Las Hermanas Brontë. André Téchiné. Ficha técnica y crítica







ÉL: CUANDO UN HOMBRE GANA UNA MISERIA MIENTRAS SE DESLOMA  SE LA BEBE O SE LA JUEGA PARA TENER LA IMPRESIÓN DE QUE SIGUE VIVO. LAS HERMANAS BRONTË, ENTRETANTO,  ESCRIBÍAN.


ELLA (EMILY): CON PANTALONES PUEDO IR MÁS DEPRISA Y MÁS LEJOS. "EL AMOR QUE SOLO FLORECE POR UN TIEMPO, YO LO RECHAZO Y LO PISOTEO; EL ACEBO REPRESENTA LA AMISTAD...


Ficha técnica:



Título original: Les Soeurs Brontë
País: Francia
Año: 1979
Duración: 115 minutos

Dirección: André Téchiné; ayudante realización: Alain Centonze
Guión: Pascal Bonitzer, André Téchiné y la participación de Jean Gruault
Dirección de Fotografía: Bruno Nuytten
Adaptación musical; Philippe Sarde; edición: Pema Music
Montaje: Claudine Merlín
Decorados: Jean-Pierre Kohut-Svelco

Diseño de Vestuario: Christian Gasc
Maquillaje: Eric Allwright, Florence Fouquier
Peluquería: Chantal Durpoix, Jean-Pierre Mouge

Productores: Yves Gasser, Yves Peyrot, Alain Sarde, Klaus Hellwig
Director de producción: Daniel Messere
Compañías productoras: Fran3 Cinéma, Action Films-Gaumont; distribución: Gaumont


Intérpretes:


Isabelle Adjani: Emily Brontë,
Marie-France Pisier: Charlotte Brontë,
Isabelle Huppert: Anne Brontë
Roland Barthes: Thackeray,
Pascal Greggory:¨Branwell Brontë,
Patrick Magee: Padre,
Hélène Surgère: Madame Robinson,
Roland Bertin: Mr. Nicholls,
Alice Spritch: La tía Elizabeth Bronté,
Xavier Depraz: Señor Hager,
Adrian Brine: Sr. Robinson,
Julian Curry: Mr. Smith,
Renée Goddard: Tabby, la gobernanta,
Jean Sorel: Leyland Milton.


Sinopsis


A principios del siglo XIX, en Haworth, en las landas de Yorkshire, las tres hijas de la familia Brontë, cuyo patriarca, un pastor anglicano, se había quedado viudo, Charlotte, Emily y Anne tienen grandes dotes para la escritura. Charlotte, la mayor, y Anne, la segunda, se convierten en tutoras y profesoras de los hijos de las familias de los alrededores, mientras que Emily, con comportamientos masculinos, prefiere seguir en las landas.Sus obras, rebosantes de vida y pasión, contrastan con la realidad que las envuelve, llena de discusiones con su padre y obligadas a cuidar de su peculiar hermano, Branwell.


Lo que se dijo:


La película de André Téchiné no pareció impresionar a los críticos del momento, quizá porque carecían de la sensibilidad de Roland Barthes cuando reflexiona sobre el arte. Esta rudeza se materializó, -como si esto fuera posible -, en una nota media de 6, que le concedieron los lectores de Filmaffinity, una media que Imdb, siempre más magnánima y que conoce bien el lema del buen crítico, -Si no puedes decir algo bueno de una obra, mejor guardar silencio -, elevó a 6,7, basada en una muestra mucho más amplia: 791 usuarios. El Festival de Cannes nominó la película para su Palma de Oro, un galardón que finalmente se llevó 'Apocalipse Now', dirigida por Francis Ford Coppola.


Crítica:



Mirada pictórica de una burguesía ascendente que impuso su criterio hasta hace bien poco, y que se hace patente en cada detalle, y en el orden que se impone al relato: la actitud pasiva de las jóvenes que asisten hieráticas a una velada presidida por el piano, vigiladas de cerca por el ama que cuida, como un atento Cancerbero, mientras hace, paciente, calceta, el cuaderno de dibujo sobre el que descansa un lápiz junto a un esbozo incipiente que huele a naftalina, y la crueldad que emerge en las aulas femeninas de una presunta escuela de enseñanza superior, también vigilada por la mujer que teje. En este contexto que huele a fin de era, Téchiné lanza una mirada decidida de género sobre la actitud de tres mujeres que se adelantaron a su tiempo y osaron dejar volar su imaginación, más portentosa que la de muchos hombres, usando como vehículo la escritura, una actividad que, si bien, es alabada por personajes como Milton, el de 'El paraíso perdido', con ilustraciones de Satán, es a la vez censurada porque distrae a las féminas de las actividades propias de su sexo. Un film que, realizado en 1979, daba buena cuenta del largo y penoso proceso que ha seguido la lucha de las mujeres y de más de un camarada masculino por su liberación.Un proyecto en el que quiso colaborar Roland Barthes, representando a Thackeray,el novelista, ilustrador y periodista inglés del realismo. Todo un lujo.

Emily, la autora de 'Cumbres borrascosas', la más rebelde y consciente de sus derechos como mujer, usa pantalones cuando deambula por los landa, y a  diferencia de Charlotte y Emily, no venden sus conocimientos a las nuevas familias adineradas, ni debe permanecer de pie mientras que el patriarca que les pagan está presente, ni impartir clase a discípulos del mismo sexo que el profesor/a, convertidos en juguetes de sus explotadores.Tres mujeres con una imaginación fecunda, demasiado ilustradas para el tiempo que les tocó vivir, y que han influido a todas aquellas que las han leído, en cualquier tiempo y lugar. Téchiné les dedica una obra clásica, comedida, realizada con planos largos y cargando de significación el encuadre. Nada debe distraer la atención del espectador del gesto aparentemente más insignificante de los actores, incluso cuando a alguno de ellos se muestra con la cara inundada de lágrimas artificiales, o los niños deslizan pensamientos muy maliciosos que intenta que no pasen desapercibidos.

Criadas como las patatas en un sótano, según su hermano Branwell, no entienden la libertad de que hace gala el único hombre que tienen cerca, que, si ha pasado a la historia ha sido gracias al talento de las mujeres que lo rodearon, que se ocuparon de que lo que se entendía una actitud desordenada, (acudir a la taberna por las noches, responder a las provocaciones de una mujer, con independencia de su estatus jerárquico...), amortiguara su atormentada existencia,  que fue consumiendo poco a poco su vida, una vida que, a diferencia de las de sus hermanas, carecía de reglas morales,y de la que no estaba excluido el incesto, sugerido muy sutilmente por Téchiné. La cámara del realizador se detiene en estas y otras debilidades, sugeridas más que enunciadas de las Señoritas Brontë, que fueron cayendo, una tras otras, alguna de ellas con la vista muy mermada, víctimas de la tuberculosis. El hombre fue mermando sus fuerzas a causa de su adicción al láudano, tintura (vino blanco, azafrán, clavo, canela, y la planta adormidera)  alcohólica de opio, aunque acabó sucumbiendo ante la tuberculosis, una enfermedad que hacía estragos entre la población; dictamen del forense: muerto por marasmo.

El paso de Charlotte (Jane Eyre)  y de Emily por el pensionado privado Heger de Bruselas, con el objetivo de perfeccionar su francés, de cuyo propietario se enamoró la hermana mayor, y la escritura de las hermanas bajo el seudónimo de Currer (Charlotte), Ellis (Emily) y Acton (Anne: Agnes Grey ; La inquilina de Wildfell Hall) Bell, ocupa una parte importante de esta historia y acabó confundiendo a los, teóricos, expertos críticos literarios, que no sabían atribuir sexo a los autores de las imperecederas novelas de las hermanas. Una magnífica biografía, digna de sus representadas, un film que muestra la fortaleza de unos hombres que tuvieron que enterrar a la mayor parte de sus hijos; una visión romántica que entronca con el  pintor de 'Ophelia', John Everett Millais;  una mujer que sólo tras quedarse sin familia, Charloteé, aceptó casarse con un hombre: el coadjutor de su padre. El cuarto que se lo pidió.

´La vida es tan insolente, - concluye Roland Barthes, interpretando a Thackeray, autor de 'La suerte de Barry Lindon'-, que aún no he podido aprender la centésima parte de las cruzadas que nos hace. Se necesitaría mucho tiempo. Por eso las obras de juventud están siempre llenas de historia. La vida es muy corta para el arte; necesitaríamos mucho más tiempo para hacer nuestro caparazón duro y brillante, pero lo más diabólico es que, generalmente, es brillante sin ser duro." ¡Magnífica reflexión, que nos haría entender muchas cosas, sin pensáramos en ella! Un film que me ha perturbado tanto como la 'Madame Bovary' de Claude Chabrol, también interpretada por Isabelle Huppert, que ahora permite el triunfo de una mujer en esta vida: Charlotte Brontë. Un significativo travelling final  nos muestra a los verdugos de alguno de sus hermanos,y nos recuerda que una planta modesta, el acebo, es el símbolo verdadero del amor: la amistad.

Páginas vistas:Imdb y Filmaffinity

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