Un perro ladrando a la Luna. Lisa Zi Xiang. Ficha de identificación y crítica.







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y/o las compañías productoras y distribuidoras



Ficha técnica:


Título original: A Dog Barking at the Moon
País: China
Año: 2019
Duración: 107 minutos

Dirección: Lisa Zi Xiang
Guión: Lisa Zi Xiang
Dirección de Fotografía: Jose Val Bal
Música: J.García Escudero
Edición:Lisa Zi Xiang

Compañías productoras: Acorn Studio, Granadian


Intérpretes:


Renhua Na: Li iumei,
Gaowa: Huang Xiaoyu,
Zhang Zinyue: Joven Huang Xiaoyu,
Zhang Yinyue: Joven Huang Xiaoyu,
Jiang Bing: Joven Li Jumei,
Ming Xing: Liu Yuanyuan,
Thomas Fiquet: Benjamin,
Chen Zhenyuan: Feng Xi,
Wang Xilu: Gu Man,
Li Fuzhu: Ma Yue,
...



Sinopsis:


Premio Teddy en el Festival de Berlín 2018 a la Mejor Película LGTBI +. "Un perro ladrando a la luna" es la controvertida opera prima de la cineasta Lisa Zi Xiang, censurada en China debido asu retrato de la homosexualidad y con producción española.

Compuesta con gran delicadeza y con imágenes que rozan el surrealismo, esta crónica sobre la China reciente gradualmente se va descubriendo como una película con unas dimensiones mayores de lo que podría parecer a simple vista. Una historia de deseos reprimidos, la importancia social del matrimonio y la frialdad que existe entre las familias chinas más pudientes.


Lo que se dice:


El cine asiático había tenido una discreta difusión, especialmente entre el público cinéfilo, hasta este momento en el que  se sitúa en un lugar privilegiado, en especial tras el reconocimiento universal del trabajo sobresaliente del  surcoreano Bong Hoon-jo en la última edición de los Premios Oscar, que entrega la Academia de Cine de Estados Unidos, que ha concentrado en su película 'Parásitos' las máximas distinciones que reconocen a un director, un reconocimiento que tardaba en llegar para un autor de obras inolvidables, y que despertó el entusiasmo de sus competidores más peligrosos, Martin Scorsese y Quentin Tarantino; David crecía hasta la altura de Goliat. Ahora los cineastas orientales comienzan a ocupar un lugar destacado en las recientes plataformas y avanzan de forma inexorable realizadores no solo japoneses o coreanos del norte y del sur, sino taiwaneses o chinos, que se suman a los ya clásicos que ya habían logrado un lugar destacado entre los realizadores occidentales como Zhang Jimou, Chung Mong-hong, Hong Sang-soo, Naomi Kawase, Hirokazu Kore-Eda, Wong Kar Wai o Takeshi Kitano, y tantos otros que forman ya parte del nuevo panteón global. El film que dirige la joven Lisa Zi Xiang, prohibido en su país, ha pasado desapercibido en Occidente, y la única referencia que tenemos es la valoración cuantitativa de Imdb, que ofrece una nota media de 6 puntos, basada en una modesta participación de usuarios de la página: 85.


Crítica:



'Un perro ladrando a la luna' de Lisa Zi Xiang es un película muy actual, tanto en lo que se refiere a la forma, tranquila y fría, sin incidir en el contexto político, económico (a pesar de que las estancias del hogar de los padres de Xiaoyu que nos muestra son amplias y lujosas), propia del indie, como al tema central, la homosexualidad, que contempla principalmente el mundo gay, pero incluyendo, aunque sea tangencialmente a las mujeres lesbianas. El hecho de que el pater familias de un hogar acomodado sea gay supone un hecho intolerable en un país que no tolera estas desviaciones de una sociedad que censura cualquier expresión de orientación sexual que se aparte de la norma, lo que explica que la postproducción del film se tuviera que hacer fuera del país, concretamente en España; en territorio chino se ha exhibido en algunos festivales que han sido multados por vulnerar la prohibición.

Formalmente tiene algunas notas características como la de evitar en la medida de lo posible los retrocesos temporales recurriendo al flashback, sustituido en alguna ocasión por la convivencia dentro del plano del pasado y el presente. En los diálogos de Xiaoyu con su padre homosexual se ha evitado el contraplano, de forma que siempre vemos a la chica pero sólo oímos la voz del padre en off visual, y sólo en muy contadas ocasiones vemos al hombre. En alguna ocasión, y de forma sorprendente, se recurre a una puesta en escena que evoca la de Dogville de Lars Von Trier, una escenografía esquemática, muy teatral, que produce extrañamiento, en la que unas simples sillas dispuestas a la manera de los asientos de un autobús tienen como resultado una especie de sinécdoque que representa el todo por la parte, con el simple recurso de hacer mover los brazos al personaje que se sitúa en primera fila, en el lado del conductor, sugiriendo que las sillas alineadas son una parte del imaginario autobús.

Interesante. La podéis ver en Filmin.





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