El asesino del cementerio etrusco. Sergio Martino. Ficha técnica y crítica.






Ficha técnica:


Título original: Assassino al cimitero etrusco
País: Italia. Co-producción italo-francesa
Año: 1982
Duración: 98 minutos

Dirección: Christian Plummer (alias Sergio Martino)
Guión: Ernesto Gastaldi  y Dardano Sacchetti; adaptación: Ernesto Gastaldi, Maria Chianetta, Jacques Leitienne
Dirección de Fotografía: Giancarlo Ferrando
Música: Fabio Frizzi
Montaje: Eugenio y Daniella Alabiso
Puesta en escena: Antonello Geleng

Fotógrafo: Giorgio Garibaldi Schwarze
Atrezzo: Adriano Tiberi
Efectos especiales: Paolo Ricci

Vestuario: Antonello Geleng
Maquillaje: Franco Rufini y Giovanni Rufini
Peluquería: Sergio Gennari

Regia: Christian Plummer
Director de producción: Sergio Borelli, Maurizio Pastrovich
Compañías productoras: Dania Films s.r.l.(Roma), Imp.Ex.CI.Sa. (Nizza), Les Filmes Jacques Leitienne, s.r.l., Les Filmes Jacques Leitienne (París); distribución: Medusa Distribuzione, s.r.l. (Roma)


Intérpretes:


Elvire Audray
Paolo Malco
Claudio Cassinelli
Marilú Tolo
Wandisa Guida
Gianfranco Barra
Mario Cecchi
Franco Garofalo
Maurizio Mattioli
Carlo MonniAnita Sagnotti Laurenzi
Jacques Stany
Luigi Rossi
Nazareno Cardinali
Angela Doria
Antonio Maimone
Fulvio Mingozzi
Lucía Monaco
Mario Novelli
Bruno Rosa

Jon Saxon: Dr. Arthur,
Van Johnson


Sinopsis:


El Dr. Arthur (John Saxon) , famoso arqueólogo americano, logra unos importantes descubrimientos sobre los orígenes del pueblo etrusco. Pero, al inspeccionar el lugar del hallazgo es asesinado. En su agenda figura una simple anotación: "Hay 12, pero solo 11", gracias a la cual la policía descubre una banda de traficantes de droga, cuyo principal dirigente no es otro que el suegro del Dr. Arthur. Entre tanto, la mujer de Arthur, interpretada por Elvire Audray, tiene la premonición de que su marido (John Saxon) va a ser asesinado en el cementerio etrusco; cuando descubre que su temor se ha hecho real, viaja a Italia para desentrañar el misterio. Allí se encuentra con una secta de adoradores de antiguos dioses etruscos,y descubre que su padre (Van Johnson) dirige una organización dedicada al tráfico ilegal de drogas, un asunto que resolverá con la ayuda de un policía

Crítica:


Christian Plummer, alias Sergio Martino, sobrino del director Genaro Righelli, y hermano del productor Luciano Martino, cobró cierto renombre como maestro del giallo italiano, si bien de su extensa producción apenas han llegado un par de películas a nuestro país, por lo que resulta muy difícil juzgar su trayectoria. Ahora se puede encontrar en las estanterías de los establecimientos especializados Assassino al cimitero etrusco, un título de 1982, que evoca la atmósfera de las realizaciones más brillantes de Dario Argento, un recurso en el que juega un papel fundamental una música electrónica a cargo de Fabio Frizzi, que nos trae recuerdos de los particulares scores musicales de las películas del director de Suspiria, a cargo de la banda de rock progresivo 'Goblin', que envolvía con una energía inquietante y única  sus películas, basadas en novelas de explotación de terror pulp, en las que brillaban las grandes hojas de inmensos cuchillos cuchillos, cuyas tapas de color amarillo dieron nombre a este género italiano. Las víctimas de Martino mueren desnucadas,a manos de un asesino, descubierto por un procedimiento similar al que usó Antonioni en Blow-up.

En esta ocasión, Luciano Martino, que firma los créditos con el nombre de Christian Plummer, el realizador opta por una mezcla de géneros, especialmente el thriller, el terror y algo de aventura, en un historia en la que un arqueólogo se ve involucrado en un turbio asunto relacionado con el tráfico de drogas, en un lugar un tanto insólito, un cementerio etrusco. Mujeres guapas, de tez pálida, cabellos claros o muy oscuros, en torno a las cuales giran un montón de hombres, unos atraídos por su belleza, otros por intereses espurios, constituyen una trama habitual en el giallo, aunque aquí la trama se desvía un tanto de otras películas del género y se aproxima al policíaco, quedando en agua de borrajas el mcguffin que pretende crear una atmósfera sobrenatural en una historia mucho más prosaica. Sergio Martino convierte en protagonistas de su película a unos norteamericanos, cuyas oficinas están ubicadas en el World Trade Center, unas torres gemelas que se erigían como emblema del business building, que viajan a Italia, en teoría a estudiar un nuevo yacimiento arqueológico hallado en la Dodecápolis etrusca, llamada así por constituir un conjunto de doce ciudades-estado  construidas  por la Liga etrusca, (fundadas por Tirreno, según Estrabón),  una poderosa organización de carácter económico, religioso y militar. Estos antecedentes parecen querer apuntar a la presencia de la última de los Inmortales, algo que se plantea a mitad de película, y que luego queda en nada, a pesar de ciertas exhibiciones de la mujer, que aparece como obnubilada en medio de gases venenosos y portando una enorme piedra de silex.

El film no solo tiene las deficiencias propias de un proyecto de bajo presupuesto, lo que con frecuencia es muy valorado por determinados sectores de cinéfilos y críticos, sino que la historia está narrada sin pulso ni emoción por parte de Martino. Un 'giallo' fácilmente olvidable, que fue valorado por 71 usuarios de Filmaffinity con un 3,6.

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