Paradise Hills.Alice Waddington. Crítica
"Si el argumento de Paradise Hills fuese la mitad de bueno que su diseño de vestuario (...) sería una película de ciencia ficción decente (...) sin embargo, se basa en pobres giros dramáticos que van de lo aburrido a lo irrisorio." Matt Goldberg, Collider.*
Ficha técnica, sinopsis, lo que se dice (Pinchad aquí)
Ayer estuvo en la presentación de su película en un preestreno en los Cines Lys de Valencia, en el marco del cine-club que organiza esta multisala, Alice Waddington, la directora de Paradisse Hills, que, tan pronto comenzó a presentar su película, echó un jarro de agua fría, no sólo sobre los más enteradillos de los presentes, sino sobre los que han osado buscar referentes cinéfilos en un film que malogra el principio de más de un director de trayectoria consolidada, que afirma que el cine fantástico y de ficción suele crear un buen contexto para poder contar una buena historia. Si bien finalmente reconoció que su referente no eran ni 'La isla' de Michael Bay (2005), ni Sutter Island de Martin Scorsese (2010), u otras películas, hacia donde apuntaban los presentes, llegó a reconocer que se había inspirado en las bailarinas de Cocteau, e, introducida por sus padres en el gusto por el cine, había seguido otras influencias, aunque había acabado centrando su interés en el film considerado como el más bello del género fantástico y de terror: Suspiria de Dario Argento, un reto inalcanzable para una neófita que convierte el inquietante diseño de producción del proyecto del italiano en una sucesión de imágenes que, con demasiada frecuencia, roza el delirio y lo irrisorio, con algún guiño bizarro al universo iluminado por el neón de Wong Kar Wai, Nicolas Winding Refn o Paul Thomas Anderson, directores actuales que ignoramos si conoce o si ha sonado la flauta por casualidad.
Waddington construye un universo maligno que no se puede tomar en serio, a pesar de los esfuerzos de Mila Jovovich por mantener la dignidad; desearíamos conocer la opinión de Nacho Vigalondo sobre su contribución a la creación de este 'guiso'. Actores extranjeros, filmación en inglés, para demostrar que los jóvenes de hoy se desenvuelven en el mundo sin problemas de comunicación, y la contribución a la defensa de un cosmos diverso, al que Daniel Bernabé llama tramposo, concentrando un grupo de chicas de diferentes razas, proporciones físicas, pelos de colores, -sin intentar emular el espacio y el estilo fílmico de un Tim Burton, poblado de personajes icónicos que se aproximan a las reproducciones de los cosplayers -, dirigido a un sector femenino muy actual, poblado de adolescentes, generalmente chicas, que, en la vida real, pretenden resolver, ya, sin demora, el deterioro de la Tierra, diferenciarse de quienes representan la sociedad patriarcal, es decir los que pertenecen al género masculino, decidir si quieren estar gordas o delgadas,y desteñirse los cabellos para convertirlos en pelos de colores artificiales, pero decididos por ellas: rosa, azul... La mímesis triunfa sobre la poyesis, a pesar de que la película pertenece al género fantástico.
Pero que nadie se llame a engaño. La directora se encarga de evitar malas interpretaciones: ni su película es feminista, ni ideológica, no se ocupa de los heteronormativo ni de lo no-normativo, a pesar del lema que designa a Uma que la define como una rebelde, ni de la represión que ejercen unos padres que la introducen en una residencia con el objetivo de modificar su conducta, sea cual sea, con métodos expeditivos; en su historia los clones funcionan como una forma de despiste. Es un film que solo pretende entretener (Waddington dixit) mostrando a las chicas de hoy, pegadas a su ordenador, construyendo avatares para divertirse. Eso lo hizo ya muy bien James Cameron en Avatar a comienzos de siglo (2009), con mucha mejor fortuna y soportando fuertes críticas. Nacho Vigalondo que nos sorprendió con su film Colossal, (2016), nos ha dejado perplejos con este guión, que pone un contexto de juguete de plástico y luces rosavioláceas a una historia que no se eleva por encima del marco. Una decepción frente a lo que prometían el cartel y el trailer, formado por unos personajes con pretensiones atemporales, -pelos de colores, gorgueras, star troopers ...-, trasladados en el film a un escenario demasiado infantil, que, a pesar de haber sido definido como feminista por algunos críticos complacientes no se plantea la integración de las chicas potencialmente discriminadas. Si la directora se inclinó por una actriz muy gorda para integrarla en su elenco fue porque la vio en otra película y le gustó. Hoy, afirma, nadie se molesta porque lo llamen obeso, ni sufre por no adaptarse al modelo que impone la mayoría heternormativa. ¿Será verdad?
* Extracto traducido en la página Filmaffinity
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