Los asesinos. Andrey Tarkovsky. Ficha técnica y crítica

DOS BOCADILLOS DE HÍGADO PARA LLEVAR

Ficha técnica:

Título original: Los asesinos
País: Rusia
Año: 1956
Duración: 19 minutos
Género: Cine negro

Dirección: Andrei Tarkovsky, Aleksandr Gordon, Marika Beiku
Guión:  Andrei Tarkovsky, Aleksandr Gordon, basado en un relato de Ernest Hemingway
Dirección de Fotografía: Alfredo Álvarez, Aleksandr Rybin. Blanco y negro
Música: No hay

Compañías productoras: Russian State Institut of Cinema (VGIK)

Intérpretes:

Yuli Fait: Nyck Adams,
Aleksandr Gordon
Valentin Vinogradov
Vadim Novikov
Yuri Dubrovin
Andrei Tarkovsky
Vasili Shuskin

Sinopsis:

Primer corto de estudiante de Andrei Tarkovsky, basado en un corto de Ernest Hemingway. Dos asesinos encargados de matar a un hombre entran en un bar para localizarlo.

Crítica:

Curiosamente, el director que ha dado a conocer como ningún otro desde Eisenstein el deterioro del régimen soviético, una idea que toma forma en la acumulación de residuos, las capas superpuestas de pintura que gotean unas encima de otras, los desconchones y el desamparo y el descuido en los ámbitos privado y público, una distopía que no auguraba nada bueno, apunta maneras cuando en un trabajo estudiantil, hecho en colaboración con otros compañeros,  Aleksandr Gordon y Marika Beiku, con la que se hizo responsable del planteamiento y el desenlace, dirige su mirada hacia el cine negro americano, tanto en el decorado como en el diseño de vestuario, pero se delata en los dos bocadillos de hígado y otras opciones de consumo nada habituales en los Estados Unidos y que algo dicen de los hábitos, idiosincrasia y nivel de consumo de la entonces Unión Soviética.

La historia, que se puede interpretar como una metáfora, muestra la pasividad de la víctima, un sueco al que buscan dos sicarios para asesinarlo por encargo y que acepta pasivamente su destino, animando a un joven idealista que se encuentra por azar en el local cuando llegan los gángsters y que no entiende la pasividad de su pueblo decide autoexiliarse. Un film muy interesante y un producto muy notable realizado por quienes tan solo eran estudiantes de una escuela de cine. Pronto daría muestras de lo que era capaz Tarkovsky en 'El violín y la apisonadora' (1961) o 'En la infancia de Iván' (1962), lo que incrementa el interés del corto.