La bestia mata a sangre fría. Fernando Di Leo. Ficha técnica y crítica








Ficha técnica:


Título original:  La bestia uccide a sangue freddo/   Cold Blooded Beast
País: Italia
Año: 1971
Duración:  96 minutos

Dirección: Fernando Di Leo
Guión: Fernando Di Leo, Nino Latino
Dirección de Fotografía: Franco Villa,   Operador de la máquina: Claudio Morabito
Música: Silvano Spadaccino
Montaje: Amadeo Giomini
Puesta en escena: Nicola Tamburro
Decoradora: Teresa Ferrone

Maquillaje: Antonio Mura
Vestuario: Marcella Moretti

Productores: Tiziano Longo, Armando Novello
Director de producción: Armando Novelli
Compañías  productoras: Cineproduzione Daunia 70, Sitoro
Filmado en Elios Film, con la colaboración de la C.I.D (Cooperativa Italiana Doppiatori


Intérpretes:


Klaus Kinski: Dr. Francis Clay,
Margaret Lee: Cheryl Hume,
Rosalba Neri: Anne Palmieri,
Jane Garret: Mara,
John Karlsen: Profesor Osterman,
Giogia Desideri: Ruth,
John Ely:
Fernando Cerulli
Sandro Rossi
Giulio Baraghini
Ettore Ceri: Inspector
Antonio Radaelli
Monica Strebel: enfermera Helen,

Carla Mancini, g.s.g.: enfermera,
Franco Marletta, g.s.g.: enfermero Male,
Piero Nistri
Daniela Di Bitonto
...


Sinopsis:


La clínica psiquiátrica dirigida por el Dr. Oesterman, es un lugar de residencia para jóvenes con distintas turbaciones mentales, todas provenientes de familias de alcurnia (ninfómanas, lesbianas, incluso hay una enamorada del doctor Keller). Pero la tranquilidad se ve alterada con el asesinato de una enfermera, seguida de una agresión a la última paciente nombrada. El dueño del lugar, en pos de cuidar el buen nombre del sanatorio, decide no dar parte a la policía, dando pie al asesino para que continúe sus andanzas.

Crítica:


De la categoría del film da buena cuenta la casposa sinopsis que figura en la carátula del DVD que aparece estos días en las estanterías de las tiendas especializadas,y que demuestra el trabajo que se viene haciendo en todos los niveles de educación y el propio cine, en relación con el respeto a la diferencia entre los seres humanos, en un momento en que no entendían una máxima que hizo célebre Manuel Azaña: "La libertad no hace más felices a los hombres; los hace sencillamente hombres". Hoy resulta verdaderamente repulsivo ver cómo se ve en las mujeres como un simple objeto del deseo del sexo contrario, para el que sólo se es mujer si se es deseable, un constructo mental de género  que, aunque no se comprenda, no es real de forma generalizada, a pesar de que Fernando Di Leo se empeñe en mostrar en primer plano los atributos sexuales femeninos, que pertenecen a mujeres seleccionadas por su tobelookedatness, una cualidad que según Laura Mulvey estimula el voyeurismo y la pulsión scópica  o el goce de mirar y hacerse mirar, que parecen ocupar una buena parte de las reivindicaciones de libertad, relacionadas con el sexo y no con la igualdad, como señalan las académicas universitarias especializadas en feminismo, lo que hace doblemente ofensivo el discurso del film.

Según Laura Mulvey este placer se divide en activo masculino/pasivo femenino  (no hay imágenes de hombres en estas situaciones), sino que es la mujer la exhibida la que representa el leitmotif del espectáculo erótico, que combinado con la narración configura el cine convencional, en el que la mujer exhibida ha funcionado en dos niveles: como objeto erótico para los personajes de la historia y como objeto erótico para el espectador en la sala. El dispositivo de la showgirl permite la unificación de las dos miradas sin ruptura aparente en la diégesis, y el impacto sexual de la mujer sitúa el film en un no man's land ( tierra de nadie) fuera de su espacio y tiempo. Una parte del cuerpo fragmentada o una superficie plana, con calidad de recortable o icono, rompen la ilusión de profundidad, el espacio renacentista o la verosimilitud.

Estas mujeres son apartadas de la sociedad, de su hogar, y confinadas en una institución privada, cuyo objetivo es 'curar' a las féminas que han demostrado en su convivencia con sus maridos que pueden tomar la iniciativa y exigirles a ellos que cumplan con sus obligaciones maritales, razón por las que se las presenta como dementes ninfómanas o peligrosas lesbianas. Se define a estas mujeres, permanentemente rodeadas de todo tipo de personal orientado a su cuidado, -enfermeras y enfermeros, médicos, auxiliares -, como 'provenientes de familias de alcurnia', dándose por descontado que las que forman parte de las clases bajas no son deseables, ni tienen acceso a los ornamentos que realzan sus atractivos. Sin embargo, el crimen que justifica el thriller no tiene como causa esta 'turbaciones mentales' que padecen las mujeres de alcurnia, y que resultan molestas a unos maridos que no aceptan que se les arrebate un ápice de la autoridad que creen que les corresponde por naturaleza, sino el motor que verdaderamente mueve los conflictos desde el comienzo de las civilizaciones y las sociedades urbanas: el control del poder económico, que en este caso está representado por una mujer millonaria que dueña de unas empresas, en las que su esposo es un simple empleado, por lo que desea quitarla de en medio, y encubrir su matanza con una serie de asesinatos aparentemente obra de un psicópata. En definitiva, lo que hombres y mujeres buscan en realidad es la posesión de aquello que sustenta el poder: el dinero. Quien lo posee se impone al desarrollo de la libertad de los demás, estableciéndose, ya no una lucha por la igualdad, sino por la supremacía de uno sobre otro, algo que entienden muchas mujeres que luchan por conseguir su trozo de pastel. Este es el verdadero background de un film con un foreground conservador y casposo.

Aunque Klaus Kinski figura en los títulos de crédito en lugar preeminente y muy destacada, juega un papel muy secundario, patético y pobre, en una historia coral protagonizada por las mujeres. Este film, realizado en 1971, no debió transitar con facilidad por la España franquista por su pertenencia a un género de explotación sexual, con títulos como 'Violación en las aulas', 1969; 'Secuestro de una mujer', 1973; 'Doctora en sexo', 1974; 'La espía se desnuda', 1975; 'Las veinteañeras', 1978...Fernando Di Leo, autor de películas de 'cine negro' italiano (con títulos y créditos propios del giallo) fue reivindicado, precisamente por esta razón, por el enfant terrible, del cine américano multigenérico (más cercano al cine policíaco y el thriller, que al cine negro), que mostró su simpatía por las películas underground de blaxploitation, realizaciones baratas destinadas a un público afroamericano con grandes dosis de violencia, protagonizadas por mujeres fuertes e independientes, capitaneadas por Pam Grier, que se tomaban la justicia por su mano. El director de 'Pulp Fiction' hizo su pequeño homenaje a este género en Jackie Brown, basada en la novela Rum Punch (Coctel explosivo, 1992) de Elmore Leonard.

Un film que hoy, quizá, no se hubiera podido hacer, no tanto por las desnudeces femeninas, sino por su carga ideológica. y que  informa acerca de lo que la lucha constante y bien fundamentada de las mujeres, que había logrado derribar obstáculos sexistas extremos, con el objetivo de ocupar un puesto en la sociedad, en un plano de igualdad, ha conseguido desde 1971 hasta ahora. 

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