Diamantes en bruto. Benny y Joshua Safdie
EL LADO OSCURO DEL GLAMOUR DE MÚSICOS, ACTORES Y DEPORTISTAS, Y DE LOS QUE CUBREN SU EGO CON JOYAS
Ficha de identificación:
Título original: Uncut Gems
País: Estados Unidos
Año: 2019
Duración: 135 minutos
Dirección: Benny y Josh Safdie
Guión: Ronald Bronstein, Benny y Joshua Safdie
Casting: Jennifer Venditti & Francine Maisler
Dirección de Fotografía: Darius Khondji, AFC y ASC
Música: Daniel Lopatin
Edición: Ronald Bronstein & Benny Safdie
Dirección artística: Eric Dean
Decoración del set: Eric Dean
Diseño de Vestuario: Miyako Bellizzi
Responsable de peluquería: Allison Imoto-Suh; Jefe de Departamento: Mia Neal
Jefe de Departamento de maquillaje: Kyra Panchenko
Productor: Martin Scorsese, Scott Rudin, p.g.a., Eli Bush, p.g.a., Sebastian Bear-McClard
Co-productores: Michael Bartol y Catherine Farrell
Productores ejecutivos: Martin Scorsese, Emma Tillinger Koskoff, Oscar Boyson, Anthony Katagas, David Koplan
Diseño de producción: Sam Lisenco
Compañías productoras: Elara Pictures, Netflix y A24, Sikelia Productions, Scott Rudin Productions; distribución: Netflix, Amazon Studios, A24
Intérpretes:
Adam Sabdler: Howard Ratner,
Lakeith Stanfield: Demany,
Julia Fox: Julia De Fiore,
Kevin Garnett: Él mismo,
Idina Menzel: Dinah Ratner,
Eric Bogosian: Arno,
Judd Hirsch: Gooey,
Keith William Richards
Mike Francesa: Gary,
Jonathan Aranbayev: Eddie Ratner,
Noa Fisher: Marcel Ratner.
Sinopsis:
Howard Ratner, timador, jugador y joyero, está a un paso de triunfar o arruinarse. El más mínimo desliz y se acabó. Con las deudas amontonándose, Howard Ratner es el propietario de una joyería ubicada en el barrio de los diamantes de la ciudad, que vende en exclusiva a ricos y famosos.
Premios:
En 2019 el film recibió premios importantes que la sitúan en un buen punto de partida para su reciente estreno en Netflix:
- Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor director
- National Board of Review (NBR): Mejor actor y guion. Top films del año
- Asociación de Críticos de Los Angeles: Nominada a mejor montaje
- Critics Choice Awards: Nominada a mejor película, director, montaje y actor
- Premios Independent Spirit: 5 nominaciones, incluyendo mejor película
- Asociación de Críticos de Chicago: 4 nominaciones incl. mejor actor (Sandler)
- Círculo de Críticos de San Francisco: Nominada a mejor actor (Sandler)
- Premios Gotham: Nominada a mejor film, actor e intérprete revelación
- Satellite Awards: Nominada a mejor comedia y actor comedia (Sandler)
En Filmaffinity.
Lo que se dice:
Los críticos han hablado de obra sobresaliente en lo formal y lo interpretativo (Javier Ocaña, Diario 'El País); obra maestra, catedral diamantina de los Safdie (Daniel de Partearroyo, Diario 'ABC'); película gloriosa que muestra al mejor Sandler (Rodrigo Pérez, The Playlist); una verdadera joya, la mejor interpretación de Adam Sandler (Todd Phillips, The Hollywood Reporter); delirante e intenso estudio de personajes (Peter Debruge, Variety); nada revolucionaria, pero suficiente (Manohla Dargis, The New York Times)...
La página española recoge la valoración de 1,899 lectores, que dan una nota media de 7,1. La página norteamericana Imdb eleva un poco esta media, 7,9, basada en una muestra mucho más amplia: 50,097 usuarios. Sin embargo el Tomatometro de la página Rotten Tomatoes, si bien proporciona un índice de aceptación de la prensa del 92%, consultadas 298 reseñas, refleja cierto disgusto de un público que rebaja este índice al 52%, con una participación de 11,844 usuarios, unas valoraciones muy significativas.
Crítica:
El film comienza con una secuencia que muestra cómo es el trabajo de los semi-esclavos etíopes en la Mina Welo, propiedad de judíos etíopes, ubicada en otoño 2010, probablemente con el objetivo de contrastar con el discurso que constituye el núcleo del relato, y termina con una inmersión de las cámaras en el interior colorista y brillante de las tripas de un pedrusco, un ópalo negro, que puede alcanzar una valoración millonaria en una subasta del mundo occidental. Estas dos secuencias encierran un relato que parece haber gustado a amplios sectores (casi la totalidad) de los críticos que han dado su opinión y que muestran su entusiasmo ante un relato cinematográfico que focaliza a un grupo social, representado por un personaje que se mueve más a golpes de testosterona que por la masa gris de un cerebro que da un encefalograma plano, de apariencia y comportamiento vulgar, Howard Ratner, interpretado por Adam Sandler, un actor de comedia, cuya valoración pública cambió cuando Paul Thomas Anderson lo convirtió en protagonista de 'Embriagado de amor' (Punch-Drunk Love, 2002), un film frío, desangelado y carente de pasión, con el que el cineasta pareció querer demostrar que renunciaba al factor de entretenimiento que caracteriza al cine. En Uncut Gems el actor vuelve a su registro personal, y desempeña el rol de un personaje tan desmedido y desmadrado , repulsivo y excesivo, que roza lo inverosímil,y hace muy dura la posibilidad de generar empatía en el espectador, atrapado en un bucle sin solución de continuidad que lo conduce, sin remedio, a la extinción; así hasta la secuencia final.
Benny y Joshua Safdie nos cuentan una historia marcada por un talante masculinista (como feminista, pero al revés) en el que las mujeres juegan en el mismo tablero que los hombres, si bien sacando provecho de sus encantos físicos. El parloteo constante y con frecuencia simultáneo de unos hombres a los que nadie imagina vendiendo diamantes a clientes adinerados y distinguidos, incrementa esa sensación de poderío, ejercido a la manera gansteril. No en balde se ha señalado la similitud con 'Malas Calles' de Scorsese, que es, no por casualidad, productor ejecutivo del film. Pero lo que hace creíble para algunos un personaje como el que han diseñado para Adam Sandler es la asociación de este joyero neoyoquino, tramposo y ludópata, con el mundo del deporte, especialmente el baloncesto, del cine o la música, actividades que generan auténticas estrellas, recompensadas con sueldos mutimillonarios, un maniqueísmo que puede explicar la irritación de sectores del público norteamericano que recoge 'Rotten Tomatoes', ya que algunos de estos ídolos, - el rapero Lakeith Stanfield, o el jugador de baloncesto Kevin Garnett -, que han ascendido en la escala social, procedentes de grupos condenados, en principio, a la marginación (negros, mi**da de la calle, carne de talego, como dirían Alfonso Sánchez o Alberto López en sus películas), son presentados como unos ignorantes y supersticiosos, muy horteras y un tanto tramposos, rozando con frecuencia comportamientos propios de extorsionadores y gente de poco fiar. De esto va el film y no de un pobre empresario que es víctima de un robo en sus instalaciones y como consecuencia no puede hacer frente a sus deudas. Howard Ratner, (judío, como los etíopes, que explotan a los más necesitados de su pueblo) no se juega a su familia porque no puede, pero 'se la juega' a cualquiera que cruce el umbral de su negocio, incluidas las mujeres de su vida y sus propios hijos. No nos queda claro qué nos han querido contar Benny y Joshua Safdie, dos judíos sefardíes afincados en New York, que se inspiraron para hacer el film en el tiempo en que su padre trabajó en el distrito de diamantes de Manhattan.
Se ha alabado el trabajo del fotógrafo iraní Darius Khondji, sus texturas ásperas, de grano grueso y su capacidad para captar al omnipresente Sandler en el interior del set y en los exteriores, mediante el uso de teleobjetivos en planos cercanos, lo que provoca buenas vibraciones en el público, y, curiosamente, también se ha apreciado la música estridente de Daniel Lopatin, una forma de trabajar frecuentemente denostada por los mismos críticos. Un film para los amantes del cine de acción y para quienes disfruten con la tensión que genera el irracional comportamiento de un personaje que no puede vivir sin introducir una precariedad psicológica y un desequilibrio emocional creciente en su vida y la de aquellos que lo rodean, que aburre a los que observan sus huidas hacia adelante dentro y fuera de la pantalla. A otros, por lo que se ve, les atrae la huida hacia ninguna parte, la caída vertiginosa en pro de emociones para satisfacer necesidades vitales en algunos casos bastante secundarias para el común de los mortales, sin importar los medios con los que alcanzar estos objetivos, aunque se bordee o se traspase constantemente no solo la legitimidad, sino la legalidad.
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