¿?) ; otros críticos son mas duros, como ocurre con Fausto Fernández, (Fotogramas), que sostiene que la película está mal interpretada, mal dirigida. Como hay gustos para todos, más que criterios objetivos, Dennis Harvey (Variety) 'Hell Fest' es un slasher bien realizado que padece de una ausencia de personajes creíbles, un argumento poco convincente y ausencia de ideas originales; algo parecido; muy mala para Nick Allen (rogerebert.com); una película que aburre hasta a los muertos, ya que todo lo hemos visto antes y mejor (William Bibbiani, The Wrap).
Pero también tiene buenas críticas, como la de Brad Miska (Bloody Disgusting) que es de la opinión de que cumple todo lo que promete bastante creíble; Alexis Puig (Diario Infobae) es de la mima y opinión y afirma que, sin ser una maravilla, ni rebosar originalidad, funciona, entretiene y provoca más de un sobresalto al espectador desprevenido.
Crítica:
Desde el primer minuto el espectador menos avisado observa que se halla ante un film de bajo presupuesto que busca un lugar entre las películas de explotación del género de terror, que tiene su reflejo en una imagen sucia, aparentemente poco cuidada y deliberadamente cutre (las hay mucho más bizarras), porque es un estilo con una estética fijada con el tiempo que tiene sus adeptos. Jordi Costa la hace retroceder a los tiempos en que compañías como Cannon Films produjeron películas de temática similar; más tarde esta compañía fracasó y cayó en manos de israelitas como Menahem Golan y su primo Yoram Globus, entre 1970 y 1990, . La relación entre ambos fue recogida por un documental, The Go Go Boys (2014); el fracaso del nuevo intento de remontar la Compañía la hizo caer en manos de Pathé.
Esta mirada retrospectiva obedece a intentos de establecer una relación directa con lo que el crítico llama 'Terror de discoteca', que incluye películas tan dispares y a la vez tan inolvidables como las que realizó uno de los maestros del horror como Tobe Hopper (La matanza de Texas,1974), como Poltergeist (1982), Roger Corman, 'La tienda de los horrores (1960) o Andréi Konchalolovski, 'El tren del infierno' (1985), cerrando de este modo, parece ser, un nuevo ciclo, ahora de terror, que abarcaría una parte importante de la segunda mitad del silo XX. De nuevo la mirada nostálgica se impone. Hay filmes que podrían servir de referencia, salvando las distancias en guión cinematográfico, calidad de imagen, estructura, e interpretaciones, como Bienvenidos a Zombieland, (Ruben Fleisher, 2009) y tantas otras sobre un tema similar a lo largo del siglo XXI.
En Hell Fest el personaje del psicópata no está en absoluto desarrollado y el giro final cae en uno de los argumentos populares, protagonista de numerosos reality shows sobre crímenes resueltos o sin resolver, en los que el serial killer es un hombre aparentemente normal cuyo rostro, oculto tras una máscara, no se ve jamás. Incluso una breve escena nos muestra a un joven detenido por error, que lleva la misma máscara y se cubre la cabeza con una capucha como el asesino, que al serle arrancada mostró a un inocente adolescente. El núcleo del relato es un bucle interminable de malas decisiones que conduce a los protagonistas al fondo de un infierno concebido para la diversión, en el que ya había precedentes de acciones violentas, amparadas en su propio diseño de entretenimiento. Esta forma de estructurar la historia conduce a la rutina y ésta al aburrimiento,llegando a un punto en el que al espectador le da igual que los maten a todos con tal de que la proyección acabe. Esto explica la reacción negativa, no ya de los críticos, sino de los fans del género.
Esta mirada retrospectiva obedece a intentos de establecer una relación directa con lo que el crítico llama 'Terror de discoteca', que incluye películas tan dispares y a la vez tan inolvidables como las que realizó uno de los maestros del horror como Tobe Hopper (La matanza de Texas,1974), como Poltergeist (1982), Roger Corman, 'La tienda de los horrores (1960) o Andréi Konchalolovski, 'El tren del infierno' (1985), cerrando de este modo, parece ser, un nuevo ciclo, ahora de terror, que abarcaría una parte importante de la segunda mitad del silo XX. De nuevo la mirada nostálgica se impone. Hay filmes que podrían servir de referencia, salvando las distancias en guión cinematográfico, calidad de imagen, estructura, e interpretaciones, como Bienvenidos a Zombieland, (Ruben Fleisher, 2009) y tantas otras sobre un tema similar a lo largo del siglo XXI.
En Hell Fest el personaje del psicópata no está en absoluto desarrollado y el giro final cae en uno de los argumentos populares, protagonista de numerosos reality shows sobre crímenes resueltos o sin resolver, en los que el serial killer es un hombre aparentemente normal cuyo rostro, oculto tras una máscara, no se ve jamás. Incluso una breve escena nos muestra a un joven detenido por error, que lleva la misma máscara y se cubre la cabeza con una capucha como el asesino, que al serle arrancada mostró a un inocente adolescente. El núcleo del relato es un bucle interminable de malas decisiones que conduce a los protagonistas al fondo de un infierno concebido para la diversión, en el que ya había precedentes de acciones violentas, amparadas en su propio diseño de entretenimiento. Esta forma de estructurar la historia conduce a la rutina y ésta al aburrimiento,llegando a un punto en el que al espectador le da igual que los maten a todos con tal de que la proyección acabe. Esto explica la reacción negativa, no ya de los críticos, sino de los fans del género.
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