Verano del 84. Anouk Whissell, François Simard, Yoann-Karl Whissell



RELATO DE INSPIRACIÓN  BLYTONIANA, ARRAIGADO EN EL CINE NORTEAMERICANO DE LA DÉCADA DE LOS 90



Ficha técnica:


Título original: Summer of 84
País: Canadá
Año: 2018
Duración: 105 minutos

Dirección: Anouk Whissell,  François Simard,  Yoann-Karl Whissell
Guión: Matt Leslie, Stephen J.Smith
Casting: Maureen Webb y Colleen Bolton; US: Barbara J.McCarthy
Dirección de Fotografía: Jean Philippe Bernier
Música: Le Matos
Edición: Austin Andrews
Dirección artística: Catriona Robinson
Decorador del set: Teddy Foley

Diseño de Vestuario: Florence Barrett
Responsable de maquillaje y peluquería: Kita Nahanni

Productores: Shawn Williamson, Jameson Parker, Matt Leslie, Van Toffler, Cody Zwieg
Productor ejecutivo: Floris Bauer
Co-productor: Michael Flavin
Diseño de producción: Justin Ludwig
Compañías productoras: Gunpowder & Sky, BrightLight Pictures, RKSS Film


Intérpretes:


Graham Verchere: Davey Armstrong,
Judah Lewis: Tommy 'Eats' Eaton,
Caleb Emery: Dale 'Woody' Woodworth,
Cory Gruter-Andrew: Curtis Farraday,
Tyera Skovbye: Nikki Kazzuba,
Rich Sommer: Wayne McKey,
...


Sinopsis:


Verano del 84. La época perfecta para tener 15 años y ser libre. Pero, cuando un teórico de las conspiraciones empieza a sospechar que su vecino podría a ser el asesino en serie que sale en las noticias, él y sus mejores amigos empezarán una investigación que rápidamente se volverá peligrosa.


Lo que se dice:


El film de Anouk Whissell,  François Simard,  Yoann-Karl Whissell fue relativamente bien acogido por la prensa, como ponen en evidencia páginas como Filmaffinity, que da una media de 5,8, basada en 1,262 votos, una media que Imdb eleva a 6,7, apoyada en 19,950 votos. El Tomatometro de la página Rotten Tomatoes da un índice de aceptación del 71%, consultadas 55 reseñas, y 68% del público, pulsada la opinión de 609 usuarios.

Los argumentos que se dan responden a todas las sensibilidades. Jordi Costa (Diario 'El País') sostiene que hace del dejà-vu su único horizonte; guión débil y actuaciones sin gracia (Brian Tallerico, rogerebert.com); Matt Goldberg (Collider) extrema sus argumentos negativos y habla de niños irritantes y prepotentes.

Otros introducen matices: Dennis Harvey (Variety) tacha la película de homenaje a la época de 'Los Goonies' con una historia floja y demasiado larga; el film no funciona bien (John DeFore, The Hollywood Reporter); un film que usa recursos tradicionales para crear suspense, pero que, al final, deja cabos sueltos (Francisco Marinero, Diario 'El Mundo'); trama sub-blytoniana (Antonio Weinrichter, Diario 'ABC'); reposición televisiva plenamente lograda (Daniel de Partearroyo, Cinemanía); se aleja de la monotonía tradicional y deriva hacia un inesperado climax terrorífico (Roger Salvans, Fotogramas); al no formar parte de los gran estudios hollywoodienses (Sergio López Aguirre, Cine Premier, Méjico).

Pero también recibe buenas críticas: estilo memorable y cierto poder emotivo (Alan Sherstuhl, Vllage Voice); atmósfera terrorífica que da en el clavo (Fred Topel, Bloody Disgusting); un relato que funciona eficazmente a la hora de explorar las zonas oscuras que solemos esquivar (Nando Salvá, Diario 'El Periódico'); una película hecha con el cariño de quien duerme con una fotografía de 'Los Goonies en la cabecera de la cama (Sergi Sánchez, Diario 'La Razón')

Crítica:


La dirección tricéfala, constituida por Anouk Whissell,  François Simard,  Yoann-Karl Whissell, viene colaborando desde que en 2011 trabajaron juntos en un corto , T. de Turbo (2011), y siguieron con Turbo Kid (2015), Ninja Eliminator (corto, 2016); Turbo Kid (2016), y ahora Verano del 84 (2018). Estos relatos están inspirados en textos literarios que se escribieron a caballo del siglo XIX y XX, especialmente los salidos de la pluma de escritoras como Enid Mary Blyton, una de las autoras más populares del mundo, que ocupa el puesto 50 del rating mundial, según el Index Translationum, una escritora inglesa que, consciente de los deseos de aventura de los adolescentes, centra su atención en las pandillas de quinceañeros que actúan, generalmente, al margen de los adultos, como detectives; los centros educativos de jóvenes en régimen de internado o la inmersión de estos grupos en incursiones a universos fantásticos donde habitan seres de otras dimesiones, como hadas, duendes gnomos. El cine americano de las décadas de los 80 y los 90 da buena cuenta de esta tendencia que algunos llaman sub-blytoniana, que llenaron las pantallas con historias inmortales de jóvenes, casi niños, que se enfrentaron a todo tipo de personajes que los superaban en fuerzas y en poder basado en la parte oscura del alma de los mortales.

El film de los quebequenses carece de la garra de cineastas nortamericanos como Joe Dante, Steven Spielberg o  Richard Donner; sus suburbios son fríos, no despiertan emoción y la conciencia de riesgo reside tan solo en los temores que los personajes inentan transmitir en forma de diálogo a los espectadores, hasta tal punto que la película va ganando en pesadez a medida que avanza y el público se va descolgando; lo que e otros lugares podría ser considerado como un indicio peligroso, aquí se atribuye con ligereza displicente a los mapaches, desactivando cualquier tensión en el que mira y recapacita. Un homenaje meritorio de los realizadores a sus mitos de la adolescencia, que apenas pasa de ahí y que no soporta la comparación con 'Turbo - Kid'.

Paginas consultadas: Imdb, Filmaffinity y Rotten Tomatoes.

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