Amanece que no es poco. José Luís Cuerda. Ficha técnica y crítica.





VOLVEMOS SOBRE ESTA PELÍCULA DE JOSÉ LUÍS CUERDA EN UN MOMENTO EN QUE DESPERTARSE CUALQUIER MAÑANA NO ES CUALQUIER COSA, Y EN EL QUE EMERGEN PERSONAJES ARQUETIPOS DEL SOLAR PATRIO, QUE TIENEN SU ECO EN LÍDERES MUNDIALES MUY PINTORESCOS: BOLSONARO, TRUMP, JOHNSON O EL PRESIDENTE DE MÉXICO, ANDRÉS MANUEL LOPEZ OBRADOR QUE ANIMA A LOS MEXICANOS A SALIR A COMER Y A DIVERTIRSE QUE ÉL YA LES AVISARA CUANDO DEBAN METERSE EN CASA...



Ficha técnica:


Título original: Amanece que no es poco
País: España
Año: 1989
Duración: 106 minutos

Guión y Dirección: José Luís Cuerda
Ayudantes de dirección: Emiliano Otegui, Gabriel Villanueva
Dirección de Fotografía: Porfirio Enriquez
Música: José Nieto
Edición: Juan Ignacio San Mateo
Sonido: Carlos Faruolo

Diseño de Vestuario: María José Iglesias
Maquillaje: José Quetglás
Peluquería: Marita Sánchez, Mercedes Guillot

Jefe de produccion: Carlos Ramón Lluch
Productores ejecutivos: Jaime Borrell, José Miguel Juarez, Antonio Oliver
Compañías productoras: CAC (Compañía de Aventuras Comerciales), TVE. Colaboración de Caja de Albacete; subvencionada por el Ministerio de Cultura. Divisa Home Video.


Intérpretes:


José Sazatornil 'Saza': Cabo Gutiérrez
Carmen de Lirio: Doña Rocío, esposa de Gutiérrez
Francisco Martínez: Sixto, hijo de Gutiérrez
Ovidi Montllor: Pascual
Carmen Rodríguez: Esposa de Pascual
Rafael Díaz: Fermin
Amada Tercero: Esposa de Fermín
Casto Sendra 'Cassen': Cura párroco
Manuel Alexandre: Paquito, el padre del párroco
María Ángeles Ariza: Merceditas, la prima del párroco
Rafael Alonso: Alcalde
Fedra Lorente: Susan, amiga del alcalde
Cris Huerta: Tirso, el mesonero
Elisa Belmonte: Soprano
María I.González: Pianista
Paco Hernández: Don Roberto, maestro de escuela
Samuel Claxton: Nge Ndomo
Chas Lampreave: Álvarez, madre de Nge Ndomo
Alberto Bové: Pedro, tío de Nge Ndomo
Luis Ciges: Jimmy
Antonio Resines, Teodoro
Aurora Bautista: La Padington,
...


Sinopsis:


Teodoro, un ingeniero  español. Profesor de la Universidad de Oklahoma, regresa a España para disfrutar de un año sabático. Al llegar, se entera de que su padre ha matado a su madre, y, para compensarlo de la pérdida, le ha comprado una moto con sidecar para viajar juntos. Así es como llegan a un remoto pueblo de la montaña que parece desierto, lo que  ocurre es que todos los vecinos están en la Iglesia, porque la misa es un auténtico espectáculo. Padre e hijo asisten a las elecciones que se celebran cada año para designar alcalde, cura, maestro y puta. Además, al pueblo ha llegado un grupo de estudiantes de una Universidad Norteamericana, unos meteorólogos belgas, un grupo de disidentes de los coros  del ejército ruso e incluso invasores camuflados de un pueblo cercano.



Lo que se dice:




La prensa y el público recibieron con complacencia el film que dirigió José Luís Cuerda, como lo reflejan las notas medias de Filmaffinity e Imdb, que en esta ocasión coinciden, 7,6 puntos, que en este caso la página española basa en una muestra mucho más amplia, 34.817 usuarios, mientras la norteamericana cuenta con una muestra de tan solo 2,676 valoraciones.

Pablo Kurt (Filmaffinity) tacha el film de película surrealista y muy divertida, necesaria y contingente, una obra maestra de la comedia delirante; desternillante (Javier Ocaña, Cinemanía); ideas sin imágenes; desequilibrio del guión grande y candoroso (Ángel Fernández Santos  (Diario 'El País').


 Crítica:



La película está hecha en 1982, cuando la democracia llevaba ya varios años de andadura, y la constitución española, que hoy tiene muchos padres, había sido aprobada en 1978, por lo tanto la primera cuestión que se nos plantea es ¿qué nos quiere contar José Luís Cuerda, más allá del chiste fácil en torno al caciquismo, el alcalde, el cura, el maestro o la prostituta de un pueblo cualquiera de España, ( los niños cantan Valencia del Maestro Padilla ) ? Pues la verdad es que no está nada claro. El film es un gran oximorón, una figura retórica de pensamiento cuya lectura literal resulta absurda e incoherente. El cineasta de Albacete crea una diégesis bizarra en la que un pueblo entero adora a Faulkner, los grupos de campesinos cantan como un coro de ángeles, los niños de la escuela parecen sacados de un musical norteamericano, los aldeanos aplauden al cura en misa, al alcalde cuando le votan, etc. Las mujeres se reúnen una vez a la semana para reírse de un hombre que se presta al juego, sin embargo los hombres matan a sus mujeres sin consecuencias si, según su opinión, sencillamente son malas. Los jóvenes crecen como las mazorcas en el campo, y no se les puede arrancar de la tierra hasta que están hechos, a lo que se añade todo un largo etcétera de circunstancias descabelladas y disparatadas que muestran hombres como los que describió Italo Calvino en 'El Vizconde Demediado', pero que, en vez de concentrar toda la maldad en un lado y toda la bondad en otro, en este caso brillan con todo su esplendor cultural en unos aspectos, y se comportan como los más rancios súbditos de una dictadura en otros, como cuando aplauden al cura durante la consagración o aceptan el simulacro de unas elecciones bizarras, en las que además de elegir al alcalde, se elige al cura, al maestro y a la prostituta, que sazonan con constantes aplausos sumisos a las fuerzas vivas de un pueblo, en el que el sol nace en Occidente (de occido, morir), y muere en Oriente (de orior, nacer)

Este juego le permite pasar revista a la España cañí, con la intención de no resultar demasiado ofensivo. El cabo de la Guardia Civil es ilustrado, el cura tolerante, el maestro amable y buen cantante, los campesinos cultivados y los hombres sólo sacan los pies del tiesto cuando tienen sentido común. A las mujeres las pueden matar, pero entretanto se divierten humillando a un hombre una vez a la semana. Este pueblo es observado por grupos de invasores que analizan sus costumbres y su idiosincrasia.A mí me invade la duda acerca de si Cuerda nos ha querido hacer un retrato convencional de la España rural, describiéndola de la forma más absurda posible, o si simplemente se ha querido reír del ser humano, proceda de donde proceda. Teodoro, interpretado por Antonio Resines,es un ingeniero que trabaja en Oklahoma, como Profesor de Universidad, pero es más patán que los del pueblo, un 'joven' que se solidariza con otros jóvenes de la Universidad de Eton que están estudiando a las gentes de este curioso pueblo. Estamos de acuerdo con Ángel Fernandez Santos cuando afirma que la película es candorosa y que naufraga a medida que se acerca a su fin.



Páginas consultadas: Filmaffinity e Imdb

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