Monstruosidad. Joseph V.Mascelli

Ficha técnica:

Título original: Monstrosity/The Atomic Brain
País: USA
Año: Septiembre 1963
Duración: 65 minutos

Dirección: Joseph V.Mascelli, Jack Pollesfen, sin acreditar
Guión: Sue Bradford, Dean Dillman Jr., Jack Pollexfen, Vy Russell
Director de Fotografía: Alfred Taylor
Música: Gene Kauer
Edición: Owen C.Gladden

Maquillaje: Lou Yates

Productores: Dean Dillman Jr., Jack Pollesfen
Productores asociados: Swe Duiggins, Vy Russell
Compañía productora: Cinema Venture. Compañía distribuidora: Emerson Film Enterprises

Intérpretes:

Marjorie Eaton: Mrs. March,
Frank Gerstle: Dr. Frank,
Frank Fowler: Victor,
Erika Peters: Nina,
Judy Bamber: Bea,
Lisa Lang: Anita,
Xerxes: Xerxes 'El Gato'
Margie Fisco: cadáver andante
Voz del narrador: Bradford Dillman

Sinopsis:

Una anciana de gran fortuna convence a un científico excéntrico y brillante para que transplante su cerebro a un cuerpo nuevo y juvenil. Los cuerpos son de tres mujeres jóvenes inmigrantes, contratadas ad hoc como sirvientas. La anciana elige a la niña que encuentra más guapa para reemplazar el cerebro de la joven por el suyo.

Crítica:

Con frecuencia olvidamos aquello que ha sido una receta indicada para muchos cineastas: el cine abre ventanas al mundo, un axioma que  Jean-Luc Godard llena de significado cuando afirma que 'las películas son un mundo de fragmentos'. Se ha dicho que 'Monstruosidad', también llamada 'The Atomic Brain' es el film original en el que se basó Joel Bender para realizar un remake: 'La clínica del terror', aunque entre una y otra hay diferencias sustanciales que tienen su anclaje en el contexto histórico y social en el que fueron realizadas. Joseph V.Mascelli realiza 'Monstrosity' en 1963, en vísperas del Mayo Francés de 1968 y la Revolución Hippie norteamericana y le da un contenido social al crimen que se comete contra las víctimas, tres jóvenes inmigrantes, -aunque son en realidad dos chicas que esperan triunfar en el cine y una de origen más modesto -, que llegan a este lugar con el único objetivo de sobrevivir a la miseria o de salir de ella mediante la fama, pero ésta puede llegar de muchas maneras. En la segunda, las víctimas son dos parejas, mixtas de hombre y mujer, una decisión que neutraliza cualquier carga semántica, y además, jóvenes estudiantes de clase media. Pero la diferencia más importante se registra en el nivel de evolución de la ciencia que sitúa a médicos malignos en universos distantes en el lugar y en el tiempo. Los de Mascelli son una especie de magos medievales que usan la electricidad como fuerza motriz para llevar a cabo cualquier experimento. Su doctor muerte, es un sabio maligno, como Rotwang en Metrópolis, la semilla de otros tantos científicos del horror, como el Doctor Mabuse (del que ya había una versión anterior del propio Fritz Lang), el doctor Vergerus, (Bergman), el doctor Cawley (Shutter Island de Scorsese), etc.; su mujer máquina será el precedente de la mujer-ciborg que tanto rendimiento ha tenido en el cine de ciencia-ficción actual.

La principal diferencia la marca un hecho de gran trascendencia para la historia de la ciencia y la consecución de la esperanza del hombre de alcanzar la vida eterna. Cuando Bender realizó su película el Doctor Christiaan Barnard ya había realizado varios trasplantes de diferentes órganos con éxito, lo que no impidió que él mismo muriera a una edad media bastante corriente, 79 años. No consiguió alargar la vida mucho más allá que otros avances científicos, pero si evitó muchas muertes prematuras. De este modo, mientras en la película de 1963 los médicos no son solo malignos, sino medio brujos, en la de 1986 la criminalidad reside en la forma de captar a los donantes, y en un intento fallido de producir terror con unos muertos vivientes que dan risa. Filmada en blanco y negro, 'Monstruosidad' nos muestra a un doctor vestido con el traje de un astronauta, que penetra esporádicamente en un habitáculo que parece una lavadora gigante, con una ventana circular a través de la cual el espectador puede observar los procesos. También tienen cierto protagonismo, si bien menor, esos seres monstruosos que aparecen en el remake, si bien su encanto reside en un primitivismo que no parece muy justificado tan solo unos pocos años antes de que George Lucas cambiara la forma de hacer cine para siempre.