Venom. Ruben Fleisher. Crítica










EL TRIUNFO DE LO TRANSVERSAL: EL SIMBIONTE, CURIOSA ASOCIACIÓN DE UN SER MASCULINO Y OTRO ASEXUADO




Ficha crítica, sinopsis, lo que se dice (Pinchad aquí)


Crítica:


Vamos a una sala de proyecciones animados por diferentes motivaciones: conocer, disfrutar o soñar, y el cine puede dar respuesta a todas ellas. En contra de lo que muchos piensan, aquellas obras cinematográficas, tanto como literarias o gráficas, que imponen un uso desplazado del lenguaje y por tanto introducen diversos niveles de lectura, no sólo son aptas para diferentes públicos (los niños, salvo rarísimas excepciones, no alcanzan el nivel de abstracción que se exige para una comprensión absoluta del relato, quedándose, con algunos adultos, en su foreground), sino que exigen del espectador un esfuerzo, que no sólo contribuye a su formación, sino a su disfrute.

Esto es lo que ocurre con Venom, un film en el que Ruben Fleisher, acompañado de su equipo en el que figuran Matthew Libatique, director de fotografía, asiduo colaborador de Darren Aronosfski, y los especialistas en efectos especiales Paul Franklin, Sheena Duggal, entre muchos otros de los que participan en la elaboración de un mundo fantástico que eclosiona en la aparición de un ser nuevo, el simbionte, un alienígena parásito, un huésped que necesita introducirse en el cuerpo de un hombre para sobrevivir en la Tierra, un personaje que responde a un magnífico diseño, verosímil, a ratos terrible, a ratos simpático y cercano, en especial cuando restringe su área de actuación y la limita al cuerpo del protagonista, junto con el que está dispuesto a combatir la llegada al planeta de millones de los suyos. Venom, dotado de las mismas características que su primer anfitrión, Spider-Man, -capacidad de adherirse a cualquier superficie, que puede mejorar extendiendo cualquier parte de su cuerpo, gran fuerza y agilidad, aunque más musculoso, violento y agresivo-, debe su aspecto actual a un antecedente claro, un serie limitada de cómics denominada Secret Wars (Las guerras secretas), a la que dieron forma los dibujantes Mike Zeck y Rick Leonardi, y la contribución definitiva de Todd  McFarlanne inspirándose en Kraven.

Es precisamente este matiz el que hace de Venom un film muy particular. ¿Si no hablamos de invasiones masivas de extraterrestres, sino del asentamiento de uno sólo entre nosotros, de qué hablamos? Es simpática, y no exenta de lirismo, ironía y una buena carga de vis cómica, la idea del diálogo permanente de un ser humano y un alienígena, que nos hace pensar en una buddy movie rompedora, en la que la amistad y la colaboración de Eddie BrockVenom, (Tom Hardy)  es más intensa que la que se establece entre el primero y su ex-novia,  Anne Weying, interpretada por Michelle Williams. También podemos estar hablando de un hombre y su alter ego, o de un futuro transversal, transexual (frente al cisexual dominante), como el que representa Alita, ángel de combate, dirigida por Roberto Rodriguez y producida por James Cameron, que está imponiéndose en los relatos de todo tipo, inspirado en viejas teorías de feministas académicas, entre las que se encuentran Gayle Rubin, Donna Haraway o Laura Mulvey. No es extraño que el pensamiento de género dominante haya atravesado discursos multidisciplinares; aún son recientes los tiempos en los que se veía detrás de cualquier objeto de forma alargada un símbolo fálico.

Venom, en su origen como icono del mutante de la novela gráfica, es un personaje que proviene del espacio exterior, un simbionte amorfo, una masa plástica que exige un anfitrión o un huésped (término polisémico)  para su supervivencia, generalmente un humano, al que una vez asociado dota de poderes especiales que mejoran su calidad humana, de una forma de vida dual siempre enriquecedora, una metáfora muy útil para el discurso de género dominante.  Se podría hablar, en principio, del spin off de un personaje que siempre ha parasitado a otro, uno de los villanos del hombre.araña, y que toma el protagonismo en su asociación con Eddie, el más bellaco de sus anfitriones y con el que adquirirá la categoría protagonista, un trayecto que arrancó con Spider -Man en forma de un traje infame y poderoso.(Venom significa Veneno en castellano). La revista británica Empire clasificó en el número 33 de una lista de 50 personajes de cómics más importantes.

El film que dirige Ruben Fleisher, que no abandona el espíritu cómico de que hace gala en 'Bienvenidos a Zombieland' , es posible que abra una nueva franquicia, ante el éxito de la primera película en la que el personaje se sitúa en primer plano, profundizando en algunas ideas que deja bosquejadas en su posible primera entrega, y que, en caso de tener secuela, dejará posiblemente claro (o no) el camino que elige para su desarrollo.


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