La Cravate. Alejandro Jodorowsky.
Ficha técnica:
Título original: La Cravate
País: Chile
Año: 1957
Duración: 20 minutos
Dirección: Saul Gilbert, Alejandro Jodorowsky, Ruth Michelly
Guión: Alejandro Jodorowsky, basado en una novela de Thomas Mann
Dirección de Fotografía: Alejandro Jodorowsky
Música: Edgar Bischoff
Compañía productora: Saul Gilbert
Intérpretes:
Denise Brossot
Rolande Polya
Alexandre Jodorowsky
Saul Gilbert
Raymond Devos
Jean Marie Proslier
Margot Looyola
Michel Orphelin
Jean Claude Sergent
Francois Parrot
Theo Lesoualch
Sinopsis:
Adaptación sin diálogos de una novela de Thomas Mann, centrada en una mujer parisina que vive vendiendo cabezas humanas. Primer trabajo de Jodorowsky, considerado perdido hasta que en 2007 se encontró una copia de la original en un ático de Alemania.
Curioso y simpático corto de Jodorowsky, su opera prima en la que suple la escasez de recursos con la abundancia de imaginación, aunque no puede impedir que el truco, en ocasiones, resulte visible, lo que no resta gracia a la imagen, en la que se constatan los destrozos del amor tóxico en la psique del enamorado y su catarsis que favorece el fin de su búsqueda de la compañera ideal.
El director apunta maneras en este corto, una especie de anticipo de su estilo desencantado del surrealismo burgués que patrocinaba André Breton, al que percibía como el creador de una respetabilidad surrealista y acabó no admitiendo la ciencia-ficción, reduciendo el buen gusto a lo fantástico y lo poético, despreciando la cultura del rock-and-roll y todo lo que lo acompañaba y caracterizaba un mundo que no le gustaba, convirtiendo su universo en 'una pequeña burguesía'.
Jodorowsky se alienaba con Samuel Beckett, al que los burgueses llamaron 'perro degenerado' ( el Nobel puso las cosas en su sitio), Ionesco, Adamov, Strindberg y el teatro del absurdo de Arrabal, por lo que se decía de él que tiene el talante de un loco, un creador polifacético dotado de una locura muy sistemática, matemática, divina, constructivista..., que se puso de relieve en 'Fando y Lis', una adaptación calificada de masoquismo integral. Todos estos aspectos, escatológicos y provocadores, superpuestos a un análisis inquietante, también surrealista, producen cierta inquietud.
Crítica:
Curioso y simpático corto de Jodorowsky, su opera prima en la que suple la escasez de recursos con la abundancia de imaginación, aunque no puede impedir que el truco, en ocasiones, resulte visible, lo que no resta gracia a la imagen, en la que se constatan los destrozos del amor tóxico en la psique del enamorado y su catarsis que favorece el fin de su búsqueda de la compañera ideal.
El director apunta maneras en este corto, una especie de anticipo de su estilo desencantado del surrealismo burgués que patrocinaba André Breton, al que percibía como el creador de una respetabilidad surrealista y acabó no admitiendo la ciencia-ficción, reduciendo el buen gusto a lo fantástico y lo poético, despreciando la cultura del rock-and-roll y todo lo que lo acompañaba y caracterizaba un mundo que no le gustaba, convirtiendo su universo en 'una pequeña burguesía'.
Jodorowsky se alienaba con Samuel Beckett, al que los burgueses llamaron 'perro degenerado' ( el Nobel puso las cosas en su sitio), Ionesco, Adamov, Strindberg y el teatro del absurdo de Arrabal, por lo que se decía de él que tiene el talante de un loco, un creador polifacético dotado de una locura muy sistemática, matemática, divina, constructivista..., que se puso de relieve en 'Fando y Lis', una adaptación calificada de masoquismo integral. Todos estos aspectos, escatológicos y provocadores, superpuestos a un análisis inquietante, también surrealista, producen cierta inquietud.
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